Justicia: “Es inviable la reforma sin edificios en condiciones”
Los trabajadores del Poder Judicial cuestionan la reforma que impulsa Vidal. “Pide que la Justicia dé respuestas razonables pero trabajamos hacinados, en oficinas que se inundan y ascensores que se traban”, aseguran desde la AJB.
La reforma judicial que días atrás impulsó la gobernadora María Eugenia Vidal no cayó bien dentro de los trabajadores del Poder Judicial de Mar del Plata, que hace años esperan que se concrete la postergada construcción de la “Ciudad Judicial”, un proyecto “frenado” hace casi diez años por la “falta de voluntad política del gobierno”.
La semana pasada, mientras Vidal anunciaba el envío a la legislatura bonaerense de tres proyectos de ley que comprenden una “reforma integral de la Justicia de la provincia de Buenos Aires” -uno correspondiente al procedimiento laboral, el otro referente al Código Procesal Penal orientado a la víctima y el restante sobre la reforma de selección de magistrados-, la fuerte lluvia en Mar del Plata volvió a dejar en evidencia el mal estado de los edificios del Poder Judicial.
El Juzgado de Familia N°1 y el Juzgado Civil N°14, entre otras dependencias, volvieron a sufrir la entrada de agua a los edificios y los trabajadores, una vez más, volvieron a correr para poner a resguardo la documentación mientras sacaban el agua en forma precaria utilizado baldes y trapos de piso.
“Vidal habla muy pomposamente de la reforma que hay que hacer en el Poder Judicial para que la Justica brinde respuestas razonables, pero ni siquiera tenemos edificios en condiciones para albergar a las dependencias judiciales y para brindarle un confort mínimo a cualquier persona que venga a hacer un trámite”, analizó Mariano Fernández, secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense de Mar del Plata, en diálogo con QUÉ Digital.
La estructura del Departamento Judicial Mar del Plata está distribuida en 32 inmuebles que el Poder Judicial alquila. Todos ellos en la práctica son antifuncionales, ya que claramente sus estructuras no están previstas para la labor judicial y el presupuesto para su mantenimiento resulta por demás insuficiente.
En la mayoría de estos inmuebles hay humedad, grietas en las paredes, el cielo raso está descascarado, los empleados judiciales trabajan hacinados, con poca luz y deben archivar los expedientes en improvisados muebles que obstruyen el paso.
En buena parte de los edificios hay baños clausurados y sin luz, ascensores que dejan de funcionar o que se electrifican regularmente. Los matafuegos en algunos casos están ausentes -igual que la calefacción-, las mesas de entrada se llenan de agua cuando llueve fuerte y los archivos se humedecen. Hay paredes rotas, caños con pérdidas, documentos archivados en cocinas y escaso mobiliario.
“Es una situación generalizada, hay de sentido común que falla”, resumió el titular de la AJB de la ciudad, quien explicó que cada vez que los problemas edilicios salen a la luz, lo único que hay “son soluciones transitorias”, mientras que “la precariedad edilicia se replica en todos los fueros”.
Los 32 edificios del Poder Judicial en la ciudad vuelven más lento al funcionamiento de la Justicia. Por eso, “en vez de pretender grandes reformas empecemos por la infraestructura si queremos hablar de un Poder Judicial que esté a la altura de las circunstancias que pueda dar respuesta en un tiempo razonable, porque parte del tiempo se pierde llevando de un edificio a otro por toda Mar del Plata los distintos expedientes”, explicó Mariano Fernández.
Para buena parte de los trabajadores del Poder Judicial de Mar del Plata, la Ciudad Judicial sería la solución definitiva.
Sin embargo, el secretario general de la AJB explicó que “para la política local no es una prioridad la Ciudad Judicial y mucho menos para Vidal”. De hecho el ministro de Justicia bonaerense les reconoció a los trabajadores judiciales que “no era prioridad para la obra pública provincial la construcción de la ciudad judicial”, y si bien hace un mes volvieron a reunirse, la concreción del proyecto parecería estar lejos.
Fernández advirtió además que el problema que genera la distribución de los edificios y su mal estado “se minimiza porque se circunscribe a que es un problema de trabajadores judiciales, de abogados y jueces”, pero de inmediato aclaró que por esas mismas dependencias “transitan cientos de personas a diario que vienen a hacer algún trámite judicial y pasan frío, no tienen sillas, se quedan trabados en los ascensores, no saben adónde ir porque los edificios están todos desperdigados por la ciudad”.
Por último, el titular de la AJB reconoció que “así la Justicia no puede dar respuestas rápidas y eficientes” y advirtió que “indudablemente la solución definitiva es la Ciudad Judicial”, ya que “sin edificios en condiciones es inviable la reforma que propone Vidal”
