Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
18/04/2021

Recuperadores urbanos: una tarea invisibilizada, un rol sustentable y demandas a atender

Desde la Universidad Nacional de Mar del Plata dieron a conocer un primer informe que busca visibilizar el presente y las tareas de carreros y cartoneros, e integrarlos en las políticas públicas de sustentabilidad.

Recuperadores urbanos: una tarea invisibilizada, un rol sustentable y demandas a atender
(Fotos: archivo / Qué digital)

“Los recuperadores urbanos y su aporte al desarrollo sustentable de Mar del Plata” es el título del primer informe realizado por la Universidad Nacional de Mar del Plata junto recuperadores, carreros y cartoneros del distrito en busca de visibilizar la tarea que realizan diariamente, las condiciones en las que las llevan a cabo, el rol que cumplen y el que podrían ocupar en la gestión sustentable de la ciudad, además de las necesidades que el Estado debe atender.

El relevamiento fue realizado en 2019 mediante encuestas a cien de ellos y con la participación activa de las organizaciones, en los barrios Playa Serena, Centro, Villa Evita, Parque Palermo y Autódromo. Desde la Universidad buscaron sistematizar toda esa información en pos de obtener un diagnóstico y con él aportar al diseño de políticas públicas para el sector que, a pesar de su informalidad, es tenido en cuenta por el Estado a la hora de la gestión de los residuos sólidos urbanos.

Además de las responsables del equipo técnico de investigadores del Conicet y de la Universidad, Mariana González Insúa, María Eugenia Labrunée y Victoria Cabral, el informe cuenta con el aporte de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores de la UTEP Mar y Sierras, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNMdP.

A la hora de presentar el informe, se enumeran las características espaciales del distrito y con ellas la aguda situación social de quienes lo habitan, con altos índices de desocupación y de pobreza e indigencia que impactan directamente en las actividades que se realizan para subsistir.

En paralelo, citaron la emergencia ambiental declarada en 2018 en General Pueyrredon “debido a que la cantidad de residuos supera ampliamente la capacidad” del predio de disposición final. Y es en ese contexto que se introduce en el informe el rol del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) que, entre sus objetivos, contempla el abordaje de la situación social derivada de los denominados “recuperadores” del predio, relación que no estuvo exenta de conflictos, incluso en plena pandemia.

Sobre todo, subrayan que más allá del circuito formal de recuperación en el basural, el del Playón de Contingencia Municipal y el circuito de recuperación en la vía pública, el Girsu no incorpora formalmente a los circuitos de recuperación en vía pública como parte del sistema de gestión de residuos.

Más allá de la existencia de las plantas de separación y las prácticas informales de recuperadores en los basurales a cielo abierto, “interesa aquí visibilizar el trabajo realizado por los recuperadores de vía pública, ya que actualmente, no son considerados en la estrategia que se desarrolla a nivel de las políticas públicas locales de la Girsu para la formalización de esta actividad”, expusieron entre los objetivos del informe.

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EL PERFIL SOCIOECONÓMICO DE LOS RECUPERADORES

En su desarrollo más extenso, a la hora de presentar los datos, el informe describe puntos específicos del perfil sociodemográfico de las y los recuperadores. Al respecto, en cuanto a su procedencia, destacan entre otros aspectos que a pesar de haberse centrado en cinco sectores de la ciudad, los 100 encuestados provienen de unos 20 barrios.

Otro de los aspectos relevados tiene que ver con la composición de sus hogares, partiendo de la base que la mayoría de los encuestados son hombres (63%) y jóvenes de entre 18 y 34 años. En ese marco, señalaron que el 78% son jefes y jefas de hogar, encargados del sostenimiento familiar. A su vez, en total, en los 100 hogares encuestados se notificó la presencia de 236 niños, niñas o adolescentes.

El nivel educativo fue otro de los focos. Allí, entre los instruidos hallaron casi un 94% sin el secundario completo. También, un 10% de los encuestados directamente no tiene ningún tipo de instrucción.

En cuanto a la salud, la falta de una obra social es prácticamente un denominador común, por lo que su principal vía de atención, sobre todo ante los recurrentes cortes en sus manos, las afecciones respiratorias o alergias derivadas de sus tareas como recuperadores, son los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de los barrios.

En lo que respecta a la situación habitacional, que muchas veces se vuelve un espacio de acopio de los materiales recolectados con todo lo que ello implica para el higiene y la salubridad, una buena parte de los encuestados vive en casas propias (78%), aunque también hay un alto número que habita casas prestadas y, el menor porcentaje (2%), es para quienes ocupan la vivienda.

Por último, se explayaron sobre las fuentes de ingresos, que en la mayoría de los casos dependen principal y casi exclusivamente del recupero de materiales en la vía pública, y en menor medida de programas sociales y de empleo o pensiones. Al respecto, entre los datos a destacar, indicaron que el ingreso promedio es de 8.500 pesos, es decir, por debajo del cálculo de la canasta básica alimentaria (CBA) que en 2019 superaba los $12 mil.

LA LABOR DEL RECUPERADOR URBANO

En cuanto a las trayectorias laborales analizadas en el informe, prácticamente la mitad de ellos y ellas trabaja como recuperador urbano desde hace entre 2 y 10 años. Incluso, algunos de ellos lo hace hace más de 40.

En promedio, utilizan entre cinco y seis horas por día -principalmente en horario diurno- para las tareas de recolección y, por semana, destinan en la mayoría de los casos cinco días. La carga horaria, incluso, también depende del transporte que utilicen: el 85% lo hace a pie o a caballo, lo que se traduce en más horas para obtener lo mismo que quienes tienen otros tipos de movilidad.

A su vez, reportan que los recaudos, la seguridad y los elementos de cuidado personal que se utilizan en la tarea “resultan mínimos”, y las herramientas que utilizan son, principalmente, bolsones y pinzas. 

Por otro lado, señalaron que el objeto más buscado en sus tareas diarias son el papel y el cartón, tanto por su valor de cambio como por la posibilidad de acopio en grandes cantidades. Además, entre los materiales más recuperados de la vía pública también asoma en gran parte de ellos el metal.

LA ORGANIZACIÓN Y LOS PEDIDOS

Por último, en el informe destacan la labor de la UTEP y el MTE para, a partir de la organización y el impulso de políticas públicas como la ordenanza de Puntos Sustentables, poder ofrecerles a las y los recuperadores mejores condiciones de trabajo y de vida, y a su vez visibilizar su tareas.

En ese sentido, del diálogo con ellos y en función de la tarea que llevan adelante y que fue materia de estudio, desde las organizaciones plantearon una serie de pedidos de los recuperadores que van desde la creación de “centros verdes”, la potenciación del “Programa de Promotoras Ambientales“, la creación y el desarrollo de más puntos sustentables que los 18 vigentes en establecimientos públicos y privados donde se generen residuos de cartón y papel, la organización de circuitos de recolección, el acceso a derechos laborales y el acompañamiento a la hora del acceso a la educación de las y los recuperadores, entre otros.

“Se espera que los resultados contribuyan al proceso de organización y reconocimiento de las actividades de reciclaje con inclusión social que se realizan en el contexto local en el circuito de vía pública”, establecieron los investigadores en otro tramo del informe, haciendo foco en la importancia del registro de las condiciones socioeconómicas y las actividades que llevan a cabo las y los recuperadores, carreros y cartoneros.

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18/04/2021