Cáncer de mama: la prevención, más allá del género
Pablo García, jefe del servicio de ginecología del HIGA, reparó en la importancia de los controles anuales en todas las personas y el “desafío” médico de llegar antes de palpar un bulto.
Como todos los años, el mes de octubre se tiñe de rosa con un claro objetivo: generar conciencia sobre el cáncer de mama, el tipo de cáncer más frecuente en todo el mundo y también en Argentina y Mar del Plata, sostuvo en diálogo con Qué digital Pablo Alberto García, ginecólogo, mastólogo, jefe del servicio de ginecología del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y docente en la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata. La importancia de su detección temprana, el “desafío” médico de llegar antes de palpar un bulto —de forma subclínica—, y por qué todas las personas —más allá del género— deben realizarse controles anuales.
“En Argentina, hay 20 mil casos de cáncer de mama por año y 7 mil mujeres fallecen por la enfermedad. Por lo tanto, hablamos de una enfermedad muy prevalente y de la necesidad de generar difusión. Hay distintas formas de diagnosticarlo y cuanto más precoz sea el diagnóstico, el tratamiento es menos agresivo y las posibilidades de curación son más altas”, detalló el especialista y aclaró que, de diagnosticarse en las primeras etapas, las probabilidades de curación superan el 90%.
La principal recomendación de las y los ginecológos y mastólogos, precisó García, es que la persona conozca sus propias mamas y se autoexamine por dos motivos: por un lado, por el hecho de saber realizarse el autoexamen y la importancia que ello implica a modo preventivo, y por el otro, porque “de esa manera se toma conciencia de realizar los controles mamarios”, aseguró.
En ese sentido, detalló que el autoexamen se debe realizar por fuera del período menstrual ya que “en ese momento las mamas suelen estar más hinchadas y doloridas” e incluso pueden llegar a palparse prominencias que generen falsas sospechas, por eso, el especialista advirtió sobre la importancia de “conocerse las mamas”.
Al momento de realizarse el autoexamen, la persona debe permanecer atenta a la presencia de un cambio en la coloración de la mama, la palpación de un bulto, la retracción de un pezón y la secreción de líquidos por fuera del período de lactancia. “Cualquiera de esos síntomas debe motivar una consulta inmediata“, advirtió García.
Pero más allá del autoexamen y el conocimiento de las mamas, el mastólogo priorizó los controles que se deben realizar de manera anual y periódica: “Lo que proponemos es que se haga un examen mamario con un especialista al menos una vez por año durante el transcurso de toda la vida”.
Por regla general, la ecografía mamaria comienza a realizarse desde temprana edad y no reemplaza a la mamografía, aclaró García, que es otro tipo de estudio que se realiza a partir de los 40 años y antes de esa edad en casos de antecedentes familiares de cáncer de mama o si la o el profesional lo solicita.
En el marco del mes internacional de la lucha y concientización sobre el cáncer de mama, la Municipalidad de General Pueyrredon lanzó una campaña a lo largo de todo octubre para realizar mamografías gratis en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (CEMA), ubicado en Pehuajó al 205. Con el objetivo de prevenir el cáncer de mama y realizarse los controles anuales, las personas interesadas podrán llamar al 147 de lunes a viernes de 9.30 a 20.30 y solicitar un turno para la mamografía gratuita.
Al ser consultado respecto a los niveles de controles que se realizan en el HIGA, García confirmó a Qué digital un aumento en la cantidad de consultas que “impresiona” al equipo y que asocia de manera directa a la pandemia por covid-19. “Todo quedó muy atravesado por la pandemia. Nos impresiona la cantidad de pacientes que vienen a hacerse controles. En su mayoría son mujeres que no se han hecho nada en los últimos dos, tres e incluso cuatro años. Hubo un rebrote en los controles pero porque no se hicieron durante la pandemia”, aclaró.
“Lamentablemente, lo que estamos viendo es que vienen no solo por controles sino por palparse nódulos en la mama, que en definitiva es el motivo de consulta más frecuente“. Sobre eso, detalló que, por lo general, para la instancia en la que el nódulo es palpable ya posee 2 centímetros o más por lo que “se diagnostica y procede con el tratamiento acorde”.
Sin embargo, el escenario ideal es “llegar antes”. Por ello, el desafío para el área de ginecología y mastología es detectar la enfermedad de forma subclínica a través de controles de rutina, en los que aún no se registra una evolución del caso: “El desafío es detectar la enfermedad antes de la aparición de un bulto. En esa instancia los tratamientos son menos agresivos y las posibilidades de curación mucho más altas”.
LA PREVENCIÓN, MÁS ALLÁ DEL GÉNERO
La prevención del cáncer de mama a través de consultas y controles médicos anuales es “indistinto al género de la persona”, aclaró García. Si bien el cáncer de mama en los hombres es menos frecuente, e incluso se estima de cada 99 mujeres un hombre con cáncer de mama, el especialista especificó que “en el hombre también existe y no estamos acostumbrados a examinarnos nuestras mamas y no debemos dejar de hacerlo”.
De la misma manera, las personas transgénero deben realizarse controles: “El hombre trans muchas veces está operado y una parte de su cambio físico incluye la mastectomía, pero aunque se haga siempre queda un poco de tejido mamario residual. Por eso, debe seguir haciéndose los controles al igual que el papanicolau, y de forma independiente a su estado hormonal”.
En el caso de las mujeres trans, agregó García, la aplicación de prótesis o de siliconas para aumentar el volumen mamario puede generar complicaciones que también deben ser atendidas por ginécologos o mastólogos y aclaró que “no deben dejar de hacerse los controles mamarios y ginecomamarios”.
