Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
17/08/2015

Salud Rural: cuando la necesidad quiebra la legalidad

Médicos de la Unidad Sanitaria La Peregrina denunciaron a una enfermera por poner “en riesgo a los pacientes”. Hay un sumario administrativo, pero cuando lo que hay es poco, la línea entre lo que está bien y lo que está mal es difusa.

Salud Rural: cuando la necesidad quiebra la legalidad
(Foto: QUÉ Digital)

La Unidad Sanitaria La Peregrina está ubicada en el kilómetro 17 de la Ruta 226 y atiende a vecinos de Sierra de los Padres, Laguna de los Padres, Santa Paula, Colinas Verdes y parte del Coyunco. Mayoritariamente, quienes se acercan al lugar son personas de bajos recursos, un gran porcentaje trabaja en las decenas de quintas ubicadas en la zona, con muchas (muchísimas) necesidades y pocas (poquísimas) posibilidades.

En el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) trabajan profesionales de todo tipo, abocados a la medicina, claro está: médicos, enfermeras, terapistas y más. Cada uno, como indica la lógica, se dedica al área que le compete. Sin embargo, a veces, cuando lo que hay es poco, la línea entre lo que está bien y lo que está mal se vuelve difusa.

En 2014, un grupo de médicos del Centro de Salud presentó una nota ante la Secretaría de Salud y el Colegio de Médicos IX Distrito. En ella, los profesionales manifestaron su preocupación “por el accionar de una empleada municipal, la licenciada en Enfermería Mabel Abi Akar”.

“La licenciada, desde hace bastante tiempo y en diferentes CAPS ejercería actividades propias de los profesionales médicos, a través de conductas que exceden ampliamente sus incumbencias técnicas, poniendo en riesgo la salud de los pacientes y nuestra responsabilidad profesional”, se precisa en la carta, en la que se evidencia que el área de mayor complicaciones es la pediátrica, donde se eludió “la participación de los profesionales médicos sobretodo en el área programática”.

En cuanto a la gravedad de estos hechos, los profesionales consultados -quienes prefirieron resguardar sus identidades por haber existido algunas amenazas en el pasado– explicaron que más allá de las prácticas en sí, “se crea la falsa idea de que se ha diagnosticado correctamente y que no es necesario recurrir a un especialista de la materia, retardando diagnósticos precoces, tratamientos terapéuticos e intervenciones oportunas”.

LAS CONSECUENCIAS DEL INCUMPLIMIENTO

Sin ir más lejos, uno de los casos que generó más alarma en la sala de salud tuvo que ver, justamente, con una bebé que debió someterse a una intervención quirúrgica que, aunque de baja complejidad, podría haberse evitado. Es que, según dijeron los médicos, cuando le hicieron el control de los tres meses, la derivaron a un traumatólogo, pero sus papás no la llevaron.

SALUD RURAL

Actualmente, la enfermera está abocada al programa de Salud Rural y recorre distintos barrios de la ciudad. (Foto: QUÉ Digital)

Cuando volvió a atenderse a la sala de salud, la familia fue recibida por “la doctora Mabel”, que en el transcurso de los meses siguientes se encargó de realizarle los controles, pero nunca reparó en la necesidad de una consulta traumatológica. Al pasar el tiempo, cuando la pequeña tenía alrededor de 1 año, todos notaron que no daba indicios de gatear ni de caminar.

Ahí fue cuando, ante la consulta con un profesional, los padres recibieron la noticia de que la bebé debía ser operada por una displasia de cadera, patología que ante una detección temprana puede ser corregida con una férula. Entonces, para los profesionales que hicieron la presentación, este caso da cuenta de cómo el incumplimiento se traduce en consecuencias de gravedad, en este caso, para una nena que ni siquiera tuvo la posibilidad de aprender a caminar con normalidad.

UNA INVESTIGACIÓN, POR AHORA, SIN RESULTADOS

A raíz de toda esta situación, y en especial dada la presión ejercida por los propios profesionales, la Secretaría de Salud abrió un sumario administrativo por medio del que, se dijo, se investigaría el accionar de la enfermera. Sin embargo, no hubo notificación por escrito respecto a los avances del mismo, a pesar de que la propia enfermera  admitió, en diálogo con QUÉ, la existencia de la investigación.

“Para nosotros el rol del enfermero es fundamental y nosotros no tenemos nada que decir sobre ella, es una excelente profesional en lo que le corresponde; el tema es que no puede medicar ni indicar y acá venían pedidos de ecografía, derivaciones para el otorrinolaringólogo, cosas que son de criterio médico”, explicaron las fuentes consultadas, que se mostraron preocupadas por el “aprovechamiento de la vulnerabilidad de las personas”.

En ese sentido, graficaron “la gente se iba contenta porque ella les daba soluciones, tenía guardapolvo blanco y ellos creían que les hacía un favor, porque les daba la medicación y les hacía los controles, pero la realidad es que no tiene las facultades para hacerlo”. “Para el sistema de salud, ella es ideal, hace todo, les resuelve todos los problemas; el tema es que por algo cada profesional tiene su responsabilidad y estamos hablando de diagnósticos sin sustento médico”, completaron.

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17/08/2015