Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
15/01/2017

“Quieren convertir una pelea de pandillas en un ataque neonazi”

En un informe elaborado por quienes representan a uno de los imputados en la causa advierten que la investigación “estuvo armada por motivos de violencia política”. Denuncia irregularidades y ausencia de material probatorio.

“Quieren convertir una pelea de pandillas en un ataque neonazi”
(Fotos: archivo / QUÉ Digital)

“Quieren convertir una pelea de pandillas rivales en un ataque neonazi y a una pandilla de peligrosos marginales en inocentes activistas sociales”. Esa y otras frases de índole similar forman parte del informe elaborado por el representante de uno de los imputados en la causa por los ataques neonazis, documento aportado a la Justicia y al Municipio con el objetivo de exponer que la investigación “estuvo armada por motivos de violencia política”.

De acuerdo a lo que explicó Giovanni Naldi, desde hace más de ocho meses trabaja en torno a la situación que derivó en la imputación de ocho jóvenes, quienes están acusados de una docena de hechos, que incluyen amenazas y ataques contra inmuebles y lesiones, además de la conformación de una organización para cometer estos delitos en función de proclamas neonazis.

Esto, en función de que el propio Giovanni Naldi denunció, tiempo atrás y ante la Justicia Federal, al exsecretario de Derechos Humanos de la Comuna y dirigente de Nuevo Encuentro, José Luis Zerillo, por “haber encubierto un grave caso de discriminación sucedido en el HIGA a manos de gente del movimiento Evita”.

En ese marco, y según el relato de quien es parte de la representación de uno de los jóvenes imputados, la investigación por los ataques neonazis “es una causa que estuvo en general armada por  motivos de violencia política y contra él en particular por una venganza personal de Javier Moreno Iglesias (activista por los derechos LGBT).

En concreto, en el informe presentado se repara en varias cuestiones y se cuestiona, en primera instancia, la existencia de grupos neonazis. “Existía un grupo llamado  ‘Bandera Negra’ que se forma principios de agosto del 2015 y cuya intención era realizar tareas de acción social”. Este grupo estaba conformado, de acuerdo a lo documentado, por cuatro de los jóvenes imputados.

Plaza Pueyrredon (3) bandera negra fascistas

“De ellos solo uno  profesaba abiertamente una ideología vinculada al neonazismo, el imputado Alan Olea”, precisó Naldi, quien aseguró que Bandera Negra solo existió “por dos meses a causa justamente de las diferencias ideológicas entre Alan Olea y los otros jóvenes”.

“A la vez había un joven  llamado Alexander Levchenco que solía moverse con otros dos jóvenes -el detenido Giuliano Spagnolo y un joven de nacionalidad francesa que se encuentra prófugo- quien aparentemente también profesaba esta ideología. Estos jóvenes si bien se conocían, no formaban un grupo entre sí y manifiestan que ni siquiera eran amigos”, se desprende del informe.

En ese sentido, en el documento se advierte que “la segunda mentira de los querellantes se encuentra en afirmar que estos grupos son responsables de innumerables agresiones”: “No solo que ninguno de los miembros de Bandera Negra tiene denuncias previas por agresión, sino que la propia causa consta solo de la reyerta en Plaza España, los incidentes de Nevermind, el ataque a Nómade Navarro, un ataque a una travesti, una reyerta entre Alan Olea y Franco Pozas con un grupo “punk” (sin heridos) y varias denuncias por pintadas”.

  PANDILLAS, AGRESIONES Y FALTA DE PRUEBA  

En lo relativo a lo sucedido en Plaza España, la defensa de los acusados sostiene que en realidad se trató de una pelea entre “pandillas” -quienes integraban Bandera Negra y quienes conforman el Colectivo Antifascista- y que justamente los querellantes son representados, junto a Moreno Iglesias, por Zerillo.

“Olea venía manteniendo con esta pandilla un enfrentamiento traducido en peleas vía Facebook que se extiende a la largo de varios meses, aclarando que esta situación (de origen totalmente marginal) no era conocida por la ciudadanía marplatense”, se advierte en el informe, en el que se deja constancia de que “Olea apareció en más de una oportunidad en actitudes cuestionables vinculadas a la ideología neonazi”.

De todas formas, lo que se menciona es que el grupo denominado ‘antifascistas’, según las pruebas colectadas y adjuntadas por quien elaboró el informe, “tiene una actitud de constante incitación a la violencia, denuncias por agresiones y delitos comunes y en varias fotografías publicadas por Facebook se los ve armados”.

En líneas generales y por fuera de las particularidades en relación a los episodios denunciados en la causa, en el escrito que fue presentado ante la Justicia se cuestiona la acusación de “asociación ilícita” al considerarse que “no había convivencia ni trato amistoso entre la mayoría de los detenidos”.

Además, se desmiente que cualquiera de los episodios hayan tenido que ver con “crímenes de odio”, dado que “no fueron incidentes vinculados a cuestiones ideológicas sino a agresiones de parte de los querellantes respondidas por los denunciados”. “Quieren convertir una pelea de pandillas rivales en un ataque neonazi y a una pandilla de peligrosos marginales en inocentes activistas sociales”, se sostiene.

no a los ataques neonazis 03 javier moreno iglesias

Y en ese sentido, se critica también la falta de pruebas que acrediten las imputaciones; en concreto se puntualiza que en el caso de los imputados por apología del nazismo -Nicolás Caputo y a Gonzalo Paniagua– en los allanamientos a sus domicilios y en sus Facebooks “no se encontró nada vinculado al nazismo”.

“Mienten a la ciudadanía aseverando que los jóvenes reivindicaban su accionar en sus ideas nazis cuando ellos aclaraban públicamente que los incidentes eran parte de peleas pandilleriles o defensa de amigos agredidos”, se apunta y se repara en la necesidad de evidencia probatoria.

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15/01/2017