Tracción a sangre: proponen una “gradual” erradicación
Se trata de un proyecto presentado en el Concejo Deliberante que establece el período de un año como plazo para crear un Registro de Animales. Luego de ello estipula tres años para el reemplazo definitivo por vehículos de carga.
Un proyecto que busca que se concrete la erradicación de la tracción a sangre en forma “gradual” fue presentado en el Concejo Deliberante. Los principales lineamientos de la iniciativa establecen plazos concretos de ejecución, que en total comprende unos cuatro años.
El proyecto fue elaborado por el concejal radical Mario Rodríguez y busca hacer efectivo el “Programa Integral de Transición hacia la Erradicación de Tracción a Sangre Animal en el Partido de General Pueyrredon”. Para el plazo que dure su implementación establece condiciones de circulación básicas y sanitarias de los carros y los animales.
La iniciativa establece el período de un año a partir de su sanción para la realización de un registro de animales utilizados para la recolección informal de residuos y para la entrega de la Libreta Sanitaria. Una vez formado el registro, indica, se procederá al reemplazo definitivo de los vehículos que utilizan tracción a sangre animal en un plazo de tres años.
En ese sentido, el proyecto indica que Departamento Ejecutivo será quien deba “implementar la forma para que los actuales responsables de vehículos con tracción a sangre puedan reemplazarlo gradualmente por un vehículo de carga, tipo zoótropo u otro”.
Por otro lado, puntualiza requisitos que deberán cumplirse para la circulación durante el período de transición: contar con Libreta Sanitaria Animal, señalización clara y visible, medidas de seguridad adecuadas que limiten el esfuerzo que deba realizar el animal e identificación o credencial extendida por el Ejecutivo luego de ser incorporado el titular y el vehículo al Registro.
Y establece una serie de prohibiciones como la circulación de caballos sin herraduras o colocadas incorrectamente, la circulación de equinos enfermos, la utilización del látigo o cualquier elemento que pueda ocasionarle daño al animal, el empleo del caballo en jornadas excesivas y el acarreo de residuos voluminosos, escombros, grandes electrodomésticos u otro tipo de elementos que por sus características, peso y porte excedan la capacidad del animal.
