Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
18/08/2021

Julio Aro y la nueva etapa de identificación de soldados: “Vamos a buscar hasta el último día”

Mientras en las Islas Malvinas se concreta una segunda etapa del proyecto humanitario que impulsó, la tarea del marplatense continúa con la búsqueda de familiares para cotejar las muestras.

Julio Aro y la nueva etapa de identificación de soldados: “Vamos a buscar hasta el último día”
(Foto: archivo / Marcelo Núñez)

En las Islas Malvinas esta semana una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional, con integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), está llevando adelante la segunda parte del proyecto humanitario (PPH 1) que impulsó Julio Aro, presidente de la fundación marplatense “No Me Olvides”, junto al británico Geoffrey Cardozo para la identificación de soldados argentinos sepultados en la Isla Soledad. La tarea forense, no obstante, es solo una parte de la gran militancia de la causa Malvinas que lleva adelante el excombatiente.

“Vamos a seguir buscando hasta los últimos días”, aseguró Aro en diálogo con Qué digital en una semana especial por la concreción del segundo proyecto humanitario que está apuntado a develar las identidades de los soldados que restan identificar en la tumba C.1.10 del cementerio de Darwin, donde en 2017 se exhumaron 122 cuerpos de los 237 enterrados y se pudo identificar a lo largo de los años a 115 de ellos.

En cuanto a las tareas de identificación que se están realizando por estos días, Aro explicó que es una tumba que estuvo mal nombrada en 2004, cuando el gobierno argentino reacondicionó el cementerio. “Mágicamente aparecieron ahí otros tres apellidos. Una de las mamás que había estado antes se dio cuenta de lo ocurrido: había ido en 2004 y no lo encontró, y en 2008 aparecía en la tumba. Esa mamá quedó bastante mal por eso y en la primera etapa mandó una carta contando la experiencia que había tenido solicitando que ella necesitaba que abrieran esa tumba para sacarse sus dudas“, describió.

Sin embargo, en ese entonces, el proyecto tenía autorización solo para exhumar cuerpos de las 122 tumbas cuyas placas solo se identificaban como “Soldado argentino solo reconocido por Dios“, y pudieron trabajar sobre ellas. Sin embargo, lo que sí realizaron con esas tres familias fue tomarles muestras de sangre para ver si sus hijos estaban en otra parte del cementerio, y así fue que cotejaron y los restos de esos tres soldados fueron hallados en otro lado.

Según explicó Aro, el cementerio construido por Cardozo se divide en tres parcelas. A, B y C. “La A tiene cien tumbas, la B otras cien y la C tiene 30. En la fila 1 de la parcela C, en la tumba número 10 comparten una fosa común. ¿Por qué? Porque Geoffrey cuando los encontró uno solo estaba identificado entonces como no se podía identificar el resto los puso todos en el mismo contexto de entierro”.

(Fotos: archivo / prensa Presidencia)

Se trata de los últimos restos del cementerio de Darwin donde persisten muestras sin analizar, hasta ahora. El resto fueron analizadas en su totalidad, aunque siete de los soldados todavía no pudieron ser identificados por no tener muestras de familiares que arrojen compatibilidad. “Nosotros hemos viajado por todo el país buscando papás y mamás. Por la pandemia no pude llegar a un cementerio de Chaco que se había inundado tres veces y donde tenemos que ver qué encontramos. Las muestras de las islas están, pero ¿con qué sangre, hueso o persona la cotejamos? No tenemos nuevas familias. Hay muchos que vinieron y dieron sus muestras y dieron negativo”, señaló.

En ese sentido, en cuanto a esta segunda etapa, confió en que “los resultados van a ser mucho más rápidos” al ser un número infinitamente menor al cotejado en el PPH 1, con muestras de familiares que ya fueron tomadas.

Tras el final de la primera etapa, los siete soldados todavía sin reconocer de la primera etapa no solo no pudieron identificarse por la falta de muestras de ADN compatibles, sino también por la falta de muestras de familiares directos que aporten una compatibilidad alta: “Mientras el árbol genealógico se va alejando, la posibilidad de cotejar es menor. La Cruz Roja necesita un porcentaje elevado para decir quién es y cada vez tenemos menos familiares directos. Las muestras o el cuerpo están esperando”, lamentó.

En ese sentido, ejemplificó con un hallazgo que tuvieron durante la pandemia: dieron con dos madres de excombatientes, pero ambas estaban “en una situación difícil, muy mal, en un hogar y con cuadros de Alzheimer”, explicó y lamentó: “No se justifica hacer nada a la fuerza si no están en condiciones de entenderlo. Vamos a seguir buscando hasta el último día, pero lamentablemente no depende solo de nosotros”.

En cuanto a la cantidad de muestras de familiares disponibles por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), explicó que más de 140 familiares las brindaron ya que, más allá de los 122 enterrados inicialmente, la aparición de restos de un tripulante del ARA Isla de los Estados hundido durante la guerra, cuyo cuerpo trajo a tierra la marea, impulsó el acercamiento de familiares de los marinos a entregar muestras de las cuales solo una dio positivo.

“Por eso la Fundación sigue haciendo actividades, spots y pidiendo si hay alguien que conoce algún ser querido que aún está sin identificar o conoce alguna mamá o papá o familiar”, cerró Aro sobre la búsqueda activa de muestras que continúa y todo aquel interesado puede comunicarse al 08003453236.

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“EL NOBEL YA LO GANAMOS HACE RATO”

La acción de reconocimiento impulsada por Aro a través de la Fundación No Me Olvides y acompañada por Cardozo les valió el reconocimiento internacional y varias postulaciones al Premio Nobel de la Paz, una de las cuales se resolverá en octubre. De todas maneras, para el excombatiente marplatense, el premio ya lo ganaron “hace rato” con el reconocimiento de familiares.

Aro y Cardozo (Foto: archivo)

Aro sostuvo que periódicamente habla y comparte encuentros virtuales con Cardozo, sobre todo ante la filmación de un documental por parte de la BBC sobre la vida y la militancia de ambos en la causa Malvinas, y la postulación al Nobel es una posibilidad cercana y un tema de conversación recurrente.

“Desde lo puntual estamos en carrera. La selección final se define en octubre, en Noruega. Siempre decimos con Geoffrey que el Nobel lo ganamos hace rato con la primera identificación. Volvieron a aprobar la postulación este año y estamos esperando, y va a ser dificilísimo. Estamos ahí y es la tercera vez que estamos postulados al Nobel de la Paz”, señaló.

“El Premio Nobel lo puede ganar cualquiera pero el premio del agradecimiento de las familias es único, no lo va a tener nadie”, aseguró.

Cabe recordar que Argentina tiene hasta el momento dos Premios Nobel de la Paz: Carlos Saavedra Lamas, galardonado en 1936, y Adolfo Pérez Esquivel, en 1980. Saavedra Lamas -canciller y político- obtuvo el galardón por su labor fundamental en el logro de la paz entre Bolivia y Paraguay, protagonistas de la Guerra del Chaco, entre 1932 y 1935.

Por su parte, el arquitecto Pérez Esquivel -prisionero de la última dictadura militar y destacado defensor de los derechos humanos- fue premiado por sus acciones contra ese régimen de facto y la búsqueda de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos por las Fuerzas Armadas y la población civil en la década del ’70 y hasta 1983.

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18/08/2021