Boston: “Me dejaron afuera por luchar”, denuncia una trabajadora
Tras resistir el desalojo, Alejandra asegura que la Fonte D’Oro no contratará a todos los trabajadores del local de Varese y dice que los sindicatos, Gastronómicos y Pasteleros, la abandonaron.
El pasado viernes el secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), Luis Barrionuevo, confirmaba que los 14 trabajadores que mantuvieron la toma del local de la Boston ubicado en la zona de Varese –y que fueron desalojados la semana pasada- serán contratados por La Fonte D’Oro, la nueva firma que se hará cargo del local.
Sin embargo, Alejandra Blanco –una de las extrabajadoras, quien sostuvo la toma del local e incluso padeció el desalojo durante la noche– denunció que la nueva empresa no quiso contratarla debido a su participación activa en el reclamo y además dijo sentirse abandonada por el Sindicato de Pasteleros y también por el de Gastronómicos
En diálogo con QUÉ Digital, la trabajadora se mostró indignada con lo sucedido en las últimas horas, luego de que desde Uthgra aseguraran que La Fonte D’Oro se hará cargo del local de Varese y contratará al personal que había quedado a la deriva tras lo sucedido en los últimos meses.
“A uno de mis compañeros lo convencieron, le dieron otra posibilidad por medio del sindicato para que se callara. Y a mí me dejaron afuera, a mí no me toman. Le propusieron que me tomaran por tres meses y después me sacaran, cosa que pudieran poner que tomaban a todos los empleados porque Barrionuevo nos prometió en una reunión que iban a tomar a los catorce y eso no es así”, arremetió.
Notablemente molesta por lo sucedido, y cansada también luego de sostener la toma en uno de los locales, Alejandra se refirió al accionar de los gremios con representación entre los trabajadores, ya que algunos empleados son afiliados de Pasteleros y otros de Gastronómicos.
“Desde Gastronómicos me dicen que yo no soy de ese gremio, yo soy pastelera. Pero sí toman a una compañera mía de Pasteleros y a mí me dejaron afuera por dar la cara y luchar por mis compañeros”, cuestionó y dijo que su sindicato la abandonó: “Me largó la mano, ni siquiera fueron a discutir con la Fonte para que me tomaran”.
DE LA BANCA 25 A LA LUCHA EN SOLEDAD
Alejandra fue una de las trabajadoras que en julio de 2018 habló en el Concejo Deliberante en representación de quienes sostenían la lucha en las confiterías Boston, ante el vaciamiento por parte de los empresarios y las deudas salariales en relación a sus empleados.
Al recordar ese momento, la trabajadora dijo sentirse usada por el sindicato que conduce Mercedes Morro y que encabezó la lucha en la Boston: “Siempre estuve con ellos para poder sacar este conflicto adelante. En su momento, cuando hubo que dar la cara en la Banca 25, Mercedes fue quien dijo ‘Alejandra es buena luchadora, que vaya ella’. Entonces cuando pudieron me usaron. Y ahora nadie fue capaz defenderme”.
Alejandra en la Banca 25, en julio de 2018 (Foto: archivo / Gastón Benoffi)
Ante este escenario, la trabajadora se refirió a lo que sucederá con sus compañeros y aseguró que la nueva firma no tomará a los catorce empleados de Varese. “Van a tomar menos, si toman a cinco o seis es mucho. Yo le dije a los Gastronómicos que (en la Fonte) toman a la gente y después les pagan cómo se le antoja. Entonces tienen miedo de que yo haga un piquete”, denunció en relación a las condiciones labores en la reconocida cafetería.
Finalmente, y a la espera de la firma del nuevo contrato, Alejandra criticó al Sindicato de Pasteleros, ya que según advirtió en el momento en que a ella le confirmaron que no la contratarían, en lugar defenderla le recomendaron sumarse a la resistencia de los trabajadores que mantienen la toma en el local de Buenos Aires y Belgrano.
“No es así, ellos me tendrían que haber apoyado y defendido. Lo que pasa acá es que hay gente que tiene plata como el dueño del local de Varese, el dueño de Hotel Sainte Jeanne, que en su momento nos dijo que nos iba a sacar como delincuentes. Y nos sacó como en las peores épocas. Los trabajadores no somos nada, somos un número”, completó.
