Ruta 88: entre la desobediencia y el fraude procesal
La Provincia quedó condenada a la reconstrucción total del camino pero las obras no empiezan. Ahora, la Fiscalía de Estado busca ampararse en las licitaciones anunciadas.
A poco más de un mes de la sentencia que condenó al gobierno de la Provincia de Buenos Aires y a la Dirección de Vialidad bonaerense a poner en marcha “en forma inmediata” una obra de reparación total en el trayecto de la Ruta 88 que une a Mar del Plata con Quequén bajo apercibimiento de procesar a los demandados por el delito de desobediencia, las obras nunca comenzaron. Si bien no hubo apelación, ahora la Provincia argumenta haber iniciado la licitación para un conjunto de trabajos que no cumplen con todo lo que establecen tanto la sentencia como las cautelares y, con el delito de desobediencia tipificado, va camino a ser acusada de fraude procesal.
El asfalto, la señalización y los baches de la Ruta 88 siguen igual que siempre. Unos pocos arreglos se llevaron a cabo desde que la situación crítica del camino se judicializó a través de los amparos que los abogados Julio Razona y Jorge Ceballos presentaron ante la Justicia para pedir la reconstrucción. La Justicia falló a favor de los recursos y el juez Ricardo Perdichizzi avaló la peligrosidad de la ruta con una sentencia que obliga a la Provincia a llevar adelante la reconstrucción total.
Recientemente, el apoderado de la Fiscalía de Estado, es decir quien representa a las partes demandadas, presentó un expediente administrativo que consta de nueve cuerpos en los que se hace referencia principalmente a las obras prometidas en abril durante un acto del que participaron el gobernador Daniel Scioli y el intendente Gustavo Pulti.
Más tarde, en mayo, las obras fueron denominadas como “Refuerzo estructural, ampliación y obras complementarias en la Ruta Provincial 88”. Se acordó que tendrán un plazo de 18 meses y que serán financiadas por el Gobierno provincial, con una inversión cercana a los $250 millones.
El eje de la presentación del apoderado de la Fiscalía de Estado, doctor Horacio Cartolano, se basa precisamente en las licitaciones anunciadas y fundamentalmente en el quinto punto de las medidas cautelares presentadas por Razona y Ceballos, unificadas a medidos de abril.
Ese quinto punto da cuenta de la peligrosidad de esta ruta en la que murieron más de 60 personas en los últimos 15 años y establece la urgencia de reparar los baches, las roturas de la cinta asfáltica, mejorar la señalización, realizar tareas de pintura, etcétera. Además, hace hincapié en la ampliación de la ruta: según las estadísticas que lleva la Unión de Usuarios Viales (UDUV), que por cierto carece de datos oficiales ya que los mismos “no son suministrados por ningún organismo del Estado”, el 66% de las muertes en la Ruta 88 se produjo a raíz de choques de frente.
En diálogo con QUÉ, el abogado Julio Razona explicó que si bien “sería entendible y razonable que llamen a licitación para hacer la reparación”, lo cierto es que esto no se ha hecho y que además “los pliegos licitatorios no cumplen con todo lo que dicen la sentencia que es una reparación total”.
El recurso de amparo consta de los siguientes 8 puntos:
-Señalización de las roturas y todo tipo de deterioro que presenta la cinta asfáltica.
-Demarcación de las zonas en la que las banquinas se encuentran descalzadas.
-Señalización de las zonas en las cuales se inunda la cinta asfáltica, a fin de prevenir a los usuarios antes que la misma colapse.
-Ordenar el estricto control de la circulación de máquinas agrícolas en infracción a las leyes de tránsito sobre la ruta mencionada.
-Ordenar la reparación sin más trámite de los baches y todo tipo de roturas de la cinta asfáltica que pone en riesgo la circulación vehicular.
-Señalización de velocidades máximas y mínimas de circulación en toda la ruta.
-Señalización de advertencia a los automovilistas sobre la peligrosidad de la ruta mencionada.
-Demarcación de la cinta asfáltica en toda la extensión de la Ruta 88.
En concreto, vencido el plazo para apelar, la Provincia quedó condenada a la reconstrucción de la Ruta 88, pero el expediente de nueve cuerpos que presentó el apoderado de la fiscalía de Estado da cuenta de las licitaciones anunciadas pero no fija plazos para llevar adelante las obras que por orden judicial el gobierno bonaerense y la Dirección de Vialidad deberán llevar a cabo.
“Esto no hace más que tipificar el delito de desobediencia y además da muestras del fraude procesal en el que la Provincia está incurriendo”, consideró el abogado Julio Razona, autor del recurso de amparo que sentó las bases de lo que luego sería la sentencia del juez Ricardo Perdichizzi.
En el amparo que presentó Razona, además, se adjunta la lista de muertos como consecuencia del mal estado esta ruta. Entre las víctimas fatales, se encuentran destacados miembros de la comunidad de Necochea, como los abogados Gonzalo Dopico, Guido De Roberti y Raúl Hijano; los remiseros Santiago Raimondi y Juan Antonio Castillo; Martín Magnaterra, hijo del ex intendente de Necochea Julio Magnaterra, los dirigentes del Banco Oceánico Cooperativo, Héctor Echegoyen, Aníbal Colleoni, Hernán Apezteguía y Roberto Dowd; el abogadoRodolfo Medina; el martillero Alredo Saffarano y los pilotos de automovilismo Ernesto “Nene” Marino y Marcelo “Cafetera”Fernández. Además, se deben sumar las muertes de dos ex intendentes también de Necochea, Norberto Echegoyen y Domingo “Coco” Taraborelli, en 1988.
Tras este “traslado” de la Fiscalía de Estado, Julio Razona deberá responder e insistirá en lo que determinó la Justicia: que mientras se prepare la reconstrucción de la Ruta 88 se haga lugar a los amparos y específicamente a los puntos que hablan de la reparación de baches, el ensanche de una de las rutas más peligrosas del país y la señalización de la misma, con el objetivo de evitar que se produzcan nuevas muertes y accidentes.
Por lo pronto, Razona no solo se propone desmentir lo que expresa el expediente (básicamente que la reparación ya se realizó) sino que además formulará una denuncia penal por fraude procesal contra la Provincia “por tratar de provocar un error con informaciones falsas y desobediencia”.
