“Periodismo bajo presión”, reflejo de una profesión de riesgo
El documental realizado por el marplatense Diego Virgolini recoge testimonios de periodistas en México y Colombia, enmarcados en el narcotráfico y la corrupción. Una producción independiente que recorre la realidad de América Latina.
México y Colombia comparten el estigma del narco, los militares en las calles, las fosas comunes repletas de NN y los miles de inocentes desamparados en el medio. También los une otro dato macabro: ambos encabezan la lista de países con más periodistas asesinados en toda América Latina.
En ese contexto, y a través del testimonio de siete periodistas mexicanos y siete colombianos, el documental “Periodismo bajo presión” muestra retazos de la situación del periodismo en tierra de narcos, guerrilleros, paramilitares y funcionarios corruptos. La producción independiente fue realizada íntegramente por el periodista de la ciudad Diego Virgolini y esta semana fue lanzada oficialmente.
Durante 56 minutos, el documental se enfoca en la situación del periodismo en los dos países más peligrosos de América Latina, donde la violencia y la impunidad marcan la agenda informativa. El proyecto nació luego de que en septiembre de 2014 la organización “Reporteros sin Fronteras” publicara una lista con los países más “mórtiferos” de América Latina para ejercer el periodismo. En primer lugar se ubica a México, seguido en orden por Colombia, Brasil y Honduras.
Según se explica en el informe, “además de la gran cantidad de asesinatos, son frecuentes en estos países los casos de amenazas, extorsiones, secuestros, torturas y demás violaciones a la libertad de expresión que sufren quienes ejercen el periodismo”. Y todo ello, en contextos donde la impunidad supera el 90% y los principales agresores contra la prensa son funcionarios públicos.
Bajo esa premisa,“Periodismo bajo presión” se enfoca en la situación del periodismo en los dos países más peligrosos de América Latina, donde la violencia y la impunidad marcan la agenda informativa. Grabado improvisadamente durante un viaje como mochilero, el documental es un trabajo realizado en forma casi experimental, sin demasiada planificación, con equipo de muy bajo costo y un proceso de edición algo rústico.
El resultado final es un documental con énfasis en los testimonios, donde catorce periodistas y referentes de organizaciones por la libertad de expresión de México y Colombia brindan su testimonio frente a cámara. Entre ellos, puede encontrarse a hombres y mujeres de grandes ciudades y pequeños poblados, afectados por el narco, la guerrilla, los paramilitares o los propios funcionarios públicos; además de periodistas de renombre y de bajo perfil, comunicadores con chalecos antibalas, custodios, vehículos blindados y botones de pánico.
