Martes 16 de abril | Mar del Plata
14/07/2015

Femicidios: “También hay responsables institucionales”

Así lo aseguró Andrea D’Atri, psicóloga y una de las fundadoras de Pan y Rosas, durante una entrevista con QUÉ en la que habló en detalle sobre un proyecto de ley que busca declarar la emergencia nacional contra la violencia de género.

Femicidios: “También hay responsables institucionales”
(Foto: QUÉ Digital)

La psicóloga Andrea D’Atri, una de las fundadoras de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, estuvo días atrás en Mar del Plata para compartir y difundir los aspectos que contempla un proyecto de ley que busca declarar la emergencia nacional contra la violencia de género en la Argentina.

No es el primer proyecto que persigue este fin. De hecho, la además candidata al Parlasur que apoya la lista del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) que lleva como candidato a presidente a Nicolás del Caño (autor del proyecto), aclaró que ante la realidad que presenta el país en materia de violencia de género (se estima que una mujer es asesinada cada 30 horas), varias propuestas fueron presentadas pero la mayoría no se aprobó o bien quedó “cajoneada en el Congreso”.

En Argentina ya existe una ley de asistencia, erradicación y sanción de todas las formas de violencia contra las mujeres. Pero ocurre, como señaló D’Atri en una entrevista con QUÉ al participar en la ciudad de una peña de mujeres junto al precandidato a intendente del FIT Gustavo Vicini, que “no se aplica porque carece de presupuesto” y que por el momento “no hay ninguna voluntad en el Congreso de votar un presupuesto acorde a lo que exige la normativa para poder ser implementada”.

Frente a este panorama, el Frente de Izquierda viene impulsando un proyecto que de acuerdo con la psicóloga es “más amplio” que otros ya que además de plantear la creación de más refugios y de mejorar la asistencia, contempla cómo encarar la problemática desde los obstáculos de la vida cotidiana que afrontan las mujeres víctimas de la violencia y, entre otros puntos, de dónde deben salir los fondos para que sea viable la emergencia.

-¿Hacia dónde apunta el proyecto para declarar la emergencia nacional contra la violencia de género?

-Lo que planteamos es un plan integral para la atención del tema de la violencia de género. Es integral porque plantea que las mujeres víctimas de violencia no solo cuenten con más refugios, sino también de dónde deben salir los fondos, en lo que entendemos que hay que tocar los intereses de los grandes grupos inmobiliarios. El proyecto aborda la problemática desde los distintos ángulos, porque a veces se contempla solo un plan de asistencia psicológica (que también está incluido en el proyecto), pero no se tiene en cuenta que en una persona que vive una situación de violencia todo esto implica un cambio radical de su vida en muchos aspectos.

-En materia de asistencia económica para las víctimas, ¿qué contempla el proyecto?

-Por ejemplo que las mujeres tengan acceso a créditos con tasa cero de interés en el Banco Nación para acceder a la vivienda propia. También incluye que las mujeres que están trabajando tengan licencia con goce de sueldo durante el tiempo que sea necesario que estén atravesando una situación así, de la mano de una asistencia terapéutica. Que las jóvenes que están estudiando tengan licencia en sus estudios sin perder la cursada y con derecho a solicitar maestros o profesores a domicilio. También que aquellas que no tienen trabajo tengan derecho a acceder a un subsidio, que el Estado en todos sus niveles tenga la obligación de incorporar a su planta de trabajadores un cupo de mujeres sin trabajo que estén atravesando una situación de violencia y que el Estado las capacite para el puesto que sea necesario, porque el problema de la independencia económica es un problema muy importante en estos casos.

– ¿Qué plantea en relación a los refugios y la contención en general?

-Son muy pocos los hogares que hay y aún menos los que funcionan bien. En el partido de La Matanza, uno de los más poblados, el refugio tiene apenas unas 25 camas, prácticamente nada. Además de la creación de nuevos refugios a partir de la emergencia, hay que darle una mirada integral a la problemática. Muchas veces nos encontramos con casos de mujeres que han tenido que irse del hogar porque de eso dependía su vida y entonces se quedan sin vivienda y si faltan al trabajo las echan. Las mujeres, al estar a cargo de sus hijos, son ellas quienes se hacen responsables de los chicos y tampoco es tan fácil dejar el hogar y trasladarse a un refugio que esté lejos, porque sus hijos siguen asistiendo a la escuela del barrio donde vivían. El proyecto no es una solución para la violencia, porque la violencia machista forma parte de nuestra cultura. No se puede erradicar con una ley, pero sí es un paliativo muy importante que abarca cuestiones que en otros proyectos están desatendidas.

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Miles de personas se movilizaron en Mar del Plata el 3 de junio pasado bajo la consigna #NiUnaMenos (Foto: archivo/QUÉ Digital)

-Tal vea sea muy amplia la pregunta, pero ¿en qué falla el Estado?

