El espacio público de Playa Grande, nuevamente en la mira
Desde la ONG En Defensa de las Playas Públicas denunciaron el uso indebido del espacio entre el complejo La Normandina y la costa. Además, vuelven a cuestionar los movimientos de arena.
Antes de cada temporada de verano emergen con más fuerza los recurrentes conflictos que se dan en las distintas playas de la ciudad entre los límites y usos de los espacios públicos y privados. Al igual que el año pasado, Playa Grande vuelve a estar en el ojo de la tormenta por abusos de privados y los movimientos de tierra.
Desde la ONG En Defensa de las Playas Públicas, quienes días atrás publicaron un relevamiento de las irregularidades que hallaron en las playas del sur, muchas de ellas que se mantienen desde hace años, ahora volvieron a apuntar a uno de los sectores de playa más reconocidos de la ciudad.
En concreto, denuncian el avance del Complejo La Normandina sobre el sector de playas a través de lo que denominan un “uso indebido de la llamada ‘área de expansión’”, la cual se ubica entre el límite original del edificio y la línea de piedras que conforman una terraza natural a nivel de la escollera.
Tal como publicó en su página de Facebook, la ONG asegura que el sector de paso se encuentra restringido por la presencia de un “cerramiento vertical de vidrio o acrílico” que impide el paso peatonal hacia la playa pública.
Pero no sólo eso, sino que además de entorpecer el tránsito hacia la playa, en el lugar actualmente se encuentra una plataforma de hormigón donde antes había sólo arena utilizada por el público en general. “Como si fuese poco la explotación comercial de un espacio público, las estructuras allí realizadas son precarias y desvirtúen la imagen del sector”, lamentan desde la ONG.
Asimismo, desde la ONG reiteran como cada año su preocupación por los movimientos de arena que se realizan en ese espacio y la autorización que les otorga el Ente Municipal de Turismo al sector privado para llevarlo adelante antes de cada temporada.
Cabe recordar que el año pasado, los movimientos de tierra motivaron un recorrido de concejales junto a la extitular del ente, Gabriela Magnoler, quien ratificó que el movimiento de arena estaba autorizado por la Municipalidad con el objetivo de que la misma sea “distribuida de forma más uniforme”, con la supervisión de la Dirección Hidráulica de la Provincia y a pesar de manifestaciones en contra como las de científicos del Conicet que cuestionaron duramente el modo en que se realiza la extracción.
