A cuatro años de su último lanzamiento, Luzparís en plena pandemia por el coronavirus vuelve a la escena musical con “El Fuego”, el corte que presenta un sonido renovado de la banda marplatense que decidió redoblar la apuesta. El material ya está disponible a través de las plataformas digitales y también en el formato físico de cassette.

En este tiempo, la banda marplatense se dedicó a crear fijando una estructura y una vez que estuvo la base, a pesar de la pandemia, avanzó. “Para esta canción nos propusimos justamente cambiar de métodos, ponernos reglas y buscar nuevas formas que nos llevaran a nuevos resultados”, confió el cantante y diseñador Diego Montoya en una charla con Qué digital.

Esta vez se trata de “El Fuego”, un simple que renueva el sonido de la banda, desde su estructura hasta las texturas, con un beat intenso que funciona como plataforma y techo de la canción y una melodía que se repite en loop. Una vez más, los Luzparís exploran y diseñan con nuevos métodos una pieza resumida, pero cargada de “peso y suciedad”.

Este nuevo lanzamiento ya se encuentra disponible en todas las plataformas y tiendas digitales Spotify, Dezeer, y, a su vez está acompañada de una edición física en cassette que cuenta con un bonustrack  en su lado B, la versión “El Fuego Mix” realizada por Mandiboola.

“El fuego como energía inicial, como un elemento que destruye y da lugar a algo nuevo, como poder, como fuerza devastadora y renovadora”, definieron y agregaron: “El fuego como abrigo y esperanza”.

-¿Cómo fue el proceso creativo?

-Lo que hicimos fue grabar en estudio decenas de bases de baterías sin tener nada en concreto, sin tener canciones, pensando siempre que si lográbamos una base rítmica natural ya teníamos resuelta gran parte de la canción. Fue así que elegimos una de esas bases, tomamos una muestra de dos compases y la utilizamos como un loop en toda la canción. Luego encontramos la melodía. De esa manera comenzamos por las puntas de la canción y el resto fue diseñar la instrumentación y los arreglos.

La verdad que en este proceso la composición fue en paralelo con la producción general, fuimos creando mientras íbamos grabando, sampleando y generando unidades cíclicas.

-¿Cuál fue el impulso de llevarlo a formato cassette?

-El romanticismo, creo que no hay otra respuesta. Nos gusta poder tocar el envase de la música y creo que un CD hoy no es nada atractivo, al menos para nosotros. El cassette nos conecta a varios de nosotros con nuestra infancia, compilábamos música en cassette, armábamos mixtapes.

Nos gustó la idea de salir con el simple en un formato tan icónico. Además eso nos dio la oportunidad de tener que pensar qué colocar en el lado, gracias a eso hoy tenemos un remix hermoso realizado por Mandiboola.

– ¿Cuánto tiempo y cómo realizaron la grabación?

-Las baterías las grabamos a fines de 2019 y el resto de la canción la comenzamos a armar a fines de febrero, en los primeros meses de la pandemia la grabación se frenó pero retomamos para principios de junio. La producción fue realizada por nosotros, en el estudio de Matías Arano (La Resistencia). Para grabar esta canción nos pusimos como objetivo no atarnos a instrumentos que ya utilizábamos o mismo que tuviéramos en la sala, hoy la tecnología y plugins nos permitieron ir a buscar sonidos que teníamos en la cabeza y no necesariamente a mano.

Los Luzparís en esta etapa creativa se identificaron con el fuego y como un “complot”. “Somos la fuerza que debe hacer a un lado instituciones y sociedades medievales, costumbres y criterios de pocos. Somos El Fuego, y para esos pocos el nuevo terror”, definieron.