Textilana: las denuncias de maltrato laboral, en la puerta de los locales
Un grupo de trabajadoras llevó su reclamo a uno de los puntos de venta de la firma Mauro Sergio, luego de que fracasaran las negociaciones ante el Ministerio de Trabajo.
Desde hace algunos meses, aunque las situaciones denunciadas acumulan muchos años, trabajadoras de la fábrica Textilana de Mar del Plata decidieron empezar a romper el silencio -pese al temor impuesto por conservar sus fuentes laborales- para denunciar prácticas de maltrato laboral que viven a diario. Esa situación derivó en audiencias en el Ministerio de Trabajo con negociaciones que, cuando en algunos casos parecían encaminarse, volvieron a fracasar por la postura intransigente de la firma.
Casadas del conflicto y de las situaciones extremas que viven algunas de las trabajadoras, en las últimas horas un grupo de ellas junto a la comisión interna decidieron exponer su reclamo en la puerta de uno de los locales de “Mauro Sergio”, allí donde marplatenses y turistas compran las prendas que son confeccionadas, según las repetidas denuncias, entre presiones, maltratos y acoso laboral.
Hace casi dos meses, afuera del Ministerio de Trabajo de la Provincia mientras esperaba junto a un grupo de compañeras poder ingresar a una audiencia, Karina le contó su historia a Qué digital: trabaja hace 21 años en Textilana, en julio le diagnosticaron una crisis nerviosa a raíz de los apercibimientos que empezó a recibir y el temor a ser suspendida como otras de sus compañeras.
“Empecé con este hostigamiento en julio. Me pusieron un apercibimiento de ‘no conformidad’ por la producción. Hasta ese momento venía haciendo 650 prendas a pesar de que no era mi lugar original de trabajo. Entonces con el esfuerzo llegué a hacer 1.100 prendas. Pero me pusieron un apercibimiento otra vez”, graficó y relató que, cansada de la situación, se negó a firmar los apercibimientos y denunció la situación. Pero ese descontento con la situación laboral afectó directamente su salud, desde la fábrica no le reconocen su estado y dejaron de pagarle el sueldo.
“En julio me dio una crisis nerviosa. Fui diagnosticada por un psiquiatra, inicié un tratamiento con medicación y desde ese momento que envié el certificado médico a la fábrica no tengo ninguna respuesta. La fábrica me niega el certificado médico, me dicen que yo no lo llevo. Yo lo mandé por todos lados y hasta se lo mandé por los delegados. Tengo todo documentado y hace dos meses que no cobro mi sueldo”, describía en septiembre ante este medio.
Su caso fue uno de los abordados en el marco de nuevas audiencias celebradas posteriormente en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Y desde la comisión interna se mostraban relativamente conformes con algunos avances logrados después de tanta lucha. Hasta que en las últimas semanas, la postura intransigente de la empresa volvió todo al principio de la negociación.
“Habíamos logrado algunos avances con respecto al pago de los salarios adeudados y el reconocimiento por parte de la empresa de la carpeta médica de nuestra compañera, en la última audiencia del día 25 de octubre la empresa vuelve todo para atrás desconociendo nuevamente los certificados médicos e intima a la compañera a presentarse a trabajar sin el alta médica y sin haber hecho efectivo el pago de lo adeudado”, relataron desde la comisión interna.
Y es por eso que este viernes Karina junto a un grupo de compañeras se instaló unas horas con carteles frente al local Mauro Sergio ubicado en la avenida Colón y Entre Ríos. “Maltrato psicológico y maltrato económico. Cuando compres una prenda, pensá en las prácticas ilegales que hacen sobre mí”, rezaba uno de los mensajes.
“Una vez más Mauro Sergio muestra su accionar violento que ha quedado totalmente demostrado. Quiere, a través del hambre y apriete, que la compañera arregle su despido por dos pesos. No lo vamos a permitir”, sostuvieron desde la comisión interna.
