Viernes 19 de abril | Mar del Plata
09/04/2016

Puerto: Funes no aparece y más trabajadores siguen a la deriva

Los obreros hace poco menos de un mes que no saben nada de él y mantienen la ocupación en las plantas. Hay negociaciones para tratar de paliar las realidades urgentes. Otro empresario dejó a otras 38 familias sin nada.

Puerto: Funes no aparece y más trabajadores siguen a la deriva
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

“Sigue todo igual”. La frase de los representantes del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) y de los trabajadores se repite día a día, ya hace casi un mes. Se trata de los 180 obreros que se desempeñaban –un grupo en blanco y la mayoría en negro- para el empresario Roberto Funes, que desapareció y nada se sabe de él. A esto se sumó Bastiano Discala, encargado de una cooperativa, que dejó a otras 38 familias en la misma situación.

Mientras los días pasan, los empresarios no aparecen y el Estado no interviene, en el Puerto la tensión crece, los conflictos se prolongan y las búsqueda de soluciones provisorias se reducen a pequeños parches.

“Funes tiene bienes, como algunas plantas, e incluso tiene reintegros de IVA que aún no cobró por lo tanto hay posibilidades de que busque soluciones, pero evidentemente no les interesa”, sostienen desde el SOIP.

Mientras eso (no) ocurre, las soluciones que empiezan a buscar los trabajadores se divide entre aquellos que estaban bajo relación de dependencia en el frigorífico Coast Fish, ubicado en José Hernández y Solís, y los que se desempeñaban en negro en tres plantas fasoneras.

En el primer caso, buscan que los propietarios del frigorífico que se lo alquilaban a Funes, entre ellos Antonio Barillari, se hagan cargo del destino de los trabajadores.  “También la responsabilidad empieza a caer en ellos,  primero hubo un contrato de alquiler de la planta que después le transfirieron a Funes y después firmaron un comodato”, explicaron desde el SOIP. Lo cierto es que un marco familiar conflictivo por las acciones de la empresa –con una denuncia penal de por medio- no hacen fácil cumplir el objetivo.

Por otro lado, en cuanto a los empleados en negro que mantenía Funes, se conformó una “mesa de diálogo” a la que se sumaron proveedores de  materia prima con el objetivo de tratar de encausar el futuro laboral inmediato de los trabajadores. Incluso, una de las plantas, “El Tubo”, la gente decidió hacerse cargo e intentar salir del pozo en el que se encuentran.

LAS OTRAS 38 FAMILIAS

La cooperativa liderada por Bastiano Discala era una a las que Funes proveía de materia prima. Después de algunas protestas por falta de trabajo y conflictos que se mantuvieron en el tiempo, Discala tampoco volvió a aparecer y así 38 obreros quedaron en la nada.

El panorama para estos trabajadores es el mismo que para los que se desempeñaban en negro con Funes, aunque desde el SOIP reconocieron que están más avanzadas las negociaciones con otros empresarios del sector para que se pueda paliar la situación urgente y luego seguir con el procedimiento legal en el marco del conflicto.

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09/04/2016