Crisis de Garbarino: en Mar del Plata, los trabajadores tomaron el local
Se trata de la sucursal ubicada en Rivadavia entre La Rioja y Catamarca. Reclaman por el cobro del aguinaldo y tres meses de sueldos impagos.
Cansados de la falta de respuesta por parte de los responsables locales de la firma y ante la gravead que reviste el estar tres meses sin cobrar salarios, y mucho menos el aguinaldo, trabajadores de la empresa Garbarino decidieron tomar las instalaciones de Mar del Plata ubicadas en Rivadavia entre La Rioja y Catamarca, en el marco de un conflicto que se agrava a nivel nacional.
En las últimas horas, la toma fue confirmada por el Sindicato de Empleados de Comercio Zona Atlántica, quienes se encuentran acompañando la medida de fuerza iniciada por los más de 30 empleados que tiene la firma en la ciudad. Así, este viernes la sucursal amaneció con las persianas bajas y los trabajadores en su interior.
“En el día de ayer, por la falta de pago de los salarios de abril, mayo y junio y aguinaldo, tomamos la decisión por lo menos en Mar del Plata de ir incentivando la toma del establecimiento producto de la falta de pago”, explicó el secretario gremial del SEC, Darío Zunda, quien adelantó que solo se destrabaría en caso que la empresa resuelva “por lo menos adelantar una parte importante de los 200 mil pesos de salarios que deben”.
El conflicto es de escala nacional al punto que el actual propietario de la compañía, Carlos Rosales, que la adquirió de sus dueños anteriores ya arrastrando una crisis, incluso tuvo movilizaciones de trabajadores a sus oficinas en Capital Federal.
En ese sentido, Zunda explicó que el conflicto abarca a trabajadores de Garbarino y también de otra cadena como Compumundo, perteneciente a la misma firma, e indicó que hay 4.300 trabajadores en la misma situación en todo el país y que la deuda salarial asciende a los 800 millones de pesos.
“Esa es la situación, estamos a la espera de una respuesta a nivel nacional porque es una empresa que bajó las persianas en todo el país. Estamos ante un conflicto de escala muy grande“, advirtió el gremialista en torno a un conflicto que, a pesar de la expectativa por el cambio de dueños, continúa sumergido en la incertidumbre.
