“Que cambien las leyes para que podamos tener justicia”
Durante la marcha de este domingo, dieron sus testimonios mamás que perdieron a sus hijos e hijos que perdieron a sus padres en manos de la violencia. “Nadie está ajeno a lo que pueda pasar”, señalaron.
El dolor en sus rostros, la voz ronca de gritar, de pedir, de exigir justicia. Las caras de sus seres queridos plasmadas en remeras, en carteles. La impotencia de la ausencia. Este domingo, la convocatoria de familiares y amigos de víctimas del delito llenó el centro de la ciudad de historias, de testimonios vinculados con los estragos de la violencia, sea cual sea su forma.
“Somos muchos los que perdemos hijos o padres en accidente de tránsito o en femicidios. Hay que luchar porque nos matan gratis. Jueces garantistas córtenla, perdemos hijos ¿dónde mierda están? Queremos que cambien las leyes para que podamos tener justicia”, fueron las palabras de Verónica Borelli, mamá de Lucía Bernaola, quien murió tras ser atropellada por Federico Sasso.
Con el dolor a cuestas, Verónica pudo destacar la unión de todas las víctimas, pero también habló del impacto que tuvo la última novedad en la causa por el homicidio de su hija: la Justicia de Garantías le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria a Sasso. Y aunque la fiscalía ya apeló, y ellos harán lo mismo este lunes, Verónica habló de la impotencia, de la decepción.
“No importa qué es lo que ellos piensen o qué argumentos tienen, porque para mí los argumentos para darle el arresto domiciliario a Sasso son estúpidos, son de una jueza que me extraña porque creo que si estudiás y sos jueza tenés la capacidad mental para saber lo que decidís y lo que hacés”, cuestionó.
Y en ese sentido, se dirigió a la Cámara de Apelaciones, que ahora deberá decidir si ratifica o revoca el beneficio: “Yo quiero hablarle a la Cámara, a esos tres jueces que van a decidir: les pido que pongan los huevos donde los tienen que poner, porque ser juez no es decidir prisión domiciliaria o tantos años de prisión, es tener corazón. Y a mí me rompieron el corazón para toda la vida”.
Marta Montero, mamá de Lucía Pérez –quien fue asesinada en octubre de 2016 y la causa contra Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel ya fue elevada a juicio- también se refirió al dolor de la pérdida, a la ausencia de una hija de tan solo 16 años. Sentada junto al resto de las mamás, pidió justicia y una condena ejemplar.
“A mí hija la mataron tres personas inescrupulosas; una de ellas está en un lugar de rehabilitación, afuera de la cárcel y eso no lo debemos permitir, no puede ser. Luchemos todos juntos porque Lucía no se merecía que la mataran de la manera en la que la mataron, ella era una excelente persona y la mataron por ser mujer”, aseguró.
Otras dos mamás que también dieron su testimonio fueron las de Franco Beltrán –atropellado en 2015 en Colón y Güemes- y la de Thiago Joel Franco, quien todavía sufre las graves secuelas por el choque protagonizado por Eduardo Lalo Ramos, el expiloto de TC que logró sortear la instancia de juicio oral y fue condenado en un juicio abreviado.
“A mi hijo Franco, Fernando Salas lo llevó por delante con su taxi, pasó en rojo. Desde ese momento estamos esperando la ansiada justicia, pero el señor sigue en su casa, estamos esperando la elevación de juicio oral: pasaron dos años y Franco sigue sin tener justicia en el cementerio”, se lamentó la mamá de quien fuera atropellado en noviembre de 2015.
Por su parte, Rocío Dusek habló de la lucha de Thiago, quien hoy tiene ocho años, y cada día lucha por salir adelante. “Yo veo a mi hijo sufrir día a día. Por eso digo basta de asesinos al volante, dejen de pensar en uno mismo y no pensar en los demás. Lamentablemente el nene no está bien, está involucionando”, dijo entre lágrimas a la espera de un nuevo viaje a Capital Federal, en busca de respuestas médicas que puedan aliviar el padecer el pequeño.
Como si fuera poco, Rocío habló también de la discriminación de la sociedad. Es que, según relató, en la escuela a la que asiste algunas horas su hijo, los padres de algunos alumnos comenzaron a presentar críticas por la presencia de Thiago. “Estamos siendo víctimas de la discriminación también, porque hay problemas en el colegio: es lamentable porque nadie está ajeno a lo que le pueda pasar”, criticó.
Finalmente, Verónica Fernández habló sobre su dolor, el de una hija que perdió a su padre en manos de un conductor imprudente. Adolfo Fernández fue atropellado por un colectivo de la línea 532 en Luro e Independencia y pese a que el conductor del colectivo cruzó en rojo, nunca fue suspendido y hoy sigue manejando como si nada.
“El 532 dobló como venía y mi papá tenía el semáforo a favor, pero lo atropelló y murió. Tenemos la causa en la Fiscalía Nº11, pero el chofer sigue manejando, no tomaron ninguna medida precautoria hacia él, no tenemos respuestas ni apoyo hace 10 meses”, dijo y aseguró que hoy, cansadas de esperar, decidieron unirse pese al miedo, porque en el inicio de la causa “hubo amenazas a las testigos”.
“Somos tres hijas y mi mamá por eso no lo hicimos público. Pero ahora salimos a contar lo que pasó, porque este hombre maneja y hace su vida normal como si nada, sigue arriba de un colectivo”, completó.
