Con cautela, hoteleros destacan una “buena” primera quincena en Mar del Plata
Desde la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica (AEGH) trazaron su balance. Las medidas económicas y el impacto de la tercera ola de coronavirus.
Con cautela pero sin dejar de reconocer que hasta el momento la temporada de verano en Mar del Plata es “buena”, así califican desde el sector hotelero y gastronómico lo acontecido en la primera quincena de enero a modo de balance. Las medidas económicas y el impacto de los contagios y los aislamientos en el sector en el marco de la tercera ola de coronavirus.
En diálogo con Qué digital, Jesús Osorno, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica (AEGH), trazó un balance de las primeras dos semanas del año, con una positividad moderada: “Trabajamos bien. Quizás nos inflamos mucho de expectativas en los meses de octubre, noviembre y diciembre, con una muy buena pretemporada y primavera. Pero antes de la tercera ola nos habíamos preparado para un 100% de ocupación y la primera quincena estuvo alrededor del 70%. La ola de coronavirus hizo cancelaciones, complicó un poco”.
“Uno siempre es un poco ambicioso y por cómo venía la cosa pensábamos que íbamos a estar llenos, pero en las primeras semanas hubo habitaciones libres en todos los hoteles. Igual no podemos dejar de ver que es una buena temporada“, continuó.
De cara al mes de febrero, aspiran a que la situación epidemiológica acompañe al igual que el clima para que esa recuperación del sector continúe: “Todavía enero no explotó, venía acelerando pero con esta oleada de coronavirus se paró. Yo creo que la decisión a último momento siempre juega, aunque también nos frenó un poquito el comienzo de clases antes en Capital Federal. Si el tiempo nos acompaña y tenemos una levantadita podemos tener un muy buen febrero“, anticipó.
De todos modos, se mostró en desacuerdo con las declaraciones reiteradas de funcionarios en torno a que se trata de “la mejor temporada en diez años” y pidió cautela: “Yo la temporada la cuento en Semana Santa, porque pueden pasar muchas cosas. Y con diez días de temporada no arreglás dos años complicados. Si tuviésemos rentabilidades tan altas se harían hoteles en Mar del Plata cuando hace 30 años que no se hacen nuevos hoteles”, afirmó.
De todos modos, destacó el rol del Estado a la hora de garantizar recursos económicos y beneficios fiscales desde el inicio de la pandemia, como el 25% de bonificación tributaria decretada esta semana desde ARBA: “El Estado nos ayudó y mucho. El Municipio acompañó y nos dio exenciones de tasas porque evidentemente no estábamos trabajando, y si bien el Estado Nacional nos ayudó con el ATP, nos hicimos cargo del 50% de los sueldos. Y de la Provincia esperamos que se reglamente la exención del 2020 y 2021, y ahora la bonificación del 25%. Cuando lo reglamenten será importantísimo“, sostuvo.
LA SITUACIÓN LABORAL
Tal como sucede en otras actividades como los taxis, la pandemia generó una migración de mano de obra hacia otras actividades y eso impactó a la hotelería: “Es difícil que un cocinero que se hizo su microemprendimiento vuelva. Después formar un cocinero o conseguirlo cuesta. O una recepcionista que tomó otra actividad u otra rama, también toma su tiempo. En su momento cuando pedíamos personal era porque faltaba“.
Es que, previo a la temporada, desde la Asociación habían decidido lanzar una “bolsa de trabajo” en busca de recomponer la masa de trabajadores que se habían desvinculado durante la pandemia, aseguran, por haber elegido otra actividad para subsistir.
Otra de las cuestiones que hacen a las y los trabajadores de la hotelería y la gastronomía -al igual que otros sectores- es la ola de contagios y los aislamientos por contactos estrechos o casos confirmados, aunque ya la normativa fue modificada. Semanas atrás, desde el gremio del sector aseguraban que había cerca de 3.500 empleados en esa situación.
Al respecto, Osorno indicó -tal como lo señalaron en su momento desde el gremio- que no hubo conflictos laborales producto de los aislamiento pero que sí afectó a “un 30% en promedio” de los trabajadores del sector. “En lugares chicos muchas veces tuvo que salir la familia a cubrir puestos o incluso tuvieron que cerrar unos días por falta de personal“, reconoció.