-El Estado falla en todos los niveles, porque ni siquiera hasta el día del #NiUnaMenos, el 3 de junio, existía un registro centralizado de datos de femicidios y violencia contra las mujeres. El dato que indica que una mujer es asesinada cada 30 horas lo sabemos a partir del trabajo voluntario que hace una ONG que se llama “La casa del Encuentro”, que recopila todos los casos que salen en los medios de comunicación, pero ni siquiera sabemos si la estadística es fiable porque no todos los casos llegan a los medios. Después de la movilización, el gobierno hizo un registro que toma todos los registros parciales y trató de armar un registro único. Pero, ¿miles de personas se movilizaron en todo el país para que lo único que haya sea un registro? Falla el gobierno en todos los niveles pero también la Justicia y las propias comisarías, que muchas veces no toman la denuncia y revictimizan a la víctima con ese preconcepto de “algo habrá hecho” o que el marido estaba nervioso nomás, pero después te encontrás con que el abogado tiene que ir a hacer una querella cuando hay un cadáver.

-Hablabas de la concentración del #NiUnaMenos. Más allá de la masividad de las movilizaciones en todo el país, ¿creés que sirvió para comenzar a sembrar una conciencia social contra la violencia de género?

-Las movilizaciones tienen consecuencias y sirven. Junto a Pan y Rosas se movilizaron unas 7 mil personas. Al día siguiente de la marcha las denuncias en el Consejo Nacional de la Mujer, que tiene un teléfono para los casos de violencia de género, aumentaron un 1000%. Lo que muestra que al difundirse el tema, más gente conoce cómo puede acudir a algo. Nosotros planteamos que las mujeres nos organicemos para difundir este proyecto para pelearlo desde abajo porque es la única forma de que lo trate al Congreso y no solo a través de la acción o presentación de un diputado.

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Distintas agrupaciones salieron a manifestarse contra los femicidios tras el asesinato de Mirian Flurin (Foto: archivo/QUÉ Digital)

-Dentro del movimiento de mujeres hubo debates sobre la dimensión que tomó el reclamo pese a que muchas venían militando el tema desde hacía años…

-Hubo discusiones dentro de los grupos feministas que venimos justamente luchando por esto hace micho tiempo. Básicamente porque ahora esto comenzó a partir de un grupo de periodistas mujeres que salieron a hacerlo público. Pero en definitiva yo creo que es mejor, bienvenido sea que se vuelva masivo. Nosotras nos encargamos también de señalar algo que la consigna #NiUnaMenos no llegó a contemplar, que es que para esos femicidios, además del hombre concreto que mata a la mujer, hay responsables institucionales. El Estado, los gobiernos, la Justicia y la Iglesia son responsables en distintos niveles. La Iglesia en función de la construcción de un discurso sobre lo que es la mujer en cuanto a la sumisión; la Justicia porque actúa de manera patriarcal y reproduce y legitima la violencia; y el Estado y los gobiernos también, porque desatienden otra realidad de la violencia como los abortos clandestinos, que se cobran la vida de unas 300 mujeres cada año. Ese es otro tema clave que tiene pendiente un gran debate.

-¿Por qué crees que no hasta ahora en Argentina no se pudo avanzar en la despenalización del aborto?

-Cristina ya dijo que está en contra. Que en su gobierno no se va a aprobar el aborto. Y Néstor Kirchner ya había dicho que estaba a favor pero que si despenalizaba el aborto iba a tener un grave problema con su madre y con su esposa. Cristina es fervientemente católica y está en contra del derecho al aborto, pero además en los últimos dos años, desde que nombraron a un Papa argentino, la relación política entre el Vaticano y el gobierno nacional es muy fuerte. El kirchnerismo era muy crítico con Francisco pero de pronto se dio cuenta que no tuvo nada que ver con el robo de bebés ni con la muerte de los jesuitas… pero lo cierto es que hay un pacto entre el Vaticano y el Gobierno. La Iglesia eligió a un Papa así porque estaba perdiendo fieles, pero pese a todo hasta ahora nada de lo fundamental del dogma cuestionado ha cambiado.

-Sin embargo en reiteradas oportunidades se presentaron proyectos en el Congreso…

-Sí y permanecen cajoneados. Por eso nosotras planteamos la difusión y la organización para la despenalización del aborto. Se presentó cinco veces en el Congreso y cuatro veces ya caducó porque no fue tratado y perdió estado parlamentartio. El proyecto por la legalización del aborto tiene la firma de 70 diputados de todos los bloques, del PRO, del Frente para la Victoria…pero tiene que pasar por tres comisiones: Legislación Penal, Familia, Adolescencia y Niñez, y Salud. Cuando llegó en el 2013 a la Comisión de Legislación Penal, Cristina llamó al bloque y obligó a retirarse de la comisión. La segunda vez, en septiembre del 2014, parecía que había quórum de la Comisión pero cuando fuimos a sacar las cuentas faltaba un solo diputado, que era Remo Carlotto, el hijo de Estela de Carlotto, que en ese momento mientras estábamos discutiendo el proyecto estaba con Estela junto al Papa y pidiéndole disculpas por haber tenido una impresión errónea de él durante tantos años, muy casual todo, demasiado.

-El próximo gobierno, sea del partido político que sea y más allá de su ideología, seguramente se va a encontrar con el mismo Papa argentino…

-Sí, seguramente. Por eso tenemos que organizarnos desde abajo para darle impulso a los proyectos que entendemos que pueden salvar la vida de miles de mujeres que hoy están en riesgo, pese a que el Estado y los gobiernos a veces no quieran o no puedan verlo.

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14/07/2015