Martes 23 de abril | Mar del Plata
12/06/2016

Masonería: secretos de una sociedad discreta

En Argentina hay cerca de 12.000 masones, divididos en unas 1200 logias en actividad. En Mar del Plata, la Logia 7 de Junio de 1891 cumple 125 años de actividad ininterrumpida ¿Qué es la Masonería? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué significan sus símbolos?

Masonería: secretos de una sociedad discreta
(Fotos: Nico Dumrauf)

La Masonería aparece en el medioevo, creada por los albañiles que tenían el oficio, el secreto de la construcción. Se llama así por la palabra maçon, albañil en francés. En 1717 la Masonería deja de ser solo operativa y pasa a ser especulativa. Empiezan a incorporar miembros de otras profesiones, como filósofos, militares, historiadores, políticos o matemáticos. 

Existe un imaginario en el que el mundo está manejado por sociedades secretas que mueven los hilos de la humanidad a lo largo de la historia. Conspiraciones para que la maquinaria funcione de determinada manera, para evitar el cambio, para generar el cambio. Hay teorías para todo. Hay necesidad de teorías para todo. Y entre conspiraciones y teorías de ficción, la Masonería es real, con influencia  en movimientos sociales desde la Revolución Francesa hasta la independencia de prácticamente toda América. Tan real que, aún hoy, funciona en el mundo, en Argentina, pero de manera legal y establecida como sociedad civil.

La Masonería no es una sociedad secreta, pero tiene secretos. No se esconde entre las sombras del mundo, pero sí es  discreta y tiene misterios anacrónicos, con sus templos, rituales y símbolos. Tampoco es una religión ni un partido político; los masones no prometen ninguna salvación, no tienen un dios específico y no quieren convertir a nadie, ni conseguir votos, ni llenar la Plaza de Mayo.

La Masonería es, ante todo, una idea de la humanidad, de que la humanidad puede mejorar a través de personas que mejoran individualmente. Es una idea del lugar del individuo en una comunidad que desea reflejar los valores de libertad, igualdad y fraternidad. Se puede decir que es una sociedad filosófica, filantrópica y progresista.

Es una escuela de conducta y de conocimiento. De conducta, porque exige a sus miembros tener una conducta ética hasta el fin de sus días. De conocimiento, porque los masones se instruyen constantemente sin estar atados a ninguna creencia religiosa ni política y ven en el conocimiento democrático libertad, posibilidad e igualdad.

En Argentina, se estima que hay entre 10.000 y 12.000 masones y cerca de 1200 logias en actividad que se encuentran bajo el auspicio de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

En Mar del Plata, la Logia 7 de Junio de 1891, que funciona en un templo ubicado en San Martín 3257. cumplió 125 años de actividad ininterrumpida.

 “LA MASONERÍA HA VUELTO A TENER PRESENCIA EN LA SOCIEDAD” 

En un mundo que estaba bajo las órdenes de la Iglesia y monarquías, la Masonería apareció como una corriente de pensamiento que cuestionaba ese fatalismo histórico, social y mágico en el que estaba la sociedad. Los masones, desde la Edad Media, creen en la movilidad social, en la democratización de la sociedad. 

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Al gran maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, Nicolás Orlando Breglia, le gusta aclarar que “la Masonería ha estado desde el principio en la Argentina”, y nombra próceres como Belgrano, San Martín y Sarmiento. “La masonería ha vuelto a la sociedad y a tener presencia y vamos por más. Es lo único que podemos decir”, dice.

“Se han tejido muchísimas leyendas de lo que es la Masonería. A veces se nos cuestiona por el hecho de que somos secretos en las dictaduras y discretos en las democracias. La privacidad nosotros la guardamos para resguardar a los hermanos y a nuestras familias. Porque la lucha que emprendió la Masonería en la sociedad a nivel mundial es una lucha muy dura que atacó privilegios enquistados en la sociedad de entonces, que se justificaban por conceptos dogmáticos de una verdad revelada absoluta, casi mágica”, explica el gran maestre.

-¿A quiénes acepta  la Masonería?

