Situación de calle: pese al frío, “la cantidad de gente no ha mermado”
Con la llegada de las bajas temperaturas, desde La Noche de la Caridad piden frazadas, zapatillas y medias para quienes pasan sus días en la calle. Entregan alrededor de 350 viandas y no dan abasto.
Pese al intenso frío que ya se hace sentir tras la llegada del invierno, lo cierto es que son numerosas las personas que viven en situación de calle: llueva o truene, decenas de personas se mantienen allí, a la intemperie, entre el desinterés de la sociedad y la falta de asistencia, en muchos casos, del Estado. Casi como si no existieran, allí pasan los días y las noches; esperando una mano, una mirada o una palabra.
En ese duro contexto, desde La Noche de la Caridad – el programa de asistencia para personas en situación de calle coordinado por Cáritas- trazaron un panorama de la situación que se vive en Mar del Plata y advirtieron: “La cantidad de gente en situación de calle no ha mermado, tenemos la misma gente con esto frío”.
En concreto, según explicó Olga Paravizini, coordinadora del programa y una de las referentes desde hace años, en la actualidad los voluntarios llevan noche a noche alrededor de 350 viandas, que son recibidas por quienes duermen en la calle, pero también por quienes quizás pueden alquilarse una pequeña habitación o incluso tienen un modesto techo sobre sus cabezas, pero no les alcanza para comer.
“La cantidad de gente en situación de calle no ha mermado, tenemos la misma gente con esto frío y lo que necesitamos son frazadas, medias y zapatillas, porque cuando llueve se les moja todo y no tienen nada para ponerse”, graficó Olga, en diálogo con QUÉ Digital.
En ese sentido, la voluntaria dijo que justamente por estas horas trabajan en una campaña que les permita recolectar esos elementos, ya que “parece que va a ser un invierno crudo y realmente no siempre podemos darles respuestas, no alcanza”, se sinceró.
Al respecto, recordó que en la organización que depende de las voluntades de quienes participan en la Iglesia, en su mayoría, todo se hace “a pulmón”, pero pese a los esfuerzos y la buena voluntad, las necesidades son muchas y se hace difícil poder atender tanta demanda, más aún en época de bajas temperaturas.
“Todo lo hacemos a pulmón, compramos algunas cosas y las repartimos pero no damos abasto; tendríamos que comprar cosas todas las semanas y no podemos”, sumó y pidió que todos aquellos interesados en aportar frazadas, medias, zapatillas o cualquier otro elemento, se acerquen a la sede del Hogar Nazaret, en Balcarce 5036.
Por último, y consultada respecto a la demanda en lo relativo al alimento, Olga Paravizini reparó en una realidad: no solo buscan un plato de comida caliente quienes viven en la calle, sino también aquellos que quizás sí tienen un techo, pero no tienen dinero suficiente para alimentarse o alimentar a sus familias.
“Estamos llevando entre 340 y 350 viandas y esto incluye a gente que está en situación de calle y a otros que se acercan a pedir comida porque no les alcanza: están en pensiones, son cuidacoches que juntan monedas para alquilar una pieza y no les queda para comer, o gente que viene desde muy lejos. Nosotros les damos la vianda a todos, pero en los lugares donde duerme la gente, nos piden frazadas y ropa”, completó.
