Un hecho por demás particular se produjo en la madrugada de este sábado en el marco de control de tránsito: una conductora a la que le dio positivo el test de alcoholemia se negó a bajar del auto por lo que los inspectores armaron un “corralito” con cintas alrededor del vehículo y recién una hora después la conductora depuso su actitud y descendió.
El insólito hecho se produjo durante la madrugada en un operativo de control realizado por la Subsecretaría de Tránsito en conjunto con el Grupo de Policía Motorizado en la avenida Constitución y José Ingenieros.
Según informaron desde la dependencia municipal, en ese marco a una conductora de un Ford K se le detectó una alcoholemia positiva con una graduación de 1.03 g/l de alcohol en sangre. Sin embargo, cuando le pidieron que descendiera para secuestrar el vehículo la mujer se negó a hacerlo.
En ese marco, y ante el paso de los minutos, personal de Tránsito armó un “corralito” alrededor del auto y tras un hora la conductora depuso su actitud y finalmente descendió.
Por fuera de este hecho, en el marco del operativo se detectó otra alcoholemia positiva y se labraron en total 30 actas de 150 controles realizados.