Glifosato en escuelas de la Zona Oeste Rural: dos estudios y diferentes criterios
Se conoció una respuesta de Obras Sanitarias al Concejo Deliberante, donde profesionales de la empresa expusieron sus diferencias con el Grupo Aguas de la UNMdP.
En 2021 se encendió la alarma en cinco instituciones educativas próximas de la Zona Oeste Rural -de Paraje San Francisco, Gloria de la Peregrina y El Coyunco- por el hallazgo de agroquímicos como el glifosato en el agua de pozo de la cual se abastecen y que, según el Grupo Aguas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, la hacían no apta para consumo humano. En los últimos días se conoció una respuesta oficial de la empresa municipal Obras Sanitarias al respecto que nuevamente expuso las diferencias de criterio para el análisis de resultados, tal como sucedió con la contaminación denunciada en Playa Serena, diferencias que se centran en qué normativa se utilice de referencia.
En un informe que emitieron como respuesta a un pedido de informes que en su momento había impulsado Acción Marplatense y que ingresó en los últimos días al Concejo Deliberante, desde Obras Sanitarias manifestaron que más allá de que se trata de un área competente a la Autoridad del Agua provincial (ADA), contaban con antecedentes de estudios sobre el acuífero y, además, encargaron nuevos estudios a AySA (Agua y Saneamientos Argentinos) que descartaron la presencia de glifosato y AMPA, al menos en niveles “alarmantes” según la normativa que se suele tomar de referencia a nivel local.
Es así que informaron que en el marco de estudios del acuífero que realiza la empresa, se realizó un muestreo de agua de la Escuela N°8 en septiembre de 2019, analizada por el INTA-Balcarce donde no se detectó ni metabolito ácido aminometilfosfónico (AMPA) ni glifosato.
Incluso, desde Obras Sanitarias señalaron que en todos los monitoreos realizados a la fecha “no surgen niveles detectables de los diversos agroquímicos estudiados” y a su vez reiteraron que una de las claves para evitar la contaminación de agua “es la importancia de construir las perforaciones teniendo en cuenta la metodología correcta”.
En cuanto a los resultados del informe del Grupo Aguas, reconocen que están por encima de las normas regionales -por ejemplo, el Código Alimentario Argentino señalado por los investigadores- pero por debajo de los 100 mg/l normado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como aceptable.
En relación a los valores hallados en dos de las escuelas estudiadas por el Grupo (22,3 ug/l en la Escuela de Educación Primaria N°8 de El Coyunco y 14,1 ug/l la Escuela de Educación Primaria N° 46 de Gloria de la Peregrina), reiteraron los diferentes valores admisibles de agrotóxicos regulados en distintas jurisdicciones (700 ug/l en Estados Unidos, 0,1 ug/l en la Unión Europea, 280 ug/l en Canadá), mientras que en Argentina la Secretaría de Recursos Hídricos estableció un valor “guía” de 300 ug/l.
Es por eso que para las autoridades el informe del Grupo Aguas “corresponde a un análisis puntual que debe ser tomado en consideración por la ADA“, reconocen, pero aclaran que “los valores informados en los establecimientos mencionados están por debajo de las normas citadas, menos la de la UE”.
Asimismo, entre las conclusiones del informe firmado por Marcelo Scagliola, gerente de Calidad de la empresa, y fechado en mayo de 2021, remarcó que las prioridades de abastecimiento y mejoramiento del servicio se centran en focalizar la calidad microbiológica del agua y asegurar la correcta construcción de las perforaciones. Por su parte, la discusión planteada en torno a los valores admisibles de agroquímicos reviste “una escala menor respecto a la problemática prioritaria a atender”.
Asimismo, se encargó de remarcar el “especial cuidado” que se debe tener al “extrapolar marcos normativos” de otros países que, en muchos casos, tienen “diferentes realidades y prioridades” que el nuestro.
La cuestión en torno a la calidad de agua de las escuelas -tal como sucede en Playa Serena y en otros espacios periurbanos que limitan con áreas rurales- está acompañada de reclamos estructurales, como lo es el cambio de los modelos de producción de la agricultura intensiva hacia otros que no utilicen los actuales niveles de agrotóxicos y, por lo tanto, se disminuya la posibilidad de contaminar el agua. Además, desde distintos sectores se encargaron de recordar la responsabilidad del Municipio en el control del cumplimiento de la medida cautelar que impide las fumigaciones a menos de 1000 metros de centros urbanos.
