Cabo Corrientes: tras el adiós a Gustavo, ¿qué pasa con sus gatos?
Este sábado fue la despedida del hombre que vivía en las rocas y falleció semanas atrás. Vecinos y vecinas siguen acercándose a alimentar a los felinos, mientras Zoonosis trabaja para reubicarlos.
La muerte de Gustavo, el hombre que vivía entre las rocas de Cabo Corrientes junto a una gran cantidad de gatos, generó no solo tristeza entre quienes lo conocían e incluso gustaban de charlar con él sobre filosofía, medio ambiente y religión, sino también preocupación respecto al destino de los más de veinte animales que –desde que el hombre fue encontrado sin vida- permanecen en la zona y llaman la atención de transeúntes, tanto marplatenses como turistas.
En ese marco, este sábado hubo un emotivo encuentro en el que un grupo de personas le dio el último adiós a Gustavo, ya que tras la correspondiente autopsia y una vez descartada cualquier posibilidad de que haya habido terceros implicados en su muerte, sus allegados eligieron homenajearlo esparciendo sus cenizas en el lugar que él había elegido: frente al mar.
Más allá de la pérdida física de Gustavo, muy conocido en la ciudad por su particular estilo de vida, ajeno a lo material y -según cuentan quienes lo conocieron- conectado con la naturaleza, su muerte dejó también incertidumbre respecto a qué sucederá con los animales –en su mayoría gatos- que pasaban los días junto a él.
En ese contexto, QUÉ Digital habló con autoridades del Departamento de Zoonosis municipal, tras haber recibido algunas denuncias de vecinos respecto a la presencia de personas sin identificar que comenzaron a “cazar” a los animales, que se encuentran sueltos entre las rocas de Cabo Corrientes. Además, vecinos de la zona cuestionaron también que con el paso de los días comenzó a generarse basura, ya que muchas personas dejan “recipientes de plástico, colchones y ropa vieja para que duerman los gatos, pero se mojan y no sirven”.
Gustavo, entre las rocas y con sus animales (Foto: archivo / QUÉ Digital)
Al respecto, el titular del área, Daniel Gagliardo, explicó que quienes se han acercado en las últimas semanas a la zona son voluntarias y proteccionistas que están trabajando de forma ad honorem, con el objetivo de castrar a los felinos para evitar que se sigan reproduciendo y luego darles tránsito para concretar una adopción responsable.
“Aquel que se asombra podría colaborar también, participamos Zoonosis y voluntarios. Los traen a Zoonosis, los operamos y van a distintos hogares de tránsito. El que quiera adoptar se puede acercar a Zoonosis y le damos la dirección de quienes los tienen en tránsito para que puedan adoptarlos”, expuso ante la consulta.
En ese sentido, y en relación a la falta de identificación de las y los voluntarios, Gagliardo puntualizó que “se trata de voluntarios de la vida que se dedican a algo particular” y que en ese marco, quienes se abocan a la causa en la ciudad “se conocen entre todos”. “Algunos (de los animales en Cabo Corrientes) no estaban en buenas condiciones y no estaban castrados. Que la gente se quede tranquila porque el que está ahí es porque tiene la voluntad de solucionar algo”, aportó el funcionario, quien dijo que ya fueron castrados doce animales y todavía resta revisar y atender a otros veinte.
Finalmente, y tras aclarar que Zoonosis no está abocado directamente a la búsqueda de los animales ya que tiene “personal acotado, una sola camioneta y jaula para capturar”, el referente del área destacó el trabajo de los voluntarios y proteccionistas, en especial teniendo en cuenta que “el Estado debería responder de otra manera pero no tenemos los insumos necesarios para estos casos”.
“Por eso, desde Zoonosis tenemos agradecimiento pleno a todo el voluntariado, a los proteccionistas que se están ocupando del tema”, completó Gagliardo, quien además invitó a aquellas personas que estén interesadas en adoptar –tanto a algunos de los gatos de Cabo Corrientes como a las decenas de animales que esperan un hogar- a contactarse con ellos a través de la página Zoonosis MDP Perritos en Adopción – Voluntariado.
