Jueves 25 de abril | Mar del Plata
02/05/2021

Madres de Plaza de Mayo, 44 años: “Toda nuestra lucha fue en la calle”

A 44 años de la primera marcha de las madres que buscaban a familiares desaparecidos, las sensaciones y reflexiones de Irene Molinari de Chueque, referente en Mar del Plata.

Madres de Plaza de Mayo, 44 años: “Toda nuestra lucha fue en la calle”
(Fotos: archivo / Qué digital)

En abril de 1977, en pleno desarrollo de la última dictadura cívico militar, madres y familiares comenzaron a salir a exigir la aparición con vida de sus hijos e hijas. Ante la reprimenda policial y militar comenzaron a marchar y nunca se detuvieron. “Todo nuestro trabajo y nuestra lucha fue en la calle”, resalta Irene Molinari de Chueque, referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo en Mar del Plata.

“No son rondas, son marchas. En las rondas se dan vueltas sin objetivos. Para nosotras es una marcha porque el primer objetivo era encontrar a nuestros hijos, luego fue aparición con vida y después, infinidad de reclamos”, define en el marco del 44º aniversario de la organización cumplido este viernes y que representa unas 2245 marchas.

Con el avance de la pandemia de coronavirus, desde la asociación decidieron suspender las históricas marchas de cada jueves, pero continúan presentes a través de FacebookYouTube. “Todos los jueves compartimos, desde Capital Federal, un video con opiniones acerca de la pandemia y otros temas políticos. Y acá (en Mar del Plata) lo hacemos también cada una semana o cada quince días”, comparte Irene.

En estos videos las referentes de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo exponen su opinión y compromiso ante la realidad y, como sostienen hace años, de alguna manera levantan las banderas y luchas de sus hijos e hijas y hasta de esposos que desaparecieron durante el golpe de Estado de 1976 a 1983. “Es la luz que nos ilumina en el camino, es un compromiso que llevamos dentro, en nuestros corazones”, define Irene y agrega: “Hace muchos años nos dimos cuenta que es un organismo de derechos humanos y es político. Bregamos por una política que preserve los derechos humanos”.

“El objetivo es que el pueblo argentino esté mejor, que haya mayor distribución de la riqueza. Ante la realidad no vamos a mirar para otro lado como en un principio hizo la sociedad con nosotras”, afirma.

Para el aniversario cumplido este viernes la Asociación de Madres de Plaza de Mayo convocó través de sus redes sociales a la comunidad a poner una bandera argentina y una de madres en sus casas o balcones. “Es para recordar los 44 años de lucha y para recuperar el símbolo del que se están apropiando las derechas neoliberales y tergiversando lo que representa la bandera”, apunta.

Y remarca: “Este 30 de abril declaramos el Día del Amor Maternal. Por la pandemia no podemos salir a marchar a la calle y eso es lo que más extrañamos”.

MADRES DE PLAZA DE MAYO, 44 AÑOS DE LUCHA

En 1977, en pleno golpe cívico militar familiares de desaparecidos comenzaron una búsqueda incierta. “Acá al principio las madres nos encontrábamos en juzgados y comisarías. Cuando veíamos a otra madre, nos acercábamos a preguntarle si tenía un hijo; nos dábamos cuenta por su actitud, por cómo preguntaba. No nos conocíamos por el nombre, sino por el tapado o la forma de caminar”, recuerda Irene.

Ante la opresión, comenzaron a sentir la necesidad de reunirse en algún espacio. “El primer lugar en el que nos reunimos fue en la Catedral, en el Cedier (Centro Diocesano de Estudio), pero el tema fue que pasaban la información de lo que hablábamos ahí, en un momento dado apareció el Ejercito con los carros de asalto para intimidarnos y que nos fuéramos”, recuerda.

Por esta situación, decidieron refugiarse en pequeñas parroquias como la de San Antonio o Santa Ana, en Ituzaingó y la avenida Libertad, y fueron recibidas por el padre Dol Gamallo. “Fue muy bueno con nosotras, nos dio un espacio. Nos reuníamos más de 100 familiares entre madres, hermanos, padres, esposas. Teníamos un pequeño armarito donde guardábamos nuestro archivo con las denuncias”, recuerda y suma: “Una vez vinieron del Ejercito a decirle al padre que había una bomba, en realidad no había y era para que nos fuéramos. Entonces el padre Dol muy sentido dijo ‘peligran ustedes y peligra la parroquia’”.

“Ahí nos fuimos a la iglesia Metodista, que también nos recibió, y estuvimos un año hasta que el Ejército fue a presionando al pastor para que nos fuéramos. Así estuvimos peregrinando de un lado al otro”, completa el relato de lo vivido por entonces.