-La Masonería tiene en su seno un amplio abanico, que va desde la izquierda hasta la derecha. Quien en ese equilibrio ponga su eje en la libertad, posiblemente sea de centro derecha; quien lo haga en igualdad, de centro izquierda, y ambos pueden estar en la Masonería. Quienes tengan ideas totalitarias, tanto de izquierda como de derecha, quedan afuera. Estamos en contra de toda dictadura.

 ¿La Masonería está en conflicto con la Iglesia?

La Masonería jamás se enfrentó con la Iglesia en el ámbito religioso. Y no se puede enfrentar porque se ocupa del hombre en el plano terrenal y temporal. Las religiones se desarrollan en el plano espiritual trascendente. Nosotros patrocinamos que los hermanos tengan espiritualidad, que crean en el Gran Arquitecto del Universo, en algo superior. 

-No están en conflicto, pero proponen un Estado laico.

-La Masonería no es anticlerical, pero abogamos por la no utilización de la fe para ocupar cargos públicos y por el laicismo, que es respetar las minorías y una idea superadora de la sociedad. El laicismo trata un concepto de igualdad, no hay ningún tipo de discriminación de orden religioso ni social. Establece la separación de Iglesia y Estado. Relega a la religión al ámbito privado de cada uno. En ámbitos públicos la neutralidad en materia religiosa.

-¿Qué papel juega la Masonería en la Argentina actual?

-Desde la Masonería, nos ofrecemos como un ámbito neutral de debate para acordar políticas de unión nacional y consenso. Creemos que Argentina tiene que buscar su destino reuniendo a todos los argentinos. Todo el ámbito político y social debe debatir, construir un proyecto nacional, sin importar quién lo dirija.

-¿La Masonería tiene una postura política de lo que sucede en la actualidad?

-Cada hermano mantiene sus posturas, pero dentro de la logia tienen que escuchar posturas que no les son cómodas desde el punto de vista político partidario. La Masonería no le dicta a un funcionario lo que debe hacer, sino que lo invita a la reflexión, debate y consenso.

Breglia dice que “la Masonería no es dueña de la verdad absoluta ni relativa, pero que está en busca de una verdad posible”. Para llegar a esa “verdad posible”, como escuela de pensamiento, “trata de mejorar a ese obrero de la construcción que, en lo posible, llevará lo que adquiera dentro de la Masonería hacia la sociedad”.

Finalmente, el gran maestre de la Masonería en Argentina dice que “trabajan para reconstruir la República”. “El objetivo de la Masonería es reconstruir el Mercosur, crear una región económicamente sustentablemente, con eje en Argentina, Brasil y Venezuela”.

Cada país de Latinoamérica tiene masones, logias masonas “construidas en virtud de las necesidades que tiene ese país para esa sociedad”, explica Breglia.

 UNA SOCIEDAD DE TEMPLOS Y SÍMBOLOS  

La Masonería moderna tiene tres grados: aprendiz, compañero y maestro; mientras que la simbólica y capitular, 33 grados. El “3” es un número cabalístico para las masones y aparece representado en su simbología constantemente.

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La historia cuenta que la familia Peralta Ramos no quiso problemas y un mismo día de 1892 donó terrenos a dos organizaciones poderosas: uno que actualmente queda en San Martín y Mitre, donde la Iglesia construyó la Catedral, y otro en San Martín 3257, donde los masones construyeron el templo de la Logia 7 de Junio de 1891.

El templo de los masones parece un lugar perdido en el tiempo o donde el tiempo no avanza de la misma manera que en el resto del mundo. Resistió a las modas, a las crisis, a las dictaduras, a ellos mismos.

El piso del templo es como un tablero de ajedrez en el que se alternan casillas blancas y negras, parece evocar el mundo que es y no es; la luz y la oscuridad, los opuestos que conviven. A los costados hay sillas, cada una con una espada. Una espada por cada hermano masón, que simboliza protección y ayuda hacia el otro.

En el templo, los masones realizan sus reuniones semanales, llamadas tenidas, en las que cada hermano utiliza un traje, un mandil como símbolo del trabajo –como los usados por los que picaban las piedras en la Edad Media– y un collarín que representa el cargo.

