Jueves 25 de abril | Mar del Plata
05/01/2020

La Normandina: tras la agresión, piden controles integrales a la nocturnidad

Desde el sindicato que nuclea a los patovicas exigieron mayores controles que se extiendan no solo a los boliches de Playa Grande, sino al resto de la ciudad, además de concientización.

La Normandina: tras la agresión, piden controles integrales a la nocturnidad
(Foto: ilustrativa / Qué digital)

Son cerca de 200 los controladores de admisión que durante el invierno trabajan en Mar del Plata, una cifra que durante el verano se multiplica al igual que los casos de disturbios y agresiones, como lo sucedido en Año Nuevo en un boliche de Playa Grande. Ante esta situación, desde el Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra), a pesar de considerarlo “un caso aislado”, exigieron la implementación de controles integrales por parte del Estado para trabajar en la prevención de estos hechos, tanto por parte de los trabajadores de seguridad como por parte de los concurrentes a los boliches.

Las imágenes son elocuentes y circularon por buena parte del país: un controlador del boliche Ananá intervino en una pelea entre dos grupos a la salida del boliche ubicado en el complejo La Normandina (Playa Grande) el 1 de enero y con una maniobra peligrosa dejó inconsciente y sobre el asfalto a uno de los jóvenes que estaba allí. La agresión puso el foco, nuevamente, sobre el rol que cumple el personal de seguridad en los boliches, expuso la falta de controles al respecto y también -según destacaron desde el gremio que nuclea a los trabajadores- la necesidad de concientizar a quienes protagonizan este tipo de hechos en la nocturnidad marplatense.

Luego de haber denunciado que el patovica agresor no estaba debidamente habilitado, el delegado regional de Sutcapra, Federico Albano, brindó a Qué digital un panorama sobre el presente de la actividad en Mar del Plata, legislada en la provincia de Buenos Aires según la Ley 13.964 que establece, entre otros puntos, que los controladores deben completar un curso obligatorio para poder ejercer, mediante el que se forman en diversos aspectos como derecho, defensa personal, primeros auxilios y comunicación.

Según puntualizó Albano, a lo largo de 2019 en el Sindicato no tuvieron denuncias por mal desempeño de las funciones de sus afiliados, a quienes se encargan de relevar en el desarrollo de la actividad. Y en cuanto a la contratación del personal, señaló que en Mar del Plata hay tres empresas que ofrecen el servicio tercerizado, que es contratado por muchos boliches. Ese modo de contratación, aseguran, es el más seguro, tanto para garantizar las condiciones laborales del controlador como para saber quiénes trabajan en cada lugar.

Sin embargo, otra modalidad de contratación que llevan adelante los boliches es a través de contratos particulares, dentro de los cuales no solo aflora la precarización laboral de los contratados, sino también la dificultad de controlar quiénes ejercen las funciones y si están o no habilitados a tal efecto.

EL DE LA NORMANDINA, UN CASO “AISLADO”

En cuanto al caso particular de La Normandina, aunque días atrás denunciaron que el trabajador no tenía habilitación para ejercer, catalogaron lo sucedido como “un caso aislado”. “No vamos a avalar ningún tipo de violencia, pero puntualmente en este caso es un controlador que no tiene antecedentes de este tipo, es un caso aislado”, sostuvo Albano.

De todas maneras, aclaró que sin ánimo de “justificar la violencia”, el video viralizado es una versión parcial de lo sucedido. “Sale una parte. El problema no es ahí donde se están peleando un par, sale el de seguridad y lo voltea. Todo este grupito de chicos que se estaba peleando ahí ya venía de romper dos autos. El chico que sufrió la agresión venía de romper un auto, de tirar botellas. El problema es siempre el mismo, se ve esa parte”, opinó y definió: “Es un cóctel donde hay gente enardecida y falta de controles”.

LA AUSENCIA DE UN SEGUIMIENTO INTEGRAL DE LA NOCTURNIDAD

“Yo necesitaría, como sindicato, el apoyo de otro tipo de controles. El que tiene que inspeccionar esta ley es el Registro Público de Controladores de Admisión y Permanencia (Recap). ¿Y dónde está? en La Plata. Baja a Mar del Plata en plena temporada, en la segunda quincena. Después no hay nadie, es tierra de nadie. Si tuviéramos una ordenanza, podemos salir a relevar y que nos den una mano. Haría falta algo más multisectorial, que intervenga el sindicato, la policía, alguien de la Municipalidad. Dar plazos y empezar a controlar”, entendió el delegado local.

Asimismo, el referente del Sutcapra también cuestionó la ausencia de efectivos policiales a la salida de los boliches, en particular en la zona de Playa Grande. “¿Por qué no había personal policial en el boliche más grande de Mar del Plata un 1 de enero? Si ya sabemos cómo se pone eso. El controlador echa la gente hasta la puerta, pero ahí es donde tienen que estar las fuerzas de seguridad, en la contención. ¿Qué hacemos con los pibes que quedan afuera? Si aparece Infantería esto no pasa. Fue un caso aislado, sin policía, con jugadores de fútbol metidos en el lío”, resumió.

EL ROL DEL PÚBLICO Y LA NECESIDAD DE AMPLIAR LA PERSPECTIVA

En esa misma línea, para Albano es necesario trabajar también en la concientización del público en general. “El seguridad siempre está en el ojo de la tormenta y somos el fusible de los quilombos que pasan en la noche”, entendió respecto a las situaciones de violencia y excesos que se suceden en la noche marplatense.

Y en ese sentido, advirtió: “Lo pudo haber matado, sí, pero ¿por qué no juzgamos el accionar del pibe que cae al piso, que tiró un botellazo y a patadas estuvieron rompiendo autos? Con ese botellazo pudo haber matado a alguien también”.

Finalmente, para el delegado local del sindicato que nuclea a los controladores de admisión, es importante que se trabaje para que haya mayores controles y que los mismos, además, se extiendan no solo a los boliches de Playa Grande, sino al resto de la ciudad.

“En Mar del Plata todas las noticias apuntan a Playa Grande, pero ¿qué pasa con el resto? Playa Grande tiene La Normandina, Mr. Jones, Swan, Bruto, Santa y Quba. Pero en Mar del Plata hay 45 boliches activos en invierno. Y bares activos en invierno hay otros 45. Hablamos de 90 comercios de esparcimiento de público en general, pero todo cae en Playa Grande”, completó.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

05/01/2020