“Es imposible hacer un duelo cuando sabés que los asesinos de tu mamá están sueltos”
Florencia es la hija de Graciela Zabalegui, la mujer asesinada en un departamento del centro, y hoy es quien busca incansablemente el esclarecimiento del crimen y justicia.
Desde el 6 de septiembre, Florencia Campuzano pasa los días con un único objetivo más allá del de cuidar a su hija: buscar por todos los medios que se esclarezca el crimen de su madre, Graciela Zabalegui, ocurrido en un departamento del centro donde se desempeñaba como encargada. Hoy, a más de un mes del hecho, exige que encuentren y detengan a los autores del asesinato, para de una vez por todas allanar el camino hacia la justicia. “Es imposible hacer un duelo cuando sabés que los asesinos de tu mamá están sueltos”, se lamenta.
Graciela Zabalegui tenía 68 años. En las primeras horas de la tarde del 6 de septiembre, y como cada día, estaba en el departamento de Corrientes y Bolívar donde trabajaba desde hacía más de 20 años. Sin embargo, horas después, su cuerpo fue hallado sin vida con evidentes signos de violencia, en un homicidio que aún no tiene culpables y cuya investigación, según la familia de la mujer, “se enfría día a día”.
Hasta el momento y en el marco de la causa, sólo hubo tres detenidos tras un allanamiento en un departamento ubicado en inmediaciones del lugar del hecho, aunque solo por infracción a la Ley de Drogas, no por el homicidio.
Florencia es su hija y quien decidió salir a hablar para agilizar la búsqueda de justicia para Graciela, aunque lamenta la facilidad que tuvieron el o los asesinos de su madre para poder hacer lo que hicieron: “Esta persona o los asesinos tuvieron llave de entrada y salida, o ella abrió la puerta de su departamento. No hay cámaras o no andaban. En ninguna cámara se vio nada, nadie vio ni escuchó nada”, expuso en diálogo con Qué digital.
“No hay testigos, no hay huellas porque usaron guantes, no hay puerta forzada. Fue una brutalidad tremenda. Mi mamá tenía 69 años y media 1.50 mts, no era necesario semejante grado de barbarie. Tuvo que pasar una brutalidad tremenda y en esa brutalidad salieron impunes caminando en medio del centro y nadie vio nada”, agregó.
En cuanto a la investigación, aseguró que “fueron pasando los días y vemos que se va enfriando todo”, por lo que buscan que la fiscalía de Leandro Arévalo a cargo del caso y la DDI “trate de buscar algo”. “Estos asesinos están sueltos, están entre nosotros, han hecho un trabajo de inteligencia porque fueron justo cuando ella estaba sola, sabían los movimientos”, continuó.
EL SUEÑO QUE NO FUE
Tal como se desprende de la investigación, los autores del crimen sabían que Zabalegui estaba ahorrando dólares, aunque lo que probablemente no sabían era para qué: desde hacía tiempo perseguía el sueño de viajar con sus nietos a Disney y éste, el año en que iba a cumplir 70, era el año elegido para concretar ese deseo.
“Su sueño era llevar a sus nietos Disney. Somos una familia de laburo que nunca nos fuimos de vacaciones a ningún lado. Compraba dólares para llevar a sus nietos a Disney, ese fue su único pecado. Algún hijo de puta escucho esto y la vendió”, enfatizó.
Al respecto, Florencia describió que en el útlimo tiempo le llamó la atención que su mamá estuviera “temerosa”. “Tenía miedo de que le robaran. Así que para mí algo escuchó, algo vio, no sé algo pasó. Estaba temerosa, se encerraba”, comentó.
LA CAUSA
Con respecto a su conocimiento de la investigación, señaló que desde al fiscalía le aseguraron que “es muy difícil porque usaron guantes, no hay cámaras y no hay testigos”. “Ella abrió, tenían llave de entrada y salida del edificio, que a su vez no tiene las llaves anti clon ni tenía cámara porque era cara. Tuvieron mucha suerte a su favor”, se lamentó.
A pesar de estas dificultades, Florencia insiste en lo importante que es, no solo para su familia sino para la sociedad en general, encontrar a los responsables del asesinato: “Es imposible hacer un duelo cuando sabés que los asesinos de tu mamá están sueltos y te los podes cruzar en cualquier lado”, dijo y enfatizó que la búsqueda de testigos es su principal herramienta para esclarecer el caso: “Hay una parada de taxis en la que están todo el día ahí, no puede ser que nadie haya visto nada. No quiero que quede en la nada”.
“HAY UN MONTÓN DE CASOS, PERO UNO QUIERE JUSTICIA”
Por último, Florencia se mostró contemplativa con la labor de la justicia y los investigadores, pero ratifica su necesidad de encontrar justicia: “Ahora que estoy en tema veo que hay un asesinato por día como el comerciante que mataron. Se vive una situación de inseguridad terrible pero uno no cree que la va a vivir tan de cerca”.
“Yo entiendo que hay un montón de casos, de homicidios pero uno quiere justicia. Es a lo único que le tengo esperanza, necesito creer que los van a encontrar sino me voy a volver loca. No creo que estos asesinos hayan hecho un debut de esta manera tremenda, no creo que esto haya sido lo primero que hacen por la organización, por no dejar huellas, no hacer ruido, por un montón de recaudos. No fueron al boleo, fueron y le tocaron la puerta a la casa de ella, sabían perfectamente los movimientos y horarios”, cerró.
