Posada del Inti, al límite: empiezan una huelga de hambre
El titular de la comunidad terapéutica, Fabián Messina, junto a trabajadores e integrantes del espacio iniciaron una protesta ante el cumplimiento de un año de falta de pago de la Provincia. Instalaron una carpa y una mesa de difusión frente a la Catedral.
La comunidad terapéutica Posada del Inti llegó al límite. Pasó un año del último pago de la Provincia respecto a las becas por los pacientes que deriva para ser atendidos por la institución y las respuestas no llegan. Pese a numerosos reclamos formales, ningún funcionario provincial ofreció soluciones. Por eso, tal como habían resuelto días atrás, este miércoles los responsables y trabajadores se instalaron con una carpa frente a la catedral y su titular, Fabián Messina, comenzó una huelga de hambre.
Messina lo dejó en claro días atrás y este miércoles lo ratificó: todas las instancias administrativas de reclamo se agotaron teniendo en cuenta que desde octubre de 2016 los pagos no llegan y que las autoridades que desfilaron durante ese período por la Subsecretaría de Determinantes Sociales de la Salud y la Enfermedad Física, Mental y de las Adicciones siempre dieron las mismas respuestas: que no era un problema económico, que se trataba de cuestiones administrativas y que “en semanas” se solucionaría. Un año después, esa respuesta dejó de poder ser aceptada por los responsables y trabajadores del lugar.
De esta manera, y tal como lo resolvieron en asamblea este miércoles montaron una carpa en la plaza frente la Catedral y una mesa para difundir la situación e intentar de una vez por todas tener respuestas. Esta actividad está acompañada con el inicio de una huelga de hambre por parte de Messina hasta tanto haya una respuesta de las autoridades.
El reclamo por atraso en el pago de las becas no es nuevo y acumula años, pero en este caso el hecho de que haya llegado al límite de doce meses de incumplimiento derivó en una importante crisis para la institución. Es pese a que la Provincia y la entidad tienen un convenio por medio del cual el Estado le deriva a la institución pacientes, a cambio del servicio de atención y con el compromiso -incumplido- de pagar cierto monto de dinero por cada beca, lo cierto es que el gobierno no afronta los gastos que le corresponden y es la entidad, por su cuenta, la que busca la manera de no cortar los tratamientos para los pacientes.
Actualmente, son alrededor de 20 los pacientes que la comunidad terapéutica atiende por derivación de la Subsecretaría de Adicciones. Sobre cien internados que había hace unos años, 50 eran derivados desde allí. Sin embargo, a partir de la falta de pago ese cupo se fue reduciendo y desde la entidad empezaron a priorizar ingresos a más pacientes de la Sedronar que paga en tiempo y forma y de Niñez de la Provincia, que también paga en tiempo y forma.
