Costa Azul: cansadas de esperar respuestas, presentaron un amparo por el boleto estudiantil
Las familias buscan que tanto la Provincia como los municipios y la empresa restituyan los pases tal como los percibían en noviembre de 2019.
Cansadas de esperar respuestas de las autoridades provinciales y municipales, pero sobre todo ante una situación económica acuciante, las madres de los alumnos y alumnas de los barrios cercanos a los límites municipales decidieron presentar un recurso de amparo ante la Justicia con el objetivo de obtener de alguna manera la restitución del boleto estudiantil que la empresa Costa Azul quitó al tomar los recorridos de El Rápido del Sud.
Con el regreso a la presencialidad y ante la carencia de gestiones eficientes para garantizar los pases gratuitos para más de 500 estudiantes de barrios y localidades como Playa Serena, Playa Chapadmalal, El Boquerón o Coronel Vidal, a las familias no les quedó otra opción que recurrir a la Justicia ante lo que califican como un derecho vulnerado.
Puntualmente, las familias de los barrios de la Ruta 11 se asesoraron legalmente y, exponiendo también la situación de las rutas 2 y 88, presentaron un recurso de amparo a través del cual solicitaron, tanto a la Provincia como a los municipios de General Pueyrredon, General Alvarado y a la empresa, que restituya los pases estudiantiles tal como los percibían en noviembre de 2019, hasta que la firma Costa Azul-12 de Octubre, propiedad del polémico empresario Juan Inza, suprimiera el beneficio amparándose en la falta de regulación al tratarse de un servicio provincial, tras hacerse cargo de los recorridos concesionados anteriormente por El Rápido del Sud.
Frente a esta situación, desde el segundo semestre de 2019 las familias están luchando por la restitución del boleto estudiantil. Es decir, casi dos años en los que no se tomaron medidas concretas por parte del Estado para hacer que la empresa disponga de la gratuidad para los estudiantes de las escuelas.
En consecuencia, familias como la de Laura, de Playa Serena, cuya historia fue descrita por Qué digital, quedaron desamparadas y obligadas a pagarle a la empresa 800 pesos por día para que sus dos hijos acudan a una escuela agraria.
“Las madres de los alumnos que se quedaron sin el boleto han presentado reclamos, se han manifestado, han hecho reclamos presenciales en los municipios como por las redes sociales, fuimos a la Defensoría del Pueblo de Mar del Plata y de Miramar. Pero bueno, sin ninguna novedad”, enumeró la abogada que las representa, Ana Ciantino.
La presentación recayó en el Juzgado Civil y Comercial Nº 16, a cargo de Alejandro Almenta, por lo que ahora las madres esperan que el juez a cargo dicte los pasos a seguir, posiblemente con una audiencia de mediación.
La situación, económicamente insostenible para familias de clase trabajadora que ante el cambio de empresas y de autoridades se encontraron con un panorama totalmente distinto al que históricamente tenían las comunidades educativas de la zona sur y oeste, generó la búsqueda por todos los medios de lograr la empatía de las y los funcionarios competentes o con posibilidad de gestionar. Tampoco faltaron las marchas y bloqueos en la terminal o junta de firmas. Pero nada alcanzó y ahora esperan lograr por la Justicia lo que hasta el momento les fue negado.
El conflicto se inició en 2019 cuando dieron de baja a la empresa El Rápido del Sud de los servicios que brindaba entre Mar del Plata y algunas localidades vecinas. Esos servicios eran utilizados por las familias de los barrios más alejados del centro para enviar a sus hijos e hijas a colegios de otros barrios o incluso otras localidades, con pases otorgados por la empresa.
Sin embargo, al tomar los recorridos que unen a la ciudad con localidades de la Ruta 11, 2 y 88, la empresa 12 de Octubre-Costa Azul se negó a otorgar esos pases, amparándose en que se trata de un servicio de media distancia, provincial, y que no tiene una normativa vigente que la obligue a ofrecerlo como sí ocurre en los de corta distancia.
En el medio, las familias tuvieron el cambio de autoridades a nivel nacional, provincial y municipal y, más allá de avances a principios de 2020, luego todo volvió a foja cero con la paralización que supuso la pandemia, por la cual además los estudiantes dejaron de concurrir a las escuelas.
Además, a la falta del boleto estudiantil, también se suma la falta de frecuencias ante los insuficientes servicios que implementó la empresa tras el reinicio de los servicios de media distancia, lo cual incluso hace que estudiantes queden varados por cumplimiento del aforo en las unidades.
El inicio del ciclo lectivo 2021, entonces, encuentra a estas familias prácticamente igual que en 2019, a pesar del tiempo transcurrido y las gestiones que exigieron durante todo este tiempo. Lo único que sí cambió es el poder adquisitivo de las familias que, en medio de la crisis, deberán pagar altísimas sumas a la empresa solo para que sus hijos e hijas puedan ir al colegio.
