El Puerto, entre “Chérnobil” y una “montaña de chatarra”
Así calificaron desde la Unión Cívica Radical la situación de los muelles portuarios, por la contaminación que emanan los buques parados: piden un plan de liberación.
La Unión Cívica Radical pide desde el Concejo Deliberante un plan de liberación de los buques inactivos que obstruyen y contaminan en los muelles del Puerto de Mar del Plata, impidiendo el normal funcionamiento del mismo. Aseguraron que están convirtiendo el lugar en “un Chérnobil” y los calificaron como “una montaña de chatarra”.
El proyecto fue presentado por la edil Vilma Baragiola, quien regresó a la actividad tras la licencia y la campaña electoral de las elecciones primarias. En concreto, busca que el Consorcio Portuario y la Prefectura inicien un plan de liberación y saneamiento y que la fuerza, además, informe si fiscalizó la contaminación que emanan los buques.
El proyecto se desprende en buena medida de un informe que elaboró un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica Nacional a pedido de la empresa TC2, días atrás publicado por este medio.
En dicho informe, se detalla cómo el Puerto de Mar del Plata continene más de 50 buques inactivos que producen serias deficiencias en el funcionamiento y operatividad de las empresas y que, además, emanan peligrosas sustancias producto de la corrosión y la permanencia en ese lugar.
En consecuencia, la concejala pide que las principales autoridades del Puerto, más allá de ser jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires, realicen un plan de liberación para mejorar el funcionamiento del Puerto y cita, además, que debe imitarse la remoción de 30 buques que se realizó entre 2005 y 2006.
No obstante, el pedido de Baragiola se centra en “una importante inversión” a través de una “terminal multipropósito” que no pudo llevarse adelante en el Puerto por falta de espacio, lo cual tuvo injerencia directa de la presencia de buques inactivos y los altos costos que implica su remoción.
En el proyecto afirma que “hay espacios clave del Puerto” que desde hace una década están ocupados por las 53 embarcaciones en desuso y que no son reubicados de manera definitiva sino que son trasladados según las necesidades y eso implica altos costos para abrirse camino por el lugar.
“Están convirtiendo el puerto en un Chernóbil. Esos barcos sueltan amoníaco que está prohibido, además de plástico, aceite, etc”, lamentó la concejala y agregó también que las embarcaciones utilizaban “amianto como aislante, elemento altamente contaminante que es además muy cancerígeno”.
Además, apuntó contra las autoridades gubernamentales sin dar nombres concretos: “La causa es una falta concreta de intervención del Estado porque no hay una verdadera autoridad que obligue a los particulares a seguir las normas establecidas para el cuidado del sector”.
