Nueva marcha contra Wolk para “limpiar la ciudad de genocidas”
El sábado se realizará la movilización en la casa de “El Nazi”, la mano derecha de Etchecolatz, que cumple prisión domiciliaria en Punta Mogotes. La palabra de Ledda Barreiro, de Abuelas de Plaza de Mayo.
Con la premisa de exigir la constitución de un tribunal que juzgue al genocida Juan Miguel Wolk, este sábado a las 11, Abuelas de Plaza de Mayo junto a Vecinos Sin Genocidas marcharán desde Mario Bravo y Vergara rumbo a la casa del represor en Punta Mogotes, donde el mano derecha de Miguel Etchecolatz permanece con prisión domiciliaria. “Que la gente de Punta Mogotes sepa qué clase de vecino tienen”, la palabra de Ledda Bareiro, presidenta de Abuelas en Mar del Plata.
Después de haber logrado que la Justicia revierta su decisión de otorgar la prisión domiciliaria a Etchecolatz gracias a la presión social impulsada por la organización de los vecinos de Bosque Peralta Ramos, este sábado se volverá a realizar un acto de repudio contra otro de los 15 genocidas que viven en la ciudad.
La marcha consistirá, como en las anteriores ediciones, en una silenciosa movilización donde no habrá más sonido que el del megáfono enumerando cada uno de los delitos que cometió El Nazi siendo la mano derecha de Etchecolatz. “La primera la organicé yo y todos querían ir con sus banderas y sus consignas, pero propuse que de golpe apareciéramos en silencio y fue espectacular. Ahí descubrí que el silencio puede ser abrumador porque ni los policías ni el asesino que está adentro no están acostumbrados a ver tanta gente en silencio”, explicó Barreiro en diálogo con QUÉ Digital.
Una vez allí, sin más banderas que la que exija la constitución del tribunal que lo juzgue, se pintarán en el asfalto las figuras y los nombres de las 24 mujeres embarazadas que fueron víctimas en el Pozo de Banfield, y en los cordones de las calles del barrio se pintarán lápices bajo la coordinación de la artista plástica Rosana Cassataro, recordando la participación del represor en la “Noche de los Lápices”.
Ledda Barreiro conoce dolorosamente los delitos que cometió Wolk como jefe del Pozo de Banfield, el centro clandestino de detención donde permaneció secuestrada la hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo y donde además dio a luz a su nieto, que permanece desaparecido.
“Como decía Joan Manuel Serrat, ‘entre ese tipo y yo hay algo personal’. Él sabe dónde está mi nieto. Me costó mucho tiempo poder asimilar la idea de que fuera mi vecino quien sabe dónde está mi nieto y los restos de mi hija. Me costó mucho tiempo conciliar el sueño hasta que me di cuenta que no podía hacer más que estas cosas que estamos haciendo”, agregó Barreiro, entre silencios fríos de una madre y abuela que busca algo más que justicia.
Además contó cómo será esta edición de la marcha, que tendrá como principal consigna la constitución de un tribunal que juzgue al represor: “Este sujeto no está siendo juzgado porque falta un juez que no quiere más juicios, entonces la justicia acata y no pueden conformar un tribunal para Wolk. El caso del Pozo de Banfield ya pasó por la justicia y ahora está con la domiciliaria por el centro clandestino de detención El Infierno. Imaginate si en el pozo pasaron cosas espantosas, cómo habrá sido el infierno”.
“Tomaron conciencia sobre a quién tenían como vecino y se organizaron. Es extraordniario. Fijate que es gente que no es militante, aunque sí algunos que son familiares de desaparecidos. Desde los primeros escraches a Etchecolatz a este último tiempo se formó una agrupación social importantísima que actuó para que se lo llevaran del barrio”, comentó sobre la influencia de la organización Ledda, quien junto a las madres se unió a los Vecinos Sin Genocidas en la organización de este nuevo acto de repudio.
Además, Barreriro resaltó el rol de los vecinos como una experiencia única: “Por primera vez en estos 40 largos años de lucha, el caso de Etchecolatz no lo impulsó Abuelas de Plaza de Mayo, aunque después sí se contactaron con nosotros y juntos lo hicimos. Pero por primera vez salió de parte de los vecinos. Es un hecho muy llamativo y que va a quedar porque se movilizaron y ganaron la calle”.
Se logró que Etchecolatz fuera llevado nuevamente a la cárcel, cuando sabemos que este gobierno no los quiere llevar a la cárcel. Tenemos 15 más en la ciudad y más de 400 en el país que están en sus casas. Limpiemos la ciudad de genocidas. Mar del Plata está llena de represores, pero sucede que estos (Por Etchecolatz y Wolk), se han destacado mucho”.
