Un año sin Jonathan: “Unos días lo buscaron y nunca más”
Jonathan Benítez fue visto por última vez el 26 de agosto del 2014. Padece esquizofrenia, cumplió 23 años en mayo y en este año no hubo ni un solo dato sobre su paradero. En el primer aniversario de su desaparición, pidieron por él frente a la Catedral.
Jonathan Nahuel Benítez no está. Hace un año que falta todos los días en la mesa de su familia. Ese martes 26 de agosto del 2014 parecía un día más, pero jamás imaginaron que esa mañana sería la última. Desde entonces, nada. Ni un dato, ni un avance, ni una razón para ausentarse. Los primeros días fueron desconcertantes, los primeros meses una tragedia. Este miércoles se cumplió un año del día en el que Jonathan desapareció y su mamá, Mirta Rojas, admite que “cada día es una pesadilla”. Se organizó una concentración frente a la Catedral para pedir por él, para exigir compromiso en la búsqueda, para recordar que Jonathan todavía no regresó a su casa con los suyos.
En mayo, cuando ya llevaba nueve meses desaparecido, Jonathan cumplió 23 años. “El Lobito”, como lo apodaban, padece esquizofrenia. “No está tomando los medicamentos, no sabemos nada de él y vivimos con una incertidumbre que es muy difícil de llevar”, contó su mamá al cumplirse un año de la desaparición, en medio de una desesperada búsqueda sin certezas que los llevó a reunirse este miércoles por la tarde en San Martín y Mitre para pedir, para recordar, para exigir, para no olvidar.
“Pedimos que recuerden que Jonathan no está en su casa. Que se comprometan los que tienen que comprometerse para buscarlo, porque lo buscaron los primeros días y después nunca más y eso duele, porque es mi hijo”, dijo Mirta, rodeada de su familia.
La hermana de Jonathan, Maylen Rojas, pidió por la aparición del joven. (Foto: QUÉ Digital)
También estuvo presente Laura Lario, la hermana del arquitecto Fernando Lario, desaparecido hace más de tres años. La concentración, organizada especialmente por el aniversario del caso de Jonathan, contempló también en su convocatoria y en las palabras de la madre del joven el reclamo de todas las personas que actualmente están desaparecidas en Mar del Plata.
La madre de Jonathan lo nombra en presente, en un intento casi inconsciente de mantenerlo con vida, sano, presente en algún lugar. Está convencida de que hace meses nadie lo busca. O al menos asegura que la policía ya ni lo intenta, y que es ella y su familia quienes únicamente salen a recorrer las calles con la ilusión de hallarlo. Ni un llamado, ni un indicio. Nadie más lo vio. Pero sin dudas, en algún lugar está.
EL ÚLTIMO DÍA
Aquel 26 de agosto Jonathan se levantó temprano. Cuando Maylén, su hermana, le preguntó si había tomado la medicación, él le contestó que su madre ya se la había dado. Cerró la puerta para que el perro no se escapara y salió de su casa, ubicada en Brumana casi Rosales.
Al reconstruir los pasos siguientes antes de perderle el rastro, se enteraron de que Jonathan respetó su rutina habitual: fue hasta la panadería de la esquina a comprar cigarrillos sueltos y leyó, como casi todos los días, los avisos clasificados de los diarios locales para encontrar trabajo.
A diario acostumbraba juntarse con sus amigos en la estación de servicio ubicada en Magallanes y Polonia. Fueron ellos quienes comenzaron a apodarlo “El Lobito”. Y ese 26 de agosto, no fue la excepción. Al dejar la panadería caminó hasta la estación y estuvo con los chicos hasta cerca de las 18 o 19.
Tras su desaparición, los amigos le contaron a la familia que Jonathan “estaba lo más bien” y que había dicho que volvería a su casa, pero otros afirman que iba en la dirección opuesta, hacia la avenida Juan B. Justo. Los dos caminos fueron posibles, pero a su hogar no regresó.
Mirta volvió después del mediodía de su trabajo, pero no le sorprendió que él no estuviera en casa. “Él iba y venía, pero siempre volvía”, dijo. A la mañana siguiente, al ver que seguía sin aparecer, se preocupó. Entonces fue hasta la comisaría decimosexta, radicó la denuncia y salió a buscarlo.
Lo que siguió, fue la historia inconclusa que se repite en varios de los casos de personas desaparecidas en Mar del Plata. “Lo buscaron esos días y después nunca más. No sabemos nada de él. Nos mostramos fuertes, pero falta todos los días y es una pesadilla”, admitió su madre.
Para aportar datos sobre su paradero, comunicarse al 419-2043 o al 156-353199.
