Condiciones de detención, el lado sórdido del sistema Penal
La muestra fotográfica presentada por la Comisión Provincial por la Memoria exhibe fotografías y testimonios de cómo viven los presos en la Unidad Penal 15 de Batán entre torturas, violencia y suciedad.
Según datos oficiales del Ministerio de Justicia, en la provincia de Buenos Aires hay unos 27.000 presos repartidos en 54 cárceles. Los presos son personas condenadas, las cárceles centros de detención, como la Unidad Penal 15 de Batán, que la muestra fotográfica presentada por la Comisión Provincial de la Memoria en el Teatro Auditorium tomó como ejemplo para exhibir las condiciones de vida de los detenidos y generar reflexión en la sociedad de lo que sucede adentro de los muros a los que perdieron la libertad.
La muestra, que se podrá recorrer hasta el 28 de agosto de martes a domingos de 16 a 20, está ubicada en el Espacio Circular, es parte de la iniciativa “Celda Itinerante”, un proyecto de intervención comunitaria que nació en el año 2013, entre cuyos principales propósitos figura la creación de un ámbito de reflexión y debate respecto de la violencia institucional, con énfasis en aquella que se ejerce en el ámbito carcelario.
Las fotografías que aquí se exhiben fueron tomadas por Juan Tapia, Carolina Ciordia y Ricardo Mendoza y forman parte de una muestra permanente que integra el espacio -junto con una réplica arquitectónica de una celda de la Unidad Penal n° 15 y un mural del artista marplatense Felipe Giménez-, que actualmente funciona en el Espacio Faro de la Memoria.
Si una conclusión se puede sacar rápida luego de ver la muestra fotográfica sobre las condiciones de detención en las cárceles es que los presos viven mal, realmente mal: baños que no funcionan, requisas violentas, torturas, comida escasa y en mal estado.
Las imágenes son acompañadas por datos precisos y testimonios de personas privadas de su libertad sobre las condiciones materiales de detención en la Provincia de Buenos Aires, extraídos del último informe anual de la Comisión por la Memoria (El sistema de la crueldad XI, 2015).
“El baño no anda y tuve que sacar materia fecal con la mano. Me baño con botellas vivo como cavernícola”, dice uno de los testimonios. “Entran ratas por el pasaplatos. El agua de la canilla sale amarilla”, grafica otro.
“Las fotos ilustran, apenas, las degradantes condiciones materiales de detención. Ello se traduce en una vulneración masiva y sistemática de los derechos de las personas detenidas, con su consecuencia de patrones de tortura y elevadas tasas de muerte”, explicaron los integrantes del Colectivo Celda Itinerante.
Buzones – Camilo Blajaquis
Desazón. Impotencia que quema. Moretones
La celda es hermética, no penetran los sonidos.
Nervios. Ganas de fumar. Desesperación. Odio.
Nombre, apellido, delito, contesto por vigésima vez en el día.
¿A quién le importan los sueños? ¿Qué pueden cambiar?
¿Acaso los verdugos no sueñan también?
Los guevaristas lo que menos tienen
es la sensibilidad del Che.
Me dicen que la salida es la revolución,
yo en la revolución veo sangre,
en esa sangre veo dolor, dolor es lo que yo siento
y no se lo deseo a nadie, pero a nadie.
Desnudo. Temblando. Frío… mucho frío.
Los golpes van dejando de doler
para empezar a quemar.
Rezo que se hayan cansado de pegar.
Quieren hacerme un monstruo pero yo soy poeta
Podría ansiar matarlos, pero prefiero escribir.
La puerta sigue ahí… cerrada.
La libertad sigue ahí… ausente.
Poema que acompaña la muestra
