Plaza Rocha, el eslabón final de la cadena de venta por Facebook
Allí se entregan los productos que se venden en más de cien grupos. Entre la preocupación del Municipio por el espacio público y el temor al desalojo ¿cómo y dónde funciona este gran mercado virtual?
Facebook, además de una revolución de las redes sociales, es también un gran mercado virtual con un alcance que solo se mide en cantidad de publicaciones, clicks y comentarios. En Facebook se vende todo. La tendencia a comprar por este medio creció en los últimos dos años en Mar del Plata y se consolidó en los últimos meses como una opción dentro de la economía social.
Hoy, la potencialidad del mercado y el número de ventas que por la red social se concreta, encuentra un freno en este momento: la intervención del Municipio con un vacío legal en términos de control del comercio virtual (no hay ordenanza) y con el argumento de la ocupación del espacio público, puntualmente en Plaza Rocha, a la hora de entregar la mercadería y romper esa barrera digital. Pero la entrega, claramente, es el eslabón final de la cadena.
En Mar del Plata existen más de 100 grupos creados por vecinos de la ciudad. Muchos de ellos cuentan con más de 30 mil seguidores. A diario, en algunos de estos “mostradores virtuales” se comercializan hasta 200 productos por día.
Según los administradores de algunos de estos grupos consultados por QUÉ, las razones que motivan a los usuarios a comprar a través de Facebook son básicamente dos: mejor precio y comodidad.
Teléfonos celulares, vehículos, tecnología en general, ropa y muebles son algunos de los productos que mayor demanda presentan en Mar del Plata a través de esta modalidad de compra, donde el precio lo determina el vendedor y la entrega tiene dos vías para concretarse: por acuerdo con el comprador o bien en los encuentros que se realizan en Plaza Rocha, donde decenas de vecinos se acercan para retirar los artículos que compraron.
Solo ahí, al final de la cadena comercial virtual, es donde surge el problema, aunque no por la procedencia de los artículos sino por la ocupación del espacio público.
Al respecto, el titular de Inspección General del Municipio, Adrián Coalli dejó asentada en una nota con QUÉ cuál es la postura del Municipio ante el conflicto. “No se puede ocupar el espacio público de esta manera”, dijo sobre la actividad en Plaza Rocha, pero también aclaró: “Hay gente trabajadora pero también camionetas que valen $500 mil bajan ropa sin pagar impuestos”.
En la red social, mucho antes de los días de entrega (martes y viernes), la compraventa tiene riesgo, aunque los administradores de algunos grupos se encargan especialmente de filtrar la información y cuidar el contenido de las publicaciones, en la medida de lo posible. El vacío legal en este sentido le da cierta ventaja al mercado y a los grupos en los que se venden productos.
Los grupos varían: existen aquellos en los que se comercializan exclusivamente autos usados (algunos tienen más de 30 mil seguidores); otros abocados a la indumentaria (más de 15 mil seguidores en algunos casos), artículos varios usados (algunos cuentan con más de 24 mil “Me gusta”), instrumentos musicales (hasta 11 mil seguidores), videojuegos (más de 9 mil) e incluso uno de bicicletas usadas (18 mil).
En cambio, ciertos grupos aceptan solo el trueque como modalidad y tienen prohibida la venta (algunos tienen más de 34 mil “Me gusta”). Otros funcionan exclusivamente como remates virtuales.
CONTROL
Al contrario de lo que muchos creen, los administradores de estos grupos en Facebook no ganan dinero por la cantidad de ventas que se concretan a través de los mismos. Aunque a mayor popularidad en la red y cantidad de seguidores, tienen más posibilidades de comercializar sus artículos. Sin embargo, hay quienes piden dinero a cambio de publicar productos para vender. En muchos casos, son denunciados ante Facebook por los usuarios, mientras que algunos acceden a pagarles.
Las ventas a través de Facebook no están reguladas por ley. Son los propios administradores de los grupos quienes ejercen el control sobre los artículos que intentan comercializarse, aunque a veces la tarea se dificulta por la cantidad de personas que día a día siguen elevando la cantidad de seguidores y el tráfico del grupo.
LA ENTREGA, EL MOMENTO DE LA VERDAD
Como se señaló anteriormente, existen dos modalidades para entregar los productos que se compran en Mar del Plata vía Facebook.
En la primera, el vendedor acuerda con el comprador dónde hacer la entrega. Algunos administradores sugieren que el encuentro se concrete en un lugar público y céntrico, donde la transacción no corra riesgos y se tenga el tiempo para verificar que el producto esté en buenas condiciones. Sin embargo, en ocasiones surgen problemas.
Lo más vendido son los celulares, “es el boom del momento”, reconoce uno de los administradores de estos grupos, con más de 30 mil seguidores.
“Muchos prefieren que les salga $2500 y que tenga la pantalla rota. Pero puede pasar que lo entreguen y que después no ande. Por eso sugerimos que se encuentren en un café, que vean bien el producto y que no haya dudas”, explicó.
La segunda forma de entrega tiene escenario en la Plaza Rocha. La plaza se convirtió en los últimos años en el punto de encuentro para muchas personas que a través de distintos grupos de Facebook venden y compran artículos y productos.
Sin embargo, en los últimos días quienes todos los martes y viernes concurren al lugar se pusieron en alerta a partir de que inspectores municipales les advirtieron que no podrán continuar realizando la actividad en esa plaza. El viernes pasado decidieron manifestarse -cortaron la avenida Luro durante unos minutos- ante la presencia una vez más de inspectores y la Policía.
Hoy, la intención del Municipio y en particular del director de Inspección General, consiste en avanzar en un marco legal regulatorio que organice y restrinja el uso de la Plaza Rocha para este sistema de entrega de compras en Facebook.
“Queremos hacer una ordenanza para regular esta actividad buscando alternativas, quizás ubicando a 50 personas en cada plaza”, dijo Coalli en ese sentido, mientras los vendedores y compradores desconocen si la próxima semana podrán o no seguir encontrándose en la plaza.
Entre la venta legítima, el oportunismo disfrazado de usuario en la red social más popular y el mercado virtual como opción dentro de la economía social, no está regulado cómo vender a través de Facebook. La postura del Municipio solo contempla preocupación por el uso del espacio público, el último eslabón de la cadena comercial a la que el Estado municipal por ahora solo puede criticar con comentarios y ponerle un “Me gusta”.