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La simbología masónica está relacionada con la construcción”, explica durante la recorrida un masón, nieto del fallecido exintendente de la ciudad y gran maestre de la logia, Teodoro Bronzini. “La escuadra y el compás hablan de la rectitud que tiene que tener el hombre, tiene una simbología relacionada con la igualdad de todos y el respeto que debe haber entre ellos”.

Las reuniones semanales que suceden en el templo están presididas por el gran maestre y dos vigilantes, quienes están a cargo de ordenar el debate: uno se encarga de la columna de los aprendices y otro de los compañeros y maestros.

La Masonería, como escuela de pensamiento, utiliza las tenidas en el templo como aulas. En cada reunión, un masón lleva un trabajo, lo expone y se opina. Se escuchan diferentes posturas. Si otro masón tiene una postura opuesta, presenta otro trabajo la siguiente semana. De esta dialéctica aplicada de síntesis y antítesis, cada masón enriquece en conocimiento.

Uno trata de llevar adelante los principios masones en la vida cotidiana, trasladarlos a lo que es el mundo profano o la sociedad. Nuestra obligación es ser mejores personas y ayudar a la sociedad. Es el compromiso que uno tiene que tener, querer cambiar las cosas, mejorarlas. Es un compromiso social la Masonería”, explica un masón.

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El patio del templo tiene también el piso de mosaicos blancos y negros, y un jardín bien cuidado con un árbol plantado en el centro, una acacia, que también es un símbolo en sí mismo.

La acacia es un árbol especial para los masones: cuando un hermano fallece y su deseo era el de cremar sus restos, realizan una ceremonia especial y colocan sus cenizas en el árbol, junto con los restos de otros masones. En una pared cerca de la acacia, hay una tabla de mármol con los nombres y el grado de los masones fallecidos y cremados, entre ellos, Teodoro Bronzini, de grado 33.

 LOGIA 7 DE JUNIO: 125 AÑOS DE FUNCIONAMIENTO ININTERRUMPIDO  

La Masonería no tuvo otro remedio que modernizarse. Antes solo se podía ingresar por recomendación de un masón ya iniciado; ahora es tan fácil como buscar por redes sociales o internet a los masones, entrar a la página oficial de la logia, llenar un formulario y presentar una solicitud. El número de ingresantes creció en los últimos años, en los que el 70 % de los nuevos miembros ingresó de esta manera.

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1 de Enero de 1920. El venerable maestre Teodoro Bronzini asume como Intendente Municipal. En la foto lo acompañan los hermanos masones Alejandro López, José Zacagnini, Miguel Pascarelli, Antonio Valentini y Laffranconi.

“La Masonería es una institución vieja y vieja en nuestro país. Nosotros somos la 110, esa numeración es correlativa. La particularidad es que esta nunca dejó de funcionar”, cuenta el venerable maestre de la Logia 7 de Junio de 1891, Pablo Coronel.

Pablo Coronel ocupará su cargo durante este particular año, en que la logia cumplió su 125º aniversario. “Los cargos acá son cargas”, dice y explica con esa manera que tienen los masones de contar todo entre símbolos y metáforas: “El gran maestre es como la cuchara de albañil que desparrama y trata de amalgamar. Como toda organización de personas, las cosas son desparejas, hay asperezas que hay que limar”.

Este año, para celebrar su aniversario, la logia realizará una ceremonia pública llamada “Tenida Blanca”. “Es una ceremonia distinta a la que practicamos, abierta al público y con invitados especiales. Hay cosas propias que no hacemos, es un poco modificada. Hay un expositor, se escucha una conferencia, pero dentro del templo, con ciertas particularidades”, explica el  maestro masón.

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Explica que la Masonería, como institución filantrópica, realiza funciones puntuales y anónimas con la premisa de “enseñar a pescar y no dar el pescado”. “Colabora con instituciones educativas, con organizaciones que tienen un trabajo de largo aliento, y tenemos hermanos con cargos que se ocupan específicamente de esas acciones”, dice.

A nivel nacional, realizamos una red de talleres que pueden trabajar como centros de recolección de ayuda solidaria. Hacemos aportes que se centralizan y, en el lugar que está afectado, se capitalizan”, dice sobre la acción solidaria que realiza la Masonería.

