Caso Antonella Rivero: “No les importó la muerte de mi hija”
Natalia Parodi, madre de la nena de 5 años atropellada hace 2 años y 4 meses por un camión municipal en Miramar, cuestionó la falta de colaboración del gobierno de General Alvarado. Además, dos funcionarios imputados optaron por no declarar.
A dos años y cuatro meses de la muerte de Antonella Rivero, causada por el conductor de un camión municipal de Miramar en pésimas condiciones, las causas judiciales exponen lentos avances. En la última semana, dos funcionarios imputados esquivaron la declaración a la que fueron citados y la madre de la menor, Natalia Parodi, cuestionó al Ejecutivo de General Alvarado por negarse a colaborar. “No les importó la muerte de mi hija, todo sigue igual”, dijo.
El 22 de mayo del 2013, como todas las mañanas, Natalia Parodi subió a su bicicleta junto a su hija (Antonella) de cinco años para llevarla al Jardín de Infantes Nº 902 de Miramar, ubicado a unas pocas cuadras de su hogar. Eran cerca de las 8 cuando un camión municipal con los frenos rotos según la pericia mecánica, sin VTV, con sus ruedas lisas y un limpia parabrisas literalmente atado con alambre, las chocó y las hizo caer cuando doblaban por la avenida 9. El camión pudo frenar recién en la esquina y segundos antes había rozado a otra madre.
Por el impacto, Natalia cayó hacia el lado de la vereda, sufrió una fractura en el sacro y estuvo cuatro meses sin poder caminar. Pero fue Antonella quien sufrió la peor parte: cayó hacia el otro lado, sufrió serias lesiones y una ambulancia la trasladó en estado inconsciente hasta el Hospital Municipal “Marino Cassano”, donde poco pudieron hacer por ella y finalmente falleció.
Por el hecho se abrieron dos causas judiciales: una en la Fiscalía Nº 11 de Delitos Culposos contra Juan Carlos Peralta, el conductor del camión, y otra en la Fiscalía de Delitos Económicos para determinar quién fue el responsable de que el vehículo municipal saliera en esas condiciones a la calle.
AVANCES: LENTOS Y MUY POCOS
La mamá de Antonella y su abogada Adelina Martorella explicaron en qué instancias se encuentran hoy las causas judiciales.
Meses atrás la Justicia le negó a la mamá de Antonella la posibilidad de ir a juicio y le dio la probation a Juan Carlos Peralta, de 59 años, quien al día de hoy conserva su licencia, continúa manejando y la condena que impulsó el fiscal del caso, Pablo Cistoldi, consiste en negarle conducir y someterlo a un curso de manejo. (“La vida de mi hija no se paga con un curso de manejo”) Esta causa está en un estado de apelación.
Por otro lado, respecto de la causa iniciada en la Fiscalía de Delitos Económicos, que quedó en manos del fiscal David Bruna y que involucra -entre otros funcionarios- al exintendente de Miramar Patricio Hogan, la representante legal de la víctima expresó: “No encontramos voluntad ni cooperación de la actual gestión ante la documentación exigida por la Fiscalía. Por eso recurrimos a la Justicia de Garantías para poder acceder a esa documental”.
Lo que Adelina Martorella indicó es, concretamente, que cuando se le requirió documentación al Municipio para avanzar en la causa, la actual gestión -a cargo del intendente Germán Di Cesare– debió ser presionada por la Justicia de Garantías para acceder a brindar esa información, que -en teoría- es pública.
Gracias a esa documentación se pudo constatar que el encargado del corralón municipal era Mariano Auriti Primavera y que el responsable del área de gestión del Parque Automotor al momento del hecho, era Germán Fernández.
Las últimas novedades indican que días atrás, luego de ser convocados por la Justicia, Germán Fernández se negó a declarar. Por su parte, el encargado del corralón, Mariano Auriti Primavera, directamente no se presentó. Los dos quedaron imputados por omisión del cumplimiento de los deberes de funcionario público.
“TODOS LOS VECINOS DE MIRAMAR SON POTENCIALES ANTONELLAS”
La cuestión de fondo, sin embargo, es el estado en el que continúan funcionando los camiones del gobierno de Miramar. Según la abogada Martorella, “de los 116 vehículos que tiene la Municipalidad de General Alvarado solo 44 están en condiciones de circular”.
El hecho de que “los camiones sigan hoy circulando de la misma manera” le hace pensar a Natalia Parodi que la muerte de su hija Antonella, de cinco años, “no le importó a nadie”. “Es una falta de respeto que anden todavía así porque pasó lo de Anto y fue como si nada hubiera pasado, pero murió mi hija”, agregó.
Natalia Parodi entiende y repite que la muerte de su hija se podría haber evitado si la flota municipal de camiones se hubiese encontrado en buen estado. Por eso repudia que tras el impacto que le quitó la vida a Antonella, “salieron corriendo a hacerle la VTV a los vehículos, pero después no lo hicieron más”.
Entonces, su abogada se pregunta: “¿Como es que teniendo el caso de una nena muerta de 5 años no se hayan encargado de mandar por lo menos a hacerle a la VTV a los camiones?” y luego advierte que hoy “todos los vecinos de Miramar son las potenciales Antonellas”.
DOS AÑOS VACÍOS
Recién cuatro meses después del hecho, Natalia pudo volver a caminar tras la fractura en el sacro que le provocó el impacto. Ya para entonces, se vio inmersa en un mundo de pasillos judiciales, marchas en la calle para exigir justicia por su hija, un cartel con la foto de Antonella con una mueca pícara (cuenta su mamá con una sonrisa que era “muy compradora” y “un poco chanta”) y también abogados, fiscales, notas en los medios de comunicación y un dolor diario que jamás ella ni su familia pensaron que podrían vivir.
Pasaron dos años y cuatro meses de la muerte de su hija y afirma que no se detendrá hasta encontrar justicia, aunque hay algo que tiene muy en claro: “Queremos llegar a juicio. En realidad, lo que yo quiero es que me la devuelvan a ella, pero nadie me la va a devolver”.
