Textilana: luego de los despidos, las trabajadoras se mantienen en alerta
Tras la medida de fuerza se logró el acuerdo por las indemnizaciones correspondientes, aunque en la fábrica advierten acerca de un sospechoso “recambio de personal”.
Las trabajadoras de Textilana continúan en estado de alerta, luego de que en la fábrica se concretaran dos nuevos despidos. En ese sentido, y en medio de la incertidumbre respecto a una nueva posible oleada de despidos –tal y como sucedió hace poco más de un año-, quienes se desempeñan en la planta decidieron cesar con el trabajo a reglamento y la retención de tareas iniciadas a modo de reclamo, tras el acuerdo por las indemnizaciones de las compañeras desvinculadas.
Esta semana, las trabajadoras protagonizaron un nuevo conflicto a partir de dos sorpresivos despidos, que derivaron en la retención de tareas y el trabajo a reglamento, en el marco de las denuncias respecto a la reducción de personal y las amenazas a a las trabajadoras como consecuencia de las medidas de acción directa.
En ese contexto, desde la comisión interna de Textilana le confirmaron a QUÉ Digital que tras los despidos y las medidas de fuerza se logró que las trabajadoras acordaran sus indemnizaciones correspondientes, algo fundamental teniendo en cuenta que, por ejemplo, una de ella tenía una antigüedad de once años en la empresa.
“Igual estamos en alerta porque están queriendo hacer recambio de personal, están tomando gente muy joven y ofreciendo retiros voluntarios”, expusieron desde la comisión respecto al estado de alerta que mantienen, en un contexto laboral que desde hace años está marcado por la precarización y los incumplimientos de los empresarios.
Al respecto, las trabajadoras confiaron que si bien mantuvieron las medidas de fuerza durante algunos días -primero fue retención de tareas y luego trabajo a reglamento, y en ambos casos el 80% de la planta se vio paralizada por la protesta- finalmente el viernes se resolvió levantarlas, una vez acordada la indemnización.
PRECARIZACIÓN Y LUCHA ORGANIZADA
En 2018 las trabajadoras de Textilana comenzaron a denunciar el inicio de una oledada de despidos por “goteo” que superó la cifra de 80 desvinculaciones a partir del nuevo y cuestionado sistema de producción por “celdas”, duramente cuestionado por las trabajadoras, quienes aseguraron estar sometidas a un ritmo de producción de “sobreexplotación”.
Y en ese marco, en marzo pasado la empresa vivió un histórico paro llevado adelante por sus trabajadoras en reclamo de mejoras salariales, tras el que consiguieron un aumento remunerativo por quincena de 2500 pesos, sujeto a actualizaciones paritarias, como un ítem más del salario. Además, esa suba acordada no está sujeta a condicionantes ni a la producción, ya que en ese aspecto ya tienen vigente el cobro de otro beneficio.