 ¿Cómo ves la situación social de Mar del Plata?

Te respondo como maestro de la logia. La humanidad en general necesita más fraternidad. La libertad formalmente se logró, la igualdad formalmente se logró y la fraternidad es la deuda que tenemos todos. Nosotros trabajamos por eso. El día que logremos ese objetivo, en el que la fraternidad sea una realidad, la Masonería tal vez no tenga objeto de existir 

-¿La gente entra a la Masonería por San Martín y el resto de los próceres?

-A la gente que intenta ingresar les decimos que no necesariamente van a encontrar a San Martín o a Belgrano. Van a encontrar un colectivo de gente de distinto tipo, con distintas ideas, que dentro de ese marco, conviviendo con esas diferencias, creemos que uno mejora. Por eso tampoco pedimos que el que quiera ingresar sea San Martín. Queremos que ingrese alguien que quiera mejorar.

-El objetivo sigue siendo el de mejorar como persona

-Sí, claro. Mejorar como persona, querer asumir compromisos, una actitud tolerante, escribir, leer, buscar, colaborar. La masonería busca mejorar  la sociedad, la principal acción que hace es mejorar a los miembros  y esos miembros, como mejores personas en su entorno, van a conducirse de mejor manera.

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Pablo Coronel (izquierda), como venerable maestre de la Logia 7 de Junio, llevó un arreglo floral al acto por el 2 de Abril.

El pasado 2 de abril, la Logia 7 de Junio participó del acto por Malvinas y entregó un arreglo floral por los caídos en la guerra. El venerable maestro, Pablo Coronel, estuvo presente durante el discurso del intendente Carlos Arroyo.

-¿La Masonería tuvo alguna reunión con el intendente por algún motivo?

-No. Yo te puedo decir que nuestro taller institucionalmente nunca lo hace. No tendríamos tampoco qué ofrecerle. Por ahí sí hay miembros que tienen conexión, que son parte individualmente.

 ARGENTINA, UN PAÍS FUNDADO POR MASONES 

–San Martín hubiese sido importante, siendo o no de la masonería. Eso está claro, pero la masonería agradece su paso por las aulas.

–Discrepo –interrumpe el Gran Maestre Breglia–. San Martín fue San Martín porque perteneció a la masonería y lo pusieron al frente de las organizaciones militares. De lo contrario, no lo hubieran puesto. Esa es la realidad.

–Lo bueno de la masonería. Discrepamos, pero coincidimos en los objetivos generales.

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Emilio Corbière, en su libro La Masonería: Política y Sociedades Secretas, explica que en Argentina, la primera logia masónica fundada fue la Logia Independencia, en 1795. En 1810 apareció otra con el mismo nombre, presidida por Julián Álvarez, que sentó las bases para lo que luego sería la logia más importante en el período de independencia: la Logia Lautaro, de la que participaron Alvear, San Martín, Francisco Planes, Pintos y otros políticos y militares de la época. Luego aparecerían dentro de la Masonería Sarmiento, Mitre y otros.

Si bien no hay pruebas fehacientes de la incidencia de la masonería en la Argentina –una sociedad secreta no suele dejar documentos–, en actas de la fundación de muchas ciudades, aparecen firmas con tres puntos, como se pueden ver en las de Necochea o La Plata. Además,  los masones se atribuyen gran parte de la redacción de la Constitución Nacional, la letra del himno, la ley de educación 1420, el sufragio universal, leyes de protección a trabajadores e influencia en distintos avances sociales.

POSDATA

El viaje al mundo de los masones es un viaje a la historia moderna de occidente, pero en un paquete turístico en el que uno ve solo lo que los masones quieren mostrar.

La Masonería, en este siglo XXI, parece presentar una mirada optimista de que el mundo no solo puede ser salvado, sino que lo merece. Confían en que quienes pueden salvar al mundo son hombres y mujeres con conocimiento y valores éticos y morales, dispuestos a realizar un trabajo a largo plazo, como el de un albañil que tiene que levantar una casa.

Es cierto que la Masonería no es más una sociedad secreta, pero tiene secretos que en el paquete turístico no aparecen.

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12/06/2016