Se reinaugura la icónica Casa del Puente: su historia y su recuperación
Los trabajos de restauración se llevaron adelante durante un año y medio con una inversión de $72 millones. Una recorrida en imágenes.
Después de un año y medio de obras de recuperación y puesta en valor, a partir de este jueves quedará reinaugurada y abierta al público en Mar del Plata la “Casa del Puente”, también conocida como “Casa sobre el Arroyo”, una obra icónica del matrimonio de arquitectos Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge.
Fue a fines de 2020 cuando el gobierno nacional lanzó la licitación –tras el fracaso de una previa iniciada en 2019 tras reiterados anuncios– para la puesta en valor de la “Casa del Puente” ubicada en Quintana 3999 que terminó por ser restaurada bajo un presupuesto de $72 millones.
Se trata de una casa emblemática, según definen los especialistas, ya que es una de las diez modernistas más famosas del mundo, que resistió los embates del tiempo y fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
Para su reinauguración se espera para este jueves a partir de las 16 que el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, encabece un acto, como había anticipado en enero en una anterior visita a la ciudad. También participarán los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Cultura, Tristán Bauer.
Según explicaron desde el gobierno nacional, para la recuperación se llevó a cabo el diagnóstico de la cubierta, fachadas, mamposterías, revoques, cielorrasos, contrapisos y solados, zócalos, herrería y elementos metálicos, carpintería y tabiquería, herrajes, mobiliario y equipamiento para interiores, mesadas, pinturas, vidrios y espejos, instalaciones sanitarias, eléctricas, termomecánicas y electromecánicas, barandas, luminarias, equipamiento de cocina y baños.
En detalle, señalaron que para emprender los trabajos se realizó una investigación sobre documentación histórica a partir del archivo Williams y de fotos y a través de consultas a quienes habían trabajado en obras en el lugar anteriormente bajo el objetivo de “devolver la casa a su estado original”.
De esta manera, la intervención se extendió tanto en la vivienda principal como de la denominada “casa de los caseros”, que abarcan 450 metros cuadrados emplazados sobre el arroyo Las Chacras.
En el sector de la “casa de los caseros” se quitaron los pisos de parqué y se terminó de desmontar una ampliación, dado que eran posteriores a la edificación inicial. En todos los pisos se removió el material y se restauraron las piezas originales para su recolocación y se agregaron elementos faltantes. En el caso de las carpinterías se ajustaron y repararon todos los marcos; también se colocaron vidrios y laminados para mayor seguridad. Todo el mobiliario interior y las divisiones realizadas en madera de cedro se pusieron en valor, del mismo modo que se readecuaron y reemplazaron las instalaciones sanitarias y eléctricas.
“Los trabajos respetaron la identidad, los materiales y las tecnologías originales para no afectar su autenticidad histórica y valor testimonial”, señalaron y remarcaron que intervinieron empresas, profesionales y operarios “especializados en la conservación del patrimonio” a través de una inversión del Ministerio de Obras Públicas de la Nación y bajo el control de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos del Ministerio de Cultura.
LA HISTORIA DE LA CASA DEL PUENTE
En 1943, el músico y compositor argentino Alberto Williams le encargó a la pareja de arquitectos conformada por su hijo y su nuera -Amancio Williams y Delfina Galvez Bunge- el diseño de una casa de verano que debía erigirse sobre un terreno que además de contar con una frondosa arboleda tenía la particularidad de estar atravesada por un arroyo.
La “Casa del Puente” está definida por un gran arco curvo que, junto con las columnas en sus extremos, soportan la estructura de hormigón. Se organiza en un sector público, con hall de acceso, estar y comedor. Un sector privado, con los los dormitorios y el servicio; y uno semipúblico donde se encontraba el piano del compositor.
La casa está ubicada en un terreno que abarca dos manzanas de un área natural y está atravesado por el arroyo Las Charcas. A través del puente que se ubica en su base, la construcción representa la unión entre los dos sectores del terreno que divide el curso de agua y una unidad ambiental inseparable de su entorno.
En 1957, por razones de saneamiento, el curso de agua fue interrumpido en el sector que comprende el predio en Funes al 3698. El edificio fue vendido por sus dueños originales en 1968 y adquirido por la radio LU9 Mar del Plata, que funcionó allí entre 1970 y 1977, hasta que fue clausurada por la última dictadura cívico-militar. Luego, el edificio permaneció cerrado, mantenido por su propietario, quien falleció en 1991. Luego fue vandalizado, y dos incendios le generaron graves daños estructurales.
Desde ese momento, quedó abandonado mientras se realizaba un largo juicio de sucesión hasta que, tanto el predio como la Casa, fueron recuperados por el Municipio. En 2004 la Municipalidad la alquiló y en 2012 el Estado Nacional compró dos fracciones del edificio, la casa principal y la casa del casero y se los traspasó al gobierno municipal, con la intención de acondicionarlos y convertirlos en museo.
Según reseñan desde la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, ya en el momento de su inauguración, al final de la Segunda Guerra Mundial, la casa fue publicada en revistas especializadas y vista como un “provocador ensayo de la vanguardia”. Con el paso de los años, pasó a ser icono de la arquitectura argentina, referencia internacional de la vanguardia moderna y se transformó en sujeto de estudio para especialistas, de difusión pedagógica en ámbitos académicos y en sitio de peregrinación para arquitectos y diseñadores.
