Marcha en Mar del Plata tras el crimen de Lucas González: “El gatillo fácil es política de Estado”
Organizaciones de izquierda movilizaron a nivel local para repudiar la violencia estatal en torno al caso del homicidio del juvenil de Barracas, asesinado por la Policía de la Ciudad.
Este jueves se conoció el asesinato de Lucas González, un futbolista de las inferiores de Barracas que fue baleado en la cabeza por policías “de civil” pertenecientes a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y el repudio se generalizó al punto que se organizaron movilizaciones en reclamo de justicia, también en Mar del Plata: numerosas organizaciones de izquierda marcharon por el centro y manifestaron: “El gatillo fácil es política de Estado“.
La concentración fue en Luro y Mitre y desde allí marcharon distintas agrupaciones en solidaridad con la familia del joven de 17 años asesinado por al menos tres policías que les dispararon cuando circulaban en un auto a la salida de un entrenamiento.
Entre los principales convocantes locales, estuvo la Campaña Nacional Brandon Romero, espacio formado tras el homicidio del joven panadero de 18 años, asesinado a manos del policía Pedro Arcángel Bogado, perteneciente a la Policía Bonaerense. También, familiares de Thomas Pérez, el adolescente que fue asesinado en 2014 por un policía de civil que fue sobreseído por la Justicia.
“Esta vez la Policía nos arrebató la vida de Lucas González en el barrio de Barracas, sumándose a la larga lista de jóvenes que fueron asesinadxs por parte de las fuerzas represivas”, manifestaron desde el Frente Antirrepresivo Mar del Plata, otro de los espacios convocantes.
“Pasan los gobiernos, de cualquier tipo y color, y lxs pibxs siguen siendo asesinadxs, confirmando una vez más que el gatillo fácil es una política orquestada y ejecutada por el Estado en sus diversos estamentos, nacional, provincial y municipal”, agregaron.
Por su parte, desde Votamos Luchar insistieron en que “no es un caso aislado” sino que el de Lucas forma parte de una “política de estado”, apuntada “sobre todo a la juventud“.
Por su parte, desde el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) vincularon el caso de Lucas con las manifestaciones públicas de candidatos y diputados electos, como también de referentes políticos del peronismo, la derecha y la ultraderecha en torno a la política de “seguridad”: “Un crimen con responsables políticos a ambos lados de la falsa grieta, que arengan la política de mano dura“.
Para el partido, además, el gatillo fácil asoma como resultado de “una demagogia de derecha, con resultados nefastos, en lugar de resolver las cuestiones de fondo como son la desigualdad social, la pobreza, la desocupación, el acceso a la educación y la vivienda para lxs pibxs y sus familias”.
El hecho sucedió este miércoles, cuando el joven se trasladaba en un auto con otros tres de entre 17 y 18 años hasta que policías de civil, por motivos que son materia de investigación, dispararon contra el vehículo, provocándole serias heridas en la cabeza a Lucas, quien falleció este jueves en el Hospital Penna.
En torno al caso, la Coordinadora contra la represión policial e institucional (Correpi) aseguró que la Policía de la Ciudad “intentó disfrazar” lo ocurrido en el barrio de Barracas en lo que entienden se trató un caso más de “gatillo fácil”.
En ese sentido, en el marco de la investigación, la familia y los sobrevivientes no solo denunciaron que se trató de un caso de gatillo fácil, sino que incluso intentaron “plantar” en la escena del crimen una pistola de juguete a los tres futbolistas, cuando las víctimas aseguran que volvían de entrenar y que, incluso, pensaban que estaban siendo víctimas de un robo y no baleados por policías de civil.
