Caso Agustín Márquez: su familia lo busca hace un año y tres meses
Desde el 4 de junio del 2014 absolutamente nada se sabe de este jubilado de 68 años que vivía en Camet. Su hermano y su cuñada compartieron su historia con QUÉ y temen que “o lo hayan engañado o le haya pasado algo malo”.
Desde hace un año y tres meses nada se sabe de Agustín Márquez, un jubilado de 68 años que vivía solo cerca del acceso al Parque Camet. En su casa encontraron su ropa llena de barro tirada sobre el suelo. A la “pollería” que frecuentaba no volvió más. La joven con quien se cruzaba cuando tomaba el colectivo, nunca volvió a verlo. Su familia tiene más dudas que certezas, asegura que “nadie lo está buscando” y pide que “aparezca como sea”.
Agustín Márquez nació en Lezama -donde lo apodaron “Abuelo”- y se instaló hace varios años en Mar del Plata. Trabajó primero como albañil y luego en la fábrica de conservas de pescado Marbella, lugar en el que se jubiló. Es fanático de Boca, padece cataratas y diabetes, llevaba “una vida tranquila”, frecuentaba siempre los mismos lugares y desde el 4 de de junio del 2014 nada más se supo de él.
Esteban y Alicia, su hermano y su cuñada, son junto a Marisol (su sobrina) sus familiares más directos. Otro de sus hermanos falleció hace algún tiempo y ellos son hoy los encargados de llevar las riendas de esta búsqueda, aunque reconocen que “la policía no lo está buscando” y temen que “o lo hayan engañado o le haya pasado algo malo”.
NI UN SOLO RASTRO
La casa de Agustín está ubicada en Vulcán al 300, a metros del acceso al Parque Camet. De su humilde vivienda salía prácticamente todos los días con destino a un comercio que vende animales y alimento para mascotas ubicado en Luro y Guido. “Él se juntaba siempre con los chicos de la ‘pollería’, siempre andaba ahí”, contó Esteban, su hermano dos años menor.
No se veían seguido. Alicia recuerda haberlo visto en mayo, cuando lo acompañó a cobrar la jubilación. “Pasaron los días y la gente de la ‘pollería’ nos decía que le parecía raro que no fuera, hacía varios días que no pasaba por ahí. Entonces nos empezamos a preocupar”, relató la cuñada del hombre desaparecido.
Para llegar a este comercio Agustín tomaba un colectivo cerca de su casa. Respetaba un horario y era frecuente que se cruzara con una joven, a quien solo conocía por viajar en el transporte público, y quien también dijo no haberlo visto más desde entonces.
Fue recién el viernes 13 de junio que su familia radicó la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría séptima. La causa quedó en manos del fiscal Juan Pablo Lódola, aunque fue recién hace unos pocos días que recibieron una notificación judicial sin mayores especificaciones que la constancia de que Agustín Márquez se encuentra desaparecido.
“ALGO LE PASÓ”
La primera reacción que tuvo Esteban, también nacido en Lezama y a quien apodan “Zorro”, fue ir a la casa de su hermano en Camet. Llegó, encontró todo cerrado y volvió luego con un destornillador para forzar la puerta.
Así logró abrirla y pensó que -tal vez- encontraría a su hermano descompuesto, pero lo único que halló en la casa fue la campera y el pantalón que habitualmente usaba Agustín. “La ropa estaba embarrada, tirada ahí sobre el suelo, medio raro”, comentó.
El siguiente paso fue hablar con una vecina. Le dijo que “lo había visto hacía unos días” pero que no supo nada más de él.
Agustín no tenía enemigos ni deudas. Tampoco pareja ni hijos. “Yo creo que alguien le calentó la cabeza y se lo llevaron, no sé. No puede desaparecer así. Yo llamé al pueblo enseguida, pero no estaba allá. Él cada tanto se volvía, pero estaba vez no estaba. Algo le pasó”, dijo Alicia, su cuñada.
Si bien su familia no descarta que Agustín “se haya ido”, tampoco deja de desconfiar de un grupo de personas que vivía (o vive) detrás de su casa. “Pero no sabemos, son solo ideas nuestras, ya no sabemos qué pensar”, agregó la mujer de Esteban.
Hace algunos días la policía golpeó la puerta de la casa de este matrimonio. “Nos preguntaron si sabíamos algo de Agustín. Nos causó gracia que nos preguntaran porque son ellos los que tendrían que saber”, dijo su hermano. Los efectivos no traían noticias, datos ni avances. Solo preguntaron. “Acá no lo está buscando nadie”, agregó.
Alicia y Esteban no saben nada de Agustín. Marisol tampoco, pero cree que su tío puede haber tenido un final trágico, aunque no descarta ninguna posibilidad. Lo cierto es que Agustín Márquez hace un año y tres meses que no está. Pero también lo cierto es que Agustín Márquez, aunque su familia ni la policía lo sepa, seguro en algún lado está, aunque pocos lo estén buscando.
