La Milagrosa: confirmaron el cierre de la planta y suman más incertidumbre
Desde el SOIP confirmaron que el empresario “Chuli” Gómez decidió no reabrir la planta y podría cerrar las otras dos. Los trabajadores definen los pasos a seguir.
Tras seis días de acampe, primero en la fábrica y luego en las terminales 2 y 3 del Puerto, los trabajadores de la planta La Milagrosa siguen con más incertidumbre sobre su continuidad laboral, sobre todo luego de una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación en la que no se hizo presente ni el empleador “Chuli” Gómez o alguien en su representación. Sin embargo, horas después confirmaron al Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) -el cual acompaña a los trabajadores en su lucha por la regularización y reincorporación- que al menos una de las tres plantas no abrirá más y hay incertidumbre por las otras dos. El empresario apela a negociar individualmente con los trabajadores, que este jueves definirán los pasos a seguir.
“Estamos en el aire”, esa fue la definición de uno de los trabajadores de la planta de San Salvador al 3315 luego de la fallida audiencia de este miércoles en la sede local del Ministerio, tras haber levantado el bloqueo y en medio de la incertidumbre de los 45 trabajadores, de los cuales 33 pelean por ser blanquedos mientras otros tres fueron despedidos por exigirlo.
La indefinición es más desesperante para los trabajadores ya que, desde que comenzó el conflicto por la suspensión de diez empleados, el dueño de la cooperativa creada para administrar la fábrica decidió cerrar las puertas, por lo que mientras pelean por la regularización perdieron su fuente de recursos. No obstante, ahora, la presión es todavía mayor luego de que Gómez anunciara el cierre definitivo de la planta.
Ante esta situación, y la posibilidad latente de que las otras dos plantas que posee Gómez también cierren sus puertas, los trabajadores evalúan con el sindicato los pasos a seguir en una negociación que, de pedir por el blanqueo, pasó a pedir además que los puestos de trabajo se mantengan.
A partir de ahora, el rol del Ministerio toma vital importancia, ya que de confirmarse el cierre y no intervenir, sentaría -otro- grave precedente para un sector productivo clave de la ciudad, ya que otros trabajadores, con tal de no perder sus fuentes laborales, desistirán de reclamar ante los empleadores por mejores/legales condiciones laborales ante la posibilidad de que el empresario retire el capital invertido y los medios de producción.
Mientras tanto, los abogados del empleador buscarán llegar a acuerdos individuales con aquellos dispuestos a recibir una indemnización, por lo cual desde el Sindicato buscarán que se corresponda con lo trabajado por cada obrero. Por otro lado, quienes quieran seguir peleando por sus puestos de trabajo, decidirán los pasos a seguir junto al SOIP.
