Ciberbullying: acoso encubierto entre espectadores pasivos
El anonimato y la viralización del hostigamiento que se vuelve público son características de los nuevos escenarios de violencia. Roberto Curri, especialista en tecnología, habló de cómo generar conciencia para atender esta reversión del bullying.
Según estudios nacionales, los argentinos miramos el celular cada 7 minutos. Buena parte de los nativos digitales, niños y adolescentes que nacieron en la era digital, no tiene conciencia de cómo era relacionarse de otra manera que no sea a través de la tecnología ni la nostalgia de los tiempos analógicos. La violencia, como factor social, no escapa a la tecnología, sino que se camufla a través del anonimato de la pantalla y se expande entre “espectadores pasivos” del fenómeno conocido como ciberbullying.
Prácticamente ya no se “entra” o se “sale” de Internet. Las redes sociales, las distintas plataformas virtuales y los dispositivos como tablets y smartphones permiten estar conectados -y a la vez expuestos- durante todo el día (el 60% de los argentinos duerme con el teléfono en la cama). En este contexto se generan “nuevos escenarios de violencia” y varios interrogantes: ¿Cuál es el rol de los padres? ¿Y el de los docentes? ¿Cómo generar conciencia? ¿Cómo prevenir el ciberbullyng?
El bullying no es un fenómeno nuevo, de hecho se estudia desde los años ’70. “Con las tecnologías y la mayor exposición, esto vuelve a potenciarse y se convierte en otro fenómeno que se denomina ciberbullying, que son dos caras de un mismo proceso”, explicó Roberto Curri, especialista en las nuevas tecnologías.
Roberto Curri, integrante del programa El Mapa Digital, brindó el pasado jueves en el nivel cines del shopping Los Gallegos una charla denominada “Ciberbullying: nuevos escenarios de violencia”, junto al defensor del Pueblo Fernando Rizzi y Mauro Guerrero, de la empresa PC Box.
“La virtualización camufla la violencia indirecta. Da un anonimato para soslayar un acoso que no se da en forma directa como en el bullying”, dijo el especialista y advirtió que la viralización de esta forma de violencia se da ante “espectadores pasivos” con fotos y videos que circulan rápidamente a través de las redes sociales y grupos en distintas plataformas.
Perfiles falsos para atacar desde el anonimato, alteración intencional de fotos y videos para hostigar a otros, publicaciones en redes sociales, mensajes privados con tono amenazante y “un acoso que se vuelve público”, son ejemplos concretos de casos de ciberbullyng, fenómeno con consecuencias que van de lo traumático a lo trágico.
EL ROL DE LOS PADRES Y LOS DOCENTES
El manejo de la tecnología que hoy tiene un chico de -por ejemplo- 12 años seguramente será ampliamente mayor al que tienen sus padres. “Esa brecha genera un desafío para comprender qué hacen los chicos en internet”, señaló Curri en primer término y compartió algunas herramientas de prevención.
En ningún área de la vida de los chicos sus padres están presentes al 100%, sería prácticamente imposible, pero sí se puede trabajar sobre la concientización tanto en la escuela como en el hogar:
-Promover el uso responsable de la tecnología en sí como herramienta de comunicación.
-Dialogar sobre la importancia de que los chicos no suban cualquier dato a internet o se conecten con desconocidos.
-Uso responsable de la imagen: que sepan que cuando están subiendo una foto va a quedar almacenada y la pueden usar otras personas.
“Los docentes tienen un papel tan preponderante como los padres. El principal desafío que tenemos es no dar como una situación normal que los chicos se cargan o se atacan, se agreden entre ellos, añadió.
A su vez, Curri remarcó la importancia de que los padres busquen comprender en mayor medida la tecnología; trabajen en la concientización y establezcan que los chicos utilicen los dispositivos en zonas del hogar compartidas por los adultos, aunque “eso dependerá de las edades”, aclaró.
Lo importante, remarcó, es “no quedarse con el hecho de que pertenecemos a generaciones distintas” y atender la problemática sin naturalizar su existencia.
“ESPECTADORES CÓMPLICES”
A través de internet, además del ejercicio anónimo de la violencia, el acoso “se vuelve público” y se replica, se expande, se viraliza.
“Se graban situaciones en video para multiplicarlas e incorporar a otras personas que terminan participando como espectadores pasivos y cómplices del ciberbullying”, añadió Roberto Curri en ese sentido y advirtió que en el actual contexto, “la tecnología refuerza el bullying que ya se hacía en muchos casos”.
De todas maneras, señaló a su vez, “estos ataques son el reflejo de un contexto social en el que la violencia es parte nuestra, con distintas interpretaciones: la tecnología es absolutamente beneficiosa desde la comunicación y las nuevas posibilidades que ofrece, pero a la vez es la visión más apocalíptica que replica y potencia actitudes violentas”.
