Jueves 25 de abril | Mar del Plata
14/11/2019

Kernis: tras un año de lucha y resistencia, acuerdos y fin del conflicto

Las y los trabajadores lograron que la empresa les pague las indemnizaciones. Tras ello, entregaron la fábrica que mantuvieron tomada durante un año.

Kernis: tras un año de lucha y resistencia, acuerdos y fin del conflicto

En la fábrica de pastas Kernis se desempeñaban trabajadores desde hacía más de 30 años. Desde agosto del año pasado esos trabajadores quedaron envueltos en una situación desesperante: dos empresas que explotaban la planta -ubicada en Cuba 146- decidieron dejarlos a la deriva: de un día para el otro la producción se frenó y nadie se hacía cargo de su situación. Entonces, catorce trabajadores decidieron tomar la planta, ante la falta de respuestas. Y después de un año de ocupación, finalmente la mayoría de ellos logró firmar meses atrás acuerdos indemnizatorios que terminan de concretarse por estos días, por lo que dejaron la toma y entregaron la planta con la tranquilidad de haber dado pelea y de haber obtenido la respuesta que, al menos al ser dejados en calle, les corresponde.

El 8 de diciembre pasado Qué digital reveló el conflicto vivido en la fábrica de fideos. Ese conflicto se transformó en el inicio de una toma a partir de que los empresarios no daban respuestas y ninguno se hacía cargo de pagarles los salarios adeudados e indemnizarlos como correspondía.

En las audiencias llevadas a cabo en el Ministerio de Trabajo bonaerense quedó expuesto que había tres empresas implicadas en torno a la histórica fábrica y ninguna terminaba de hacerse cargo de la situación de las y los trabajadores, amparadas en la falta de recursos. La dueña de la planta es la firma Kernis, que tiene la misma estructura que Pilmar SA -a cargo de Jorge Serdá- y que años atrás había firmado un acuerdo de elaboración de productos -una especie de alquiler o “tercerización”- con la sociedad PN Pastas, representada por Leonardo Fagnani y Ezequiel Klemencic.

A medida que pasaron las semanas y los meses la intervención del Ministerio de Trabajo de la Provincia no provocó ningún tipo de acuerdo en favor de las y los trabajadores. Con ese panorama, la toma de la planta se mantuvo, también ante la falta de respaldo del gremio del sector. Así organizaron festivales y tallarineadas para poder subsistir e incluso empezaron a pensar en la formación de una cooperativa.

Mientras tanto, la tramitación legal del causa seguía su curso, en el caso de nueve de los catorce trabajadores que mantuvieron la toma, a cargo del estudio del abogado Marcos Romero. Según contaron los trabajadores, a partir de la falta de avances, cada uno de ellos presentó una demanda diferente contra los empresarios.

Finalmente, algunos meses atrás y a instancias del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) -que es la instancia administrativa obligatoria previa al inicio de la demanda judicial en conflictos de competencia de la Justicia Nacional del Trabajo, es decir con empresas radicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o con domicilio fiscal allí- finalmente la firma PN Pastas decidió hacerse cargo de la situación de las y los empleados.

De esta manera, los nueve trabajadores lograron llegar a distintos acuerdos indemnizatorios con los empresarios teniendo en cuenta, fundamentalmente, que la mayoría de ellos tenía muchos años de antigüedad en la planta: entre 18 y 33 años, concretamente.

De acuerdo a lo explicado por los trabajadores a Qué digital, a medida que empezaron a efectivizarse los pagos y las cuotas acordadas, la ilusión y la esperanza de al menos ser indemnizados ya habiendo asumido la pérdida de la fuente laboral, comenzaron a transformarse en una realidad.

Pese a algunos plazos que se fueron demorando en el camino, finalmente hace algunas semanas y con la gran mayoría de los acuerdos abonados, decidieron abandonar la toma que habían empezado en noviembre del año pasado y le entregaron la llave de la planta al empresario Serdá, aquel que los empleó durante tanto años y que tras un “acuerdo” con otra empresa se desentendió por completo de su desesperante situación.

“Nos queda una sensación fea, porque cerró la empresa y quedamos todos sin trabajo, pero después de esa sensación el mensaje sería a todas las personas que están en la misma lucha que nosotros que sigan adelante, que no abandonen. Sabemos que es cansador, y un montón de cosas, pero que sigan adelante, que no abandonen”, expresó Natalia, una de las trabajadoras que llevó adelante la lucha contra empresarios que pretendían dejarlos en la calle y sin nada.

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14/11/2019