Arbolado urbano y suelo “impermeable”: un pedido para actualizar y fortalecer políticas
El Colegio de Arquitectos remarcó la importancia de políticas para evitar inundaciones y la necesidad de incorporar criterios de sustentabilidad al crecimiento urbano.
El crecimiento urbano de Mar del Plata se expresa, al menos desde hace 20 años, en una densificación del área macrocéntrica y, según señalan desde el Colegio de Arquitectos local, una de las consecuencias directas fue la disminución de áreas libres de construcciones para la absorción de precipitaciones y, también, el impacto sobre el arbolado urbano.
Es por eso que desde el Colegio que dirige Eduardo Agüero sostienen que a nivel local hace falta una actualización del marco regulatorio y políticas con criterios de sustentabilidad que, advierten, deben cumplirse y adquirirse a la brevedad para evitar consecuencias tales como inundaciones.
Desde el Colegio de Arquitectos señalan que en barrios del macrocentro donde antes predominaban las “casas unifamiliares con jardín”, éstas comenzaron a ser reemplazadas por gran cantidad de edificios con cocheras que impermeabilizan el suelo: es decir, se pierden metros y metros cuadrados de terrenos para la absorción de precipitaciones.
Si bien destacan la importancia de los procesos de transformación urbana, advierten que “para una ciudad que hace tiempo superó los 700 mil habitantes, el marco regulatorio vigente no siempre ha estado a la altura de las circunstancias” y lamentan que tanto el Código de Edificación como el Reglamento General de Construcciones datan de los años setenta y carecen de “criterios como la sustentabilidad ambiental”.
En ese sentido, mencionan que la Ley Provincial 8.912 de la cual se desprenden las reglamentaciones locales exige un mínimo de 40% de terreno libre para toda construcción urbana, pero no establece que dentro de esa reserva se establezca un mínimo de tierra parquizada o absorbente.
“Creemos que una revisión en este sentido, que imponga a toda nueva edificación un porcentaje de absorción ya sea en el terreno o en el techo, sería necesaria”, sostienen desde el Colegio frente a esllo.
En cuanto al suelo “impermeable” sumaron la vigencia de la Ordenanza 20.304 que, tras su promulgación en 2011 dota a cada unidad funcional de una plaza de estacionamiento vehicular, lo cual contribuye a mantener la carencia de espacios absorbentes y a la “impermeabilización del suelo urbano“. Además, indican que esa norme suele ir “en contra de la forestación” de los frentes.
De la misma manera, plantearon la necesidad de generar un “Plan de Manejo Ambiental” para tratar los humedales urbanos -habitualmente definidos como pequeñas zonas que subsisten en las ciudades como muestras de ecosistemas originales intervenidos- como áreas protegidas. “Cumplen la función ecosistémica de mitigar las inundaciones y recargar el acuífero con agua de lluvia necesaria para el consumo humano cuando no hay infraestructura suficiente”, recordaron desde la institución.
En relación a ello, plantean que es necesario fortalecer las políticas en torno al arbolado urbano. Es que, si bien rige el Código de Preservación Forestal (Ordenanza 9.784) que establece la obligación de de contar con un árbol cada cinco metros en el frente, advierten que muchas veces no se plantan especies adecuadas, principalmente algunas que no aportan sombra ni ayudan a disminuir la temperatura en verano.
(Foto: archivo / Qué digital)
Además, más allá de las zonas residenciales, advirtieron que en los paseos comerciales los propios comerciantes consideran los árboles como contraproducentes en términos de visibilidad y publicidad, aunque en algunos casos esa percepción está cambiando, y mencionaron como ejemplo el programa “Comemos afuera”.
Respecto del arbolado, además, mencionan no solo en los suburbios abiertos sino sobre todo en los barrios cerrados y reservas forestales del distrito “se talan árboles indiscriminadamente“.
En la semana en la que se conmemoró el Día de la Tierra, desde el Colegio remarcaron que el cambio climático vigente incide en la ciudad y se manifiesta en eventos meteorológicos de envergadura, por lo cual la presencia de terreno absorbente y arbolado urbano adecuado podrían “ayudar a regular mejor el clima y también evitar inundaciones“.
Sumando los efectos positivos que tendría una ciudad más verde en materia de turismo, desde el Colegio instaron al Municipio, como integrante de la Red Argentina de Municipios por el Cambio Climático (RAMCC) a implementar “políticas vinculadas a la protección ambiental y a disminuir los gases de efecto invernadero”, además de “hacer cumplir” las normativas forestales.
