Crimen de Lucía: “Uno nunca espera la muerte de un alumno”
Tras el homicidio de la joven de 16 años, la comunidad educativa de la Escuela Media Nº 3 atraviesa momentos difíciles. Respecto a la venta de droga en inmediaciones de la escuela, los directivos aseguran que “no había un registro visible de esa situación”.
El aberrante homicidio de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años que falleció el fin de semana tras haber sido violada y torturada por al menos dos hombres, impactó fuertemente en la comunidad educativa de la Escuela Media Nº3, dado que la joven era alumna del establecimiento. En ese marco, los directivos aseguraron que “no había un registro visible” ni denuncias respecto a la venta de droga en inmediaciones del establecimiento o la presencia de dealers en la zona.
Marcela Páez es secretaria gremial de Suteba y quien, en representación del gremio, viene trabajando con los directivos de la Escuela Media Nº3 desde el momento del crimen. “Uno nunca espera la muerte de un alumno”, aseguró la delegada y docente, en relación al impacto del homicidio en la comunidad educativa en su totalidad.
En ese sentido, y en cuanto a la existencia de denuncias o situaciones sospechosas en relación a la venta de droga cerca de la escuela –dado que Lucía conoció a sus asesinos, según la fiscalía, tras ponerse en contacto con dos dealers en inmediaciones al establecimiento-, Páez reparó en la sorpresa que generó esta revelación.
“He tenido conversaciones con el director ni bien tomamos conocimiento de lo que pasó, ellos están hiperconsternados”, advirtió la docente, al tiempo que precisó: “Llaman la atención los comentarios, porque lo que nos manifestaron es que no había un registro visible de esta situación y nosotros tampoco tenemos conocimiento de que pase en otras escuelas”, apuntó respecto a la venta de droga.
Sobre esto último, Páez consideró que “la escuela es una caja de resonancia de los conflictos que se dan en los territorios” y entendió que por eso “a veces florecen cosas que tienen que ver con cuestiones previas territoriales”. “Pero literalmente nunca hemos tomado conocimiento de esta información, no hemos tenido denuncias por kioscos o algo así. Lo cierto es que no hemos tenido intervenciones directas, por ahí los chicos traen alguna información, pero no hay versiones literales ni concretas”, apuntó, sobre la situación general.
EL ABORDAJE DE UNA TRAGEDIA EN LAS AULAS
Consultada respecto a cómo se aborda una tragedia de esta magnitud en las aulas, la representante de Suteba hizo hincapié en el rol que tiene la Jefatura Distrital y en los protocolos de actuación definidos a nivel provincial y nacional. “Es un momento muy difícil y hay dos planos, el normativo y el afectivo. En cuanto a lo primero, hay una guía de intervención de conflicto, hay orientaciones ante determinadas situaciones y la educación tiene mecanismos para contener a los alumnos y a los profesores”, destacó y entendió que más allá de eso -y del rol que cumplen los equipos de orientación de las escuelas- el trabajo es interdisciplinario.
En relación a esto, la docente explicó que el foco está puesto en el curso al que asistía Lucía y la contención de sus compañeros. “Se pone la mirada en el curso, que es lugar donde se pueden disparar otro tipo de situaciones, porque además son adolescentes y es una edad conflictiva también”, graficó, al tiempo que ahondó en el rol de los docentes y directivos: “Si bien los compañeros directores trabajan con profesionalidad, los profes están destruidos, porque son situaciones difíciles; uno nunca espera la muerte de un alumno y cada vez que se atraviesa por eso es muy complejo”.
