Cuota alimentaria: más de la mitad de los padres no cumple económicamente
Así lo reveló un informe provincial que encuestó a más de 6 mil mujeres. Un 15,3% de las que sí perciben cuota alimentaria identificó “irregularidades” en el cumplimiento.
Un informe sobre el “Incumplimiento de la Obligación Alimentaria” presentado por el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual identificó que más de la mitad de las mujeres del territorio bonaerense no recibe el aporte alimentario por parte del padre de sus hijas o hijos. El estudio da cuenta de cómo las responsabilidades de cuidado y crianza continúan recayendo sobre las madres. Además, un 15,3% de las encuestadas que sí percibe la cuota alimentaria aseguró recibirla de manera “irregular”. Las recomendaciones difundidas por el Ministerio.
El Ministerio de Mujeres bonaerense presentó el informe que aborda el incumplimiento de las obligaciones alimentarias de los padres con sus hijos a través de encuestas y entrevistas realizadas a mujeres entre junio y agosto de 2021. Allí se destaca la vulneración del “derecho a las infancias y juventudes a ser cuidadas” y el impacto que tiene en la vida de las mujeres la falta de aporte económico para el sustento vital de las y los hijos con consecuencias directas en la pobreza, la falta de autonomía y la sobrecarga en las tareas de cuidado para las mujeres.
En concreto, el informe identificó que el 51,2% de las madres encuestadas no recibe ningún tipo de aporte económico por parte del progenitor de sus hijas/hijos para cubrir no solo la cuota alimentaria sino otro tipo de necesidades como la vestimenta. Mientras que del 41,2% que afirmó recibir aportes, un 15,3% planteó recibirlos de manera “irregular” lo que se traduce en que del total de encuestadas -6.442-, un 66,5% no recibe aportes para la obligación alimentaria o solo lo hace de manera eventual o irregular.
De la población de mujeres encuestadas, el informe especificó que menos de la mitad -el 41,7% en concreto- trabaja en relación de dependencia formal, un 19,4% trabaja en el sector de la economía popular y un 9,8% es autónoma mientras que un 7,3% tiene empleos no registrados y el restante 18,1% está en situación de desocupación. Más de la mitad de las respuestas se corresponden con mujeres que tienen el hogar bajo su responsabilidad, sin figura paternal.
En términos generales, la gran mayoría de las encuestadas indicó que en los casos en que el padre cumple con sus obligaciones alimentarias a través de dinero, el monto resulta escaso o solo alcanza a cubrir algún gasto o necesidad en particular. En concreto, solo el 10% de las mujeres considera como suficiente el aporte del progenitor para cubrir todos los gatos y necesidades de su hijo o hija.
SOBRECARGA EN LAS TAREAS DE CUIDADO Y AUMENTO DE LA POBREZA
Una de las consecuencias directas del incumplimiento de las obligaciones alimentarias, según puso de relieve el informe del Ministerio de Mujeres, tiene que ver con las adversidades diarias a las que se enfrentan las madres para poder cubrir las necesidades de sus hijos o hijas. Según describe el informe, “estas estrategias implican un alto costo para sus condiciones de vida y las del hogar“.
Para las mujeres trabajadoras y de sectores populares, la falta del cumplimiento del padre en los aportes alimentarios se traduce en un incremento de horas de trabajo, la toma de préstamos y la dependencia de “otras redes” tanto económicas como de cuidado y afectivas. Incluso, un 32% de las mujeres que afirmó recibir aportes insuficiente, tuvo que solicitar ayuda económica a familiares o personas de su círculo cercano mientras que un 12% debió solicitar créditos o préstamos para cubrir las necesidades de sus hijos o hijas.
Estos porcentajes pueden leerse no solo como una sobrecarga en las tareas de cuidado que se traducen en más horas de cuidado a cargo de las mujeres madres sino también en un aumento de la pobreza a través de endeudamientos que imposibilitan “ejercer una vida autónoma”.
El informe concluye en que a la situación de desigualdad estructural de género a la que se enfrentan las mujeres, en la mayoría de los casos atravesada por la imposibilidad de acceder a una vivienda y trabajo, también se le suma la falta de políticas que garanticen una distribución más justa de los cuidados además de una Justicia que incluya perspectiva de género.
Al acusar que “el gran deudor, una vez más, es el Poder Judicial”, desde el Ministerio de Mujeres elaboraron a partir del relevamiento una serie de propuestas centrales a desarrollar y abordar:
- Promover el diálogo con el Poder Judicial bonaerense para que dicte resoluciones que favorezcan la unificación de los criterios y la celeridad en las respuestas a las demandas de incumplimiento de la obligación alimentaria.
- Promover el establecimiento de presunciones que funcionen como pisos mínimos respecto al costo de la crianza y el cuidado mediante una Ley nacional.
- Establecer la obligatoriedad para el Poder Judicial de dictaminar alimentos provisorios y a la mayor brevedad posible.
- Establecer una forma automática de ajuste de los montos de la obligación alimentaria, teniendo en cuenta el rango etario de las niñas, niños y adolescentes beneficiados.
- Facilitar la notificación judicial mediante medios electrónicos que no impliquen mayores demoras.
- Fomentar el intercambio de información entre las áreas de Políticas de Género y los juzgados intervinientes.
- Promoción de buenas prácticas para profesionales del derecho en articulación con el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires.
- Potenciar el alcance del Registro Provincial de Deudores Alimentarios Morosos y el cruce de información con diversos organismos.
- Formación y asesoramiento especializado en derecho de familia en áreas de Políticas de Género en el marco de las capacitaciones y políticas de fortalecimiento del Ministerio a los municipios.
- Tareas de difusión y sensibilización. Incorporar la temática en la formación de Ley Micaela y diseñar campañas dirigidas a difundir el derecho de mujeres, niñas y niños y a concientizar a los padres respecto de sus responsabilidades.
