Parador Ariston: la puesta en valor, con investigadoras marplatenses
María Valcarce y Marcela Vázquez, integrantes del Conicet, hicieron un diagnóstico de la corrosión del edificio para avanzar próximamente con las reparaciones del emblemático espacio de Playa Serena.
Investigadoras marplatenses del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) trabajaron en el inicio del proceso de restauración del emblemático edificio conocido como Parador Ariston, ubicado en Playa Serena y en avanzado estado de deterioro a pesar de su valor patrimonial local e internacional.
Se trata de María Valcarce y Marcela Vázquez, investigadoras independiente y principal del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema-Conicet), quienes dieron el puntapié inicial para una reclamada puesta en valor de la obra.
Según indicaron desde el Instituto, el cual trabaja en conjunto con la Universidad Nacional de Mar del Plata, lo que hicieron fue evaluar el estado del edificio en lo que respecta al avance de la corrosión de la estructura, y se realizó a pedido de los actuales propietarios. La construcciónestá ubicada prácticamente sobre la Ruta 11 y expuesta a procesos corrosivos producidos por la salitre marina que podrían afectar el acero de refuerzo del hormigón armado.
Según se desprende del informe, “en condiciones normales el hormigón puede prevenir la corrosión del acero de refuerzo ya que favorece la formación de una película de óxidos protectora que contribuye a que la velocidad de corrosión sea mínima. Sin embargo, la presencia de agentes agresivos propios del ambiente marino deteriora la calidad de esta película protectora y genera condiciones propicias para el inicio de la corrosión de los refuerzos”.
En caso de agrietarse dichos refuerzos de hormigón, además de peligrar la estabilidad de una estructura histórica, se convertiría automáticamente en un peligro para la seguridad de los peatones que circulen por las inmediaciones.
La evaluación de las especialistas mostró que algunos sectores se requieren inmediata atención para frenar el deterioro y recomendaron al propietario medidas de prevención y reparación, pero no se observaron indicios de procesos de corrosión que pongan en riesgo la integridad de la estructura. “Los actuales propietarios del inmueble están interesados en poner la estructura en valor y su incorporación al patrimonio histórico local, y nosotras esperamos haber contribuido a que el patrimonio de la ciudad recupere pronto una obra emblemática, para que pueda ser visitada y disfrutada por marplatenses y turistas”, afirmaron las investigadoras.
El Parador Ariston es una obra única en su tipo y de trascendencia internacional, y está ubicada en el sur de Mar del Plata desde el año 1948. Allí funcionó en primer lugar un espacio gastronómico y salón de fiestas, pero marplatenses y turistas recordarán que luego también se lo utilizó como cafetería, discoteca y parrilla, hasta su cierre definitivo en 1993, cuando comenzó el deterioro que arrastra hasta la actualidad.
La particularidad del parador no radica únicamente en tratarse de una losa sostenida por cuatro columnas de hormigón armado, con una planta elevada que, vista desde arriba, asemejan un trébol, sino también por quién fue el diseñador del edificio: nada más y nada menos que el arquitecto modernista húngaro Marcel Breuer, junto a sus pares argentinos Carlos Coire y Eduardo Catalano.
Breuer es mundialmente reconocido por haber sido miembro de la escuela Bauhaus en Weimar, Alemania, que fue cerrada con la irrupción del nazismo, y el Parador Ariston es la única obra del húngaro en Latinoamérica, por lo que su conservación es muy valiosa, no sólo para la ciudad de Mar del Plata, sino como patrimonio arquitectónico internacional.
