Martes 16 de abril | Mar del Plata
22/02/2016

Violencia de género: “Aunque el proceso sea largo, se llega”

Luego de dos años y ocho meses, Alejandra escuchó este lunes la condena para su expareja: tres años de prisión en suspenso por lesiones graves. Tras los episodios violentos sufrió perdida de olfato y de gusto y daños psicológicos.

Violencia de género: “Aunque el proceso sea largo, se llega”
(Foto: QUÉ Digital)

Hace dos años y ocho meses, la vida de Alejandra -de 28 años- cambió para siempre. Su expareja -un profesional universitario y experto en el arte marcial kendo- la atacó de manera violenta y le dio un cabezazo en la cara, lo que le provocó el desvío de tabique y la fractura de los huesos nasales. Este lunes, Federico Cingolani, fue condenado a tres años de prisión en suspenso por el delito de lesiones graves calificadas por la relación de pareja. “Aunque el proceso sea largo, se llega”, expresó la joven.

Alejandra llevó a su expareja a juicio luego de haber pasado por dos intervenciones quirúrgicas y mientras espera una más por seguir sufriendo problemas respiratorios. Es que producto de la golpiza sufrió la pérdida de olfato y de gusto, al igual que trastornos de sueño y daños psicológicos.

Este lunes el juez Alexis Simaz dio a conocer su resolución en el juicio y condenó a Cingolani a tres años de prisión en suspenso calificada por la relación de pareja. En ese sentido, se le impuso el control por parte del Patronato de Liberados y se le prohibió tener todo tipo de contacto con la víctima.

Tanto la Fiscalía, representada por Graciela Trill, como la víctima se mostraron conformes con la resolución aunque, se entiende, “siempre se espera más”, como dijo Alejandra tras escuchar la sentencia y agradecer el apoyo de la fiscal.

“El momento de la denuncia fue duro porque es una situación que nunca pensé que pasaría en mi vida claramente. Después fue bastante complicado el tema porque me tuve que someter a dos operaciones y aún me queda una más, tuve pérdida del olfato, de gusto, de dos de los sentidos. El proceso fue bastante largo, fueron dos años y ocho meses, cuando uno lo que más quiere es terminar el proceso lo más rápido posible”, expresó tras conocer la decisión del juez.

No se sigue igual, pero se trata. Siempre con apoyo de la familia, de amigos”, intentó explicar sobre cómo es el después de la violencia.

Por otro lado, y en cuento a la misma realidad que atraviesan muchas otras mujeres, señaló: “Creo que lo importante es animarse, porque ninguna persona merece ser maltratada y no hay justificación alguna para este tipo de casos. Hay que decir que se animen, que se puede, que aunque el proceso sea largo, se llega”.

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22/02/2016