Costureras precarizadas: una volanteada a modo de denuncia
Las trabajadoras que se desempeñan de manera irregular realizan una actividad de visibilización en Córdoba y San Martín. “Hay una ley que regula el trabajo a domicilio encajonada y oculta”, advirtieron.
Con el objetivo de denunciar a una de las empresas que precariza a las costureras que se desempeñan desde sus hogares, en negro y sin ningún tipo de beneficio, el Sindicato Argentino de Trabajadores a Domicilio Textiles y Afines –en conjunto con la CTA- realiza este lunes una volanteada en Córdoba y San Martín, en inmediaciones de Genoa, una reconocida casa de tejidos.
“Una ley no nace porque sí, nace en la necesidad de regular aspectos sociales económicos culturales, que tienen que ver con la convivencia y el sustento de una sociedad”, apuntó Mónica Basterrechea, trabajadora precarizada y secretaria general del gremio que nuclea a las miles de costureras que, desde sus casas y en soledad, luchan por hacer cumplir sus derechos.
En ese sentido, el sindicato decidió manifestarse y realizar una volanteada en Córdoba y San Martín, en inmediaciones de uno de los locales de la reconocida casa de tejidos Genoa, que es una de las empresas que contrata y precariza a las costureras. El gremio cuenta con el apoyo de la CTA Autónoma, dado que semanas atrás se incorporaron a la central que nuclea a los sindicatos.
“Hay una ley que regula el trabajo a domicilio encajonada y oculta a toda la sociedad marplatense y a todo el país; la ley 12.713 de trabajo a domicilio da los derechos laborales a quien desempeña el honesto oficio de confeccionar para terceros y yo hace años que lo hago como muchas y muchos obreros textiles”, apuntó la dirigente gremial, sobre el reclamo.
Ante este escenario, y dada la necesidad de que la comunidad marplatense conozca la realidad que viven miles de hombres y mujeres precarizados por grandes empresas, el Sindicato Argentino de Trabajadores a Domicilio Textiles y Afines decidió salir a la calle para que las cosas cambien. “Le reclamo a Genoa mis derechos: cinco años trabajando desde mi domicilio, con mis hijos, en negro y con precios muy bajos”, completó Mónica.