Mientras tanto, en Capital Federal, algunas mujeres, madres de jóvenes que habían desaparecido, empezaron a organizarse y movilizarse para reclamar a la dictadura información acerca de sus hijos, cuyo paradero desconocían. Comenzaba a hablarse de “los desaparecidos” y así fue que surgieron las “rondas”. Como estaba prohibido manifestarse en concentraciones, la orden policial a este grupo fue que comenzaran a marchar y así lo hicieron. Esta situación también las impulsó a salir a la calle en Mar del Plata. “Todo nuestro trabajo y lucha fue en la calle”, subraya la referente de la asociación local.

“Se repetía ‘El silencio es salud’, la gente por el miedo no quería ver lo que pasaba. Nos veían a nosotras en la calle informando, fue muy importante porque fue comunicar lo que estaba pasando en este momento”, reflexiona.

– En los inicios en Mar del Plata ¿cuántas personas se reunían?

– Al principio estábamos todos juntos, en las reuniones había madres, hermanos, padres, esposas; llegábamos hasta 100 personas. Nos reuníamos sabiendo que nos espiaban, nos intervenían los teléfonos. Cuando llegó Alfonsín, muchas personas se fueron de la asociación porque pensaban que la lucha había terminado. Después vino la reparación económica que Madres fue el único organismo que lo rechazó. Pero hubo madres que abandonaron la lucha también, eso fue desgranando a muchos organismos. Las Madres seguimos como asociación luchando todos estos años. Para algunos somos muy duras, somos intolerantes, pero el tiempo nos da la razón. Cuando uno expresa lo que siente es necesario poder decir y proponer porque la queja constante no sirve.

Nuestra lucha es con amor, solidaridad, es solidarizar la maternidad. Para nosotras fue muy importante no quedarnos en el reclamo propio sino en el reclamo de todos los desaparecidos. Eso fue un paso significativo porque fue un genocidio.

– A 44 años hay despedidas de compañeras, ¿sienten que el legado que fueron construyendo está dando sus frutos?

– Sí eso es muy triste de ver, pero como decimos nosotras “las madres cambian de casa”. Pero lo que se ha construido, sobre todo desde el gobierno de Néstor y Cristina (Kirchner) donde los jóvenes comenzaron a interesarse por la buena política, eso nos dio muchas esperanzas de que hubiera toda una generación que se preocupaba y ocupaba por la población, por querer mejorar y ser mejores. Nos da tranquilidad, no se ha perdido lo que nuestros jóvenes querían construir; con otras formas porque cambiaron los tiempos pero las ideas hoy también están presente. Si vemos lo que provocó el gobierno de Macri y lo que se acentuó con la pandemia la pobreza es terrible.

– En uno de los últimos videos que trasmitieron por Facebook hacés alusión a la pobreza y a cómo desde la asociación se preocupan por el acceso a la alimentación y por poner en valor el trabajo, actualmente, de los comités barriales de emergencia (CBE)…

– Es fundamental porque el primer año de vida para el desarrollo de la persona es fundamental. Si no se tiene una buena alimentación balanceada vas a tener problemas cognitivos el resto de la vida, y eso influye en los ingresos, en cómo mantenerse o si se depende de otras personas para sobrevivir. Es terrible pensar que la Comuna cortó de forma radical los alimentos frescos. Con políticas que se discontinúan a la Argentina cuesta salir adelante. Decí que hay muchos hombres y mujeres que batallan para ponerla de pie pero cada vez es más difícil con políticas tan neoliberales.

– Ustedes, las Madres, saben bien que hay que tener muy claro el objetivo para salir adelante…

– Es fundamental, nosotras políticamente pensábamos diferente. Algunas eran amas de casa, había trabajadores, otros tenían interés por la política o militaban. Cuando el objetivo fueron nuestros hijos eso nos amalgamó, empezamos a ver esa búsqueda como principal, como el motor de nuestra lucha.

– ¿Qué le dirías a aquellas personas que están atravesando momentos difíciles?

– Así como hay dolor, en el camino también hay mucho amor. Que ese amor vuelve, cuando se acercan los jóvenes nos da una fuerza y una alegría ver cómo nos quieren. Eso da mucha fuerza y eso es lo que quiero para los jóvenes: si el camino es difícil también la recompensa es muy linda. Pero hay que ser mejores. Que cada uno siga su camino pero siempre que sea respetándose y respetando a los otros. Y recordar que cada uno desde su lugar puede hacer algo, puede aportar un granito de arena que parece que no es nada pero en el conjunto es mucho y no ser indiferentes.

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02/05/2021