Momentos después de que el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 comunicara la sentencia absolutoria de Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado de participar del secuestro, violación y homicidio de Natalia Melmann, se produjeron incidentes entre las fuerzas policiales e integrantes de distintas organizaciones sociales que habían ido hasta las puertas de Tribunales a manifestarse en apoyo a la familia de la joven.
Organizaciones sociales, de derechos humanos y feministas se concentraron desde el mediodía en Tribunales para apoyar a la familia de Natalia, principalmente a su papá Gustavo y a su mamá Laura. Luego de que Panadero fuera absuelto, los manifestantes se enfrentaron a la Policía, que respondió amedrentándolos con balas de goma.
Mientras dentro del edificio de Tribunales la familia de Natalia se mostró enfurecida contra el Tribunal y lanzó acusaciones contra el juez Jorge Peralta por “trabajar como un defensor más de Ricardo Panadero”, afuera la tensión fue en aumento.
De los cánticos y gritos, los integrantes de las distintas organizaciones pasaron a los insultos contra el Tribunal. En ese momento el cordón policial que rodeaba las puertas de Tribunales avanzó sobre los manifestantes y los incidentes se desataron entre botellas, bolsas de basura y cascotes arrojados a los uniformados y éstos respondiendo con sus armas abriendo el fuego.
Laura, la mamá de Natalia, bajó rápidamente hacia al estacionamiento de Tribunales para interceder en los incidentes y exigir a viva voz que frenaran los disparos. Junto a Gustavo, papá de Natalia, se interpusieron entre los efectivos y los manifestantes y en medio de gritos y llanto lograron que la policía depusiera su actitud. “Ustedes están para defender a la gente, no para tirarle gases”, fue una de las tantas frases que se pudieron escuchar en medio del dolor.