Puerto: trabajo en negro, reclamo y sesenta familias a la deriva
Se trata de los empleados que se desempeñaban para el Frigorífico Bermejo. La empresa confesó que “no puede seguir” operando en estas condiciones, pero nadie les da respuestas. Mantienen un acampe en Irala y Acha.
En lo que a esta altura ya es un reclamo repetido, en el que solo cambian los actores que protagonizan el conflicto, un grupo de unos sesenta trabajadores no registrados comenzó esta semana un acampe en la puerta del Frigorífico Bermejo, en Irala y Acha, luego de que las autoridades de la empresa confesaran no poder seguir operando por las condiciones económicas, pero no les ofrecieran ninguna salida acorde, pese a tener, en promedio, una antigüedad de diez años.
A partir de esta situación, las y los trabajadores –quienes se desempeñaban en negro- decidieron instalar una carpa en la puerta de la planta para exigir respuestas. Según explicó Eduardo Garay, uno de los empleados, todos trabajaban para el Frigorífico Bermejo -a cargo de José María Poletti-, aunque en el último tiempo otro empresario –Walter Santamaría– “aprovechó la materia prima” y era quien oficiaba de patrón.
“(Santamarina) nos ha dicho que él en estas condiciones no puede seguir y hemos quedado acá. Hemos venido a reclamarle a Poletti, que es el responsable, porque hace diez años que estamos con él y queremos ver qué solución nos da”, explicó Garay, respecto al trasfondo del conflicto.
En ese sentido, dijo que hace algunos meses los trabajadores hicieron un reclamo por un garantizado semanal y ambos empresarios estuvieron de acuerdo, pero “rápidamente se desdijeron” y dejaron a las familias a la deriva. “Ese dinero era para paliar la situación mientras se reactivaba la industria; a nosotros no nos dejan otra alternativa que venir y hacer un reclamo acá, porque hay compañeros del barrio Libertad e Hipódromo, que que no pueden ir y volver”, expuso.
Al respecto, Garay consideró que los trabajadores del Puerto viven “totalmente al día” y recordó que en el último tiempo solo estaban cobrando unos $700 por semana. “Con esta situación económica, para los trabajadores es muy difícil sostenerse con esa plata. No nos dejan alternativas”, lamentó respecto a la negativa de los empresarios a pagarles lo que corresponde.
POBREZA EN UNA INDUSTRIA MILLONARIA
Consultado respecto a los pasos a seguir, el representante de los trabajadores dijo que se mantendrán en la puerta del frigorífico y cuestionó la presencia policial ante un reclamo de este tipo: “Cuando los trabajadores se manifiestan por sus derechos y reivindicaciones la respuesta es esta: hambre y represión en una industria que genera mil millones de dólares mientas nosotros nos encontramos en estas condiciones”.
“Llamamos a la cabeza, al intendente, a los concejales y a los sectores a que se hagan eco porque esto no solo nos pasa a nosotros sino que se repite en el Puerto; hay compañeros en la calle, tirados, sin obra social, sin cobertura, sufriendo en una industria donde hay empresarios muy ricos”, completó Garay, en relación al panorama general que hoy atraviesa el sector.
