Bajar o no bajar la edad de imputabilidad, ese es el dilema

Desde hace años, se debate en la sociedad qué hacer con los menores que delinquen, si bajar o no la edad de imputabilidad de los 16 años a los 14 o incluso a los 12. En 2009, el Senado le había dado media sanción a una ley para bajar esa edad, pero la Cámara de Diputados rechazó la propuesta. En Mar del Plata, el crimen del taxista Rubén Cufré, por el que fueron detenidos dos chicos de 15 años, hizo resurgir el tema que divide aguas entre vecinos, políticos y operadores del Poder Judicial.

La ley 22.278, creada en 1980 durante la última dictadura militar, fija que no es punible el menor que no haya cumplido los 16 años. En 2008, 28 años después de creada esa ley, empezó a funcionar el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil para investigar delitos presuntamente cometidos por menores de edad, sean o no imputables. Los cuatro fiscales del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil –Mariana Baqueiro, Marcelo Yáñez Urrutia, Carlos Russo y Walter Martínez Soto– charlaron con QUÉ acerca de si es necesario bajar o no la edad de imputabilidad.

Mariana Baqueiro: «No es la solución bajar la edad de imputabilidad, no soluciona la cuestión de fondo. Hay que hacer hincapié en la prevención comunitaria o social. Hace falta derivar el presupuesto necesario para ahondar más en las políticas públicas, no solo con planes sociales».

Mariana Baqueiro

»Los menores no punibles hoy en día son cada vez más precoces. Por eso, si pensamos que hay que bajar la edad de imputabilidad, habría que bajarla hoy por hoy a los 12 años, y esa no es la solución. Por eso insisto sobre la cuestión de prevención comunitaria, que lo que hace es trabajar con la familia para evitar justamente que se coloque en situaciones de riesgos o en conflicto con el sistema penal. La escuela tiene que ser el primer efector que detecte algún tipo de problema y trabajar en ese sentido y con todas las redes sociales que tiene el barrio».

»Hoy por hoy los centros de recepción, que no son demasiados, ya están colapsados. Caeríamos en dejar en libertad a menores porque no hay lugar o hacer habeas corpus porque no están dadas las condiciones edilicias. Más allá de eso, no soluciona la situación de fondo».

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Marcelo Yáñez Urrutia: «La solución no es bajar la edad de imputabilidad. Pero soy consciente de que toda reforma legal deriva de la política criminal, que es la demanda que tiene la sociedad de que ciertos aspectos de interés para la sociedad sean regulados. Lamentablemente, en este momento, la demanda social parece ser bajar la imputabilidad y, en ese sentido, yo respeto “la voz del pueblo”. Aunque internamente sé que no es la solución».

Marcelo Yáñez Urrutia

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Carlos Russo: «Creo que hay que bajar la edad de imputabilidad, cuanto menos a los 14 años de edad. En principio, una persona de 14 años de edad, sobre todo en hechos graves, como un robo calificado, homicidio o abuso sexual, comprende lo que está haciendo y en eso se basa la imputabilidad: comprender lo que se hace y poder dirigir sus acciones».

Carlos Russo

»En el plano analítico, para que una persona sea punible, primero debe ser capaz de comprender que lo que hace sea contrario a derecho. El segundo requisito es que pueda dirigir sus acciones acorde a esa comprensión. ¿Una persona de 14 años es capaz de comprender que matar o robar con un arma de fuego está mal? Yo creo que sí. ¿Es capaz de dirigir esa acción? Yo creo que sí».

»Cualquier edad que se fije como límite es arbitraria. Una propuesta de solución podría ser bajar la edad a 14 años o inclusive a 12, y entre la edad que se baja y los 16, efectuar una batería de análisis psicológicos y psiquiátricos en el acto, para determinar si esa persona es capaz de comprender que las acciones que realizó son contrarias a derecho y si es capaz de dirigir esas acciones».

»Ahí sí tendríamos una certeza en cada caso concreto de menores de entre 12 y 16 años para determinar si en el caso concreto la persona comprendía y si era capaz de dirigir las acciones».

»Siempre es arbitrario decidir un límite. Una persona se expone cuando tiene 16 años recién cumplidos a una pena y una persona que le falta un día para cumplir 16 años es inimputable. Es injusto, pero toda fijación de límites es injusta. Pero lo más justo sería establecer un límite más bajo, que pueden ser los 12 o 14 años, y en esa franja que va hasta los 16 años sí hacer una batería de análisis profundos para establecer si era capaz de comprender y dirigir su acción.

»Hoy por hoy vivimos una ficción legal que establece que los menores de 16 no son punibles. De esta otra manera, podría ajustarse la ley más a la realidad».

»Solo bajar la edad de imputabilidad no va a hacer que haya menos delitos. Sirve bajar la edad de imputabilidad para generar justicia en el caso concreto. Si es que el menor comprende y puede dirigir sus acciones. Tiene que estar acompañado de asistencia para reinsertarlo en la sociedad. Eso sí va a servir para que haya menos delincuentes mayores».

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Walter Martínez Soto: «Es muy complicado poder resolverlo. Tenemos que tener en cuenta que la vida y libertad son los bienes más preciados que tenemos. El bajar la edad puede ser factible, pero no es lo que la Convención del Niño establece, deja librado al Estado esa decisión».

Walter Martínez Soto

»No es la solución bajar la edad de imputabilidad, cuando arrancamos con el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, entendimos que esa posibilidad existía. Si hoy se bajara la edad, ¿a cuánto sería? No nos pondríamos de acuerdo. Hay menores de 14 años que delinquen y andan armados».

»No pasa por bajar la edad de imputabilidad, pasa por tener un Estado presente con políticas educativas, de salud en recuperación de la drogodependencia y brindarle a la familia las herramientas para que se pueda desarrollar dignamente».

»Ahora, si queremos tener una sociedad gobernada por pocos, donde las posibilidades estén reducidas, pongamos a todos presos, y mañana estarán todos presos. Y eso no sirve».

»En vez de preocuparnos más por bajar la ley de imputabilidad, habría que fijarnos mejor quiénes son los jueces y fiscales para que haya un control social distinto».

»Nos hace falta un planteo para saber qué queremos como sociedad y no es necesario que ese planteo venga del poder Ejecutivo o Judicial».

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